Hoy os traigo un crimen que en su momento trajo recuerdos de otro que nunca debió suceder. Os voy a contar que pasó un mes de junio de hace mas de 70 años en Sevilla. Os dejo en este link el episodio de "La huella del crimen" que trata sobre lo que os voy a contar yo y de verdad, que las interpretaciones son para quitarse el sombrero pero especialmente la de Antonio Dechent haciendo de el "Tarta" y Fernando Guillen Cuervo de fray Antequera. Es mas, hasta os dejo otro sitio por si ese no funciona.

Al forzar la puerta, se encontraron a las dos en un charco de sangre ya que ninguna tenia menos de diez puñaladas. Curiosamente, nadie había visto u oído nada, tampoco debió de parecer raro que el estanco no abriese ni que Encarnación no se presentase a su puesto de trabajo como cajera en un mercado.
Pero cuando el crimen se supo, empezaron las habladurías, de que seguramente todo había sido un robo pero nada faltaba ni en el estanco ni en la casa, todo estaba tal cual incluido el dinero que había en la caja y las joyas en la casa.
Al no haber sospechosos, se empezó a presionar a la policía ya que las dos aunque tenían fama de cautas y no salian mucho si que eran recordadas como dos personas muy amables por lo que la cosa en Sevilla se empezaba a poner fea con las habladurías, llegando a ser investigados un par de sobrinos que eran carniceros mas que nada por los cortes que las dos presentaban que daban a entender que quien lo hiciera, debia de saber manejar un cuchillo a la perfección pero hubo un soplo que cambió todo.
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Foto ABC |
El 26 de julio de ese año se detuvo a tres sospechosos que se dedicaban a pequeños robos, habiendo robado un par de estancos de la zona en esos dias cuando sucedió el crimen siendo: Juan Vázquez Pérez, Antonio Pérez Gómez y Francisco Castro Bueno, alias el "Tarta".
Llegaron a ellos tres porque habian sido acusados a la vez por otros tres ladrones que también habian robado estancos, se detuvo a "La Cordobesita" que era amante del "Tarta" que declaró que el dia del crimen estuvo con él y que le había visto bastante pasta encima y otro detenido por otro asunto llamado el "Rubio" también declaró que Juan y Antonio le propusieron participar en el robo.
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Foto ABC |
No se sabe si con aviso o no, cuando detuvieron al "Tarta", estaba intentando embarcar a Melilla desde Málaga con la idea de meterse en la Legión, mientras que Antonio ya estaba detenido e implicándole de forma directa aunque el "Tarta" negó su implicación de tal forma que Antonio acabó desdiciéndose hasta que detuvieron a Juan, que implicó a los dos.
Se les llevó al estanco a que reconstruyeran la escena del crimen, empezaron a discutir entre los tres porque el "Tarta" había robado un bolso con 5000 pesetas que no había repartido sin llegar a ponerse de acuerdo. El juicio se celebró en octubre de 1954 y los tres fueron condenados a muerte por Garrote Vil, de ahí que empezase a decirse la frase que da titulo a la entrada.
¿Acaba todo aquí? pues va a ser que no.
¿QUÉ PASÓ?
Lo cierto es que pruebas de que los tres fueran los autores del crimen, no había. Solo dimes y diretes de los bajos fondos Sevillanos y mucha presión popular a la policía por ser las dos hermanas personas muy queridas en Sevilla.
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Foto ABC En este orden: el "Tarta", Juan y Antonio |
El fiscal se apoyaba en que los tres esperaron a la hora de comer de Matilde para entrar a robar y al ver que la mujer se resistía y gritaba, el "Tarta" perdió los nervios y la apuñaló. Los gritos alertaron a su hermana que salió a ver que pasaba y al encontrarse el percal, intentó huir pero el Tarta también fue a por ella degollándola primero de una forma precisa.
Pero la defensa, que hizo lo que pudo con lo que tenia, dijo que nanai, que debajo del mostrador había 600 pesetas de la epoca (una comida para dos en un restaurante caro, podía rondar las 500 para que os hagáis una idea) que estaban a la vista perfectamente, la caja registradora ni la habian abierto y en una caja de puros, se encontraron 7000 pesetas.
Además del sumario desaparecieron cinco folios y eran claras las contradicciones de todos a la hora de declarar lo que pasó o quien hizo qué. No se encontraron armas, los testigos no estaban seguros de haber visto claramente que eran ellos tres y para colmo, en las confesiones usaban palabras muy cultas para ello, que eran analfabetos, como si les hubiesen guiado en qué decir de ahí que la defensa formada por Manuel Rojo, Juan Espinosa de los Monteros y Ávila y José Rull dejaron caer que las confesiones fueron conseguidas bajo tortura.
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Foto ABC Los tres detenidos camino juicio |
Para la gente, el caso se había resuelto pronto, tan solo en quince dias y había algo que no cuadraba con los tres, hasta el alcalde intentó conseguir un indulto para ellos junto al obispo de la ciudad, Pedro Segura y Sáez pero todo fue inútil siendo los tres condenados al garrote y haciéndose efectiva la pena el 4 de abril de 1956 a pesar de todos los recursos que interpusieron sus abogados.
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El diario de Sevilla |
Los tres se habian metido en la religión como refugio y aunque estaban enteros, hasta el ultimo momento mantuvieron su inocencia en ese crimen reconociendo otros cometidos y esperaban que Dios los perdonase. Por desgracia, el verdugo iba un poco borracho cosa que habréis leído por aquí mas veces y es que antes de que comenzasen su jornada, se les emborrachaba a todos un poco para que el propio verdugo no se rajase a la hora de hacer su trabajo y hubiese un problema pero claro, esto traía otros problemas porque el hombre no atinó a girar el tornillo en condiciones a la primera a ninguno de los tres alargando mas la agonía.
¿DESPUES PASÓ ALGO MAS?
Me alegra que me hagas esa pregunta. Pedro Costa, trabajador del diario "el Caso" se metió a productor y decidió que este fuera el primero de la segunda temporada de la serie "La huella del crimen" que ya sabéis que fue una de las primeras que vi y que me hizo interesarme por este mundo.
Pues bien, el capitulo "El crimen de las estanqueras" que pertenecía a la segunda temporada de 1991, fue producido por Costa y decidió investigar el caso mas profundamente para ver si había alguna cosa nueva o algo mas que aportar y encontró muchísimas cosas.
Para empezar, era por todos sabido que en Sevilla se sospechaba que eran inocentes a pesar del dicho y llegó a sus oídos por parte de uno de los abogados que ya estaba mayor pero que recordaba ese caso como si fuera ayer, que uno de los cargos altos de la policía que acusó a los tres llegó a decir que "esos tres iban al garrote porque él no iba a perder su cargo". Para empezar, creo que dice bastante.
Fotograma de la serie |
Pero el principal protagonista con el que llegó a hablar, fue con Fray Hermenegildo de Antequera que fue el que acompañó a los tres durante todo el tiempo que estuvieron detenidos y les dio consuelo o al menos eso intentó. Él no estaba conforme con lo que había pasado pero aunque en un momento fue reticente a hablar, lo que contó dejó a Pedro Costa alucinando: cuando el caso ya había prescrito, en la década de los 70, un hombre apareció en su iglesia muy bien vestido ,como decimos aquí, tenia buena percha.
Fue directo a confesión con él y lo primero que preguntó fue que si el cura estaba obligado a guardar el secreto de confesión fuera lo que fuera lo que le contase. El cura dijo que si y este le relató como había matado a las dos estanqueras con todo lujo de detalles, cuadrando absolutamente todo lo que le dijo con lo que se encontró la policía en la escena del crimen.
Dio detalles que no conocía el publico pero si él por su cercanía al caso, todo encajaba pero lo que mas le puso los pelos de punta, fue que el hombre reconoció que no se arrepentía de lo que había hecho sino de que tres inocentes hubiesen pagado por su crimen. Eso afectó tanto a Fray Antequera que acabó colgando los hábitos con el tiempo.
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Foto ABC |
Se averiguó que en Estepa, el pueblo de donde era la familia Silva, nadie quería hablar de ellas ni de su familia porque al parecer, durante la guerra civil ellas habian delatado a algunos republicanos que habian acabado en el paredón de fusilamientos por lo que nadie se quería meter ni a favor ni en contra.
Juan Rada, periodista de investigación e historiador y cronista de la España negra, en su libro "Crímenes con historia" da el testimonio del unico testigo que hubo de ese crimen: un oyente de sus participaciones radiofónicas, contactó con él para contarle que cuando era pequeño recordaba perfectamente lo que había visto ese dia de junio en el estanco.
El hombre en ese momento tenia cuatro años y su padre tenia un par de puestos de confiterías en los jardines de Murillo que estaban en frente de la calle del estanco. El pequeño iba a veces a ver a su padre junto a su abuelo pero ese dia fue solo ya que su abuelo tenia que trabajar en su pastelería y al volver a casa, pasó por delante del estanco y vio a las dos hermanas forcejeando con un hombre que quería entrar al establecimiento pero parecía que ellas dos no querían. La escena le dio miedo y se escondió detrás de un árbol mirando fijamente como el hombre se metía en el estanco para salir al cabo de un rato cerrando la puerta tras de si, viendo un legionario con su uniforme reglamentario, un hombre bien parecido, con porte y alto que se dirigía a lo que hoy es la Diputación de Sevilla y en ese momento era el cuartel de Intendencia que estaba cerca.
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El Español |
El niño en lugar de volver a casa se marchó a la pastelería de su abuelo donde contó lo que había pasado y su familia se lo tomó poco mas o menos que a coña hasta que al dia siguiente salió la noticia de lo que le había pasado a las estanqueras y se le pidió que no dijera nada para no tener problemas ya que metía a la Legión por medio.
Juan Rada hizo sus comprobaciones y se encontró que la Legión estaba en esa fecha en Sevilla camino de Madrid para participar en el desfile de la Victoria por lo que encajaría perfectamente lo que vio el niño.
Paradójico que se conozca el refrán que te digo en el titulo pero que con los años se demostrase que el Tarta era inocente de este crimen.
¿Lo conocíais? ¿Qué crees que pudo pasar? ¿crees que el cura hizo bien a la hora de mantener el secreto de confesión a pesar de que el crimen había prescrito?
Hola, Morella.
ResponderEliminarAl empezar a leer, pensé en eso de cuidado con los socios de un crimen. Y sobre todo, cuidado con las amantes, porque pueden convertirse en delatoras, notar detalles implicatorias y no tener motivos para callarse.
Pero a medida que se fue desarrollando la historia, se me hizo evidente que fueron implicados, en forma grosera. Y el sistema judicial era un verdadero desastre. Con el agravante del verdugo borracho.
Bastante efectiva la investigación para el programa. Con la ayuda de un inesperado testigo.
Eso es conflictivo, las reglas en que creía le ordenaban guardar el secreto. Algo que lo afectó, tanto para renunciar.
Besos, Morella.
Yo es que creo que Fray Antequera hizo lo que debia de hacer con los hábitos puestos pero entiendo que le afectase como para colgarlos, la impotencia y rabia que debió de sentir... pobre hombre.
EliminarLo de emborrachar a los verdugos era algo normal, la mayoría tenia mas el puesto por herencia que por vocación y claro, era fácil que mas de uno se echara para atrás a la hora de hacer su trabajo así que le templaban los nervios con lo espirituoso pero la mayoría de las veces, se pasaban y me imagino que girar el tornillo ese estando beodo, debia ser tarea titánica.
Un besazo Demi!
Otro casi que pagaron justos por pecadores.
ResponderEliminarEl cura se sentía en la obligación de no decir nada , ya que la confesión no se puede revelar, tal vez el hombre en sus dudas decidiera colgar los hábitos.
Quién sabe, si no fuera una venganza de guerra, ya que según leo , esta familia delato a enemigos del régimen. Otro buen caso para resolver.
Besitos, Morella.
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A mi me da que los tiros fueron por ahí. Tiene su lógica que metiesen a esos tres que eran delincuentes menores, mas de robos que otra cosa y que no tenían armas como para defenderse. Pero estaría bien que alguien hiciese una investigación en condiciones, no creo que sea tan complicado unir la legión de la epoca con el pueblo de donde eran ellas.
EliminarUn besazo Campirela!
¡Hola! Me suena un poco la historia, pero no la conocía del todo, sin duda gracias por traernos la historia al completo. Besos :)
ResponderEliminarDe nada!
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Madreeee!! no la conocía me sonaba a la estanquera de Vallecas jeje
ResponderEliminarJajajaja pensaba yo que este caso era conocido también y veo que no!
EliminarUn besazo!
Ya me pongo a buscar la serie :o muy buena entrada amiga, como siempre. Me super picaste la curiosidad jajaja
ResponderEliminarUn besote bella desde Plegarias en la Noche
Creo que te vas a viciar a la serie jajajaja hay algunos casos mas interesantes que otros pero a grandes rasgos, todos pican.
EliminarUn besazo!
Así actúan las llamadas hoy en día cloacas policiales. No le importo mandar tres inocentes a la muerte con tal de llevarse él la gloria. Qué fuerte. Gracias por compartirlo
ResponderEliminarUn abrazo
De nada! fíjate que pensaba yo que este crimen era mas conocido pero estoy viendo que no.
EliminarUn besazo!
No sabía ni del refrán no del asesinato. Pero siempre aprendo algo en tu blog. Te mando un beso.
ResponderEliminarMe alegro!
EliminarUn besazo!
siempre hay crímenes así donde inocentes, por muy delincuenciales que sean o no, pagan con su vida ya sea por presión popular o para proteger a alguien.
ResponderEliminaren mi país hubo el caso del llamado "monstruo de armendariz", un afroperuano al que se le acusó de violar y matar un niño, al que se condenó a muerte por este motivo y que cincuenta años después se determinó que era inocente. la violación y el asesinato del niño ocurrió en septiembre de 1954, un par de años después del caso que nos has presentado hoy.
besos.
Joder, pues pobre hombre, ¿salió de la cárcel? ¿le repararon de alguna forma?
EliminarUna historia complicada. Un beso
ResponderEliminarSusana espero que poco a poco vayas recuperando el animo.
EliminarUn besazo!
(Ya no la leo en la noche) UFFF de las cosas que no haría, degollar, como lo dije en mi blog, JAMÁS mataría y aún si es en defensa propia trataría de evitar todo, correr, esconderme no sé, a menos que fuera el último recurso, ya ni se diga cortar el cuello de alguien que va escapando de mí, carajo, nada más de pensarlo a ver si puedo dormir hoy. No he visto la serie que menciona de la televisión —no veo televisión desde el 2004— pero me gusta más leer sobre el caso y usted lo sabe escribir porque engancha.
ResponderEliminar"El niño en lugar de volver a casa se marchó a la pastelería de su abuelo donde contó lo que había pasado y su familia se lo tomó poco mas o menos que a coña" Estoy convencido de que ese conejito seguro fue familiar mío lejano (un tio abuelo mío era español), se puede quemar la estancia de la casa y yo decírcelo a mi familia y sólo dirían "ya..." y seguir sus vidas viendo sus teléfonos o la TV y un minuto después salir corriendo gritando a todo volumen que se está quemando la casa y no lo supieron, yo diría "sí, ya lo sabía..." y me responderían "¿Y POR QUÉ MIERDAS NO NOS DIJISTE?" a lo cual ya ni les respondo porque pasa SIEMPRE y ya estoy mentalmente agotado de decir lo mismo "sí se los dije y me mandaron a tomar por culo COMO SIEMPRE LO HAN HECHO", simplemente doy la espalda y me voy a otro lado.
Pues lo mismo es pariente tuyo pero vamos, aquí en esa epoca era normal tener un poco de yuyu a cualquier cosa que tuviese que ver con la legión.
EliminarUn besazo!
Holaaaa
ResponderEliminarNo me sonaba.
Un abrazote ;)
Me alegra habértelo mostrado.
EliminarUn besazo!
Pues no conocía esta historia de la España profunda ni todos estos desatinos del caso. La de veces que habrá sucedido lo mismo con otros inocentes que ni sabían defenderse ni les dejaron. Muy buen artículo
ResponderEliminarMas de lo que nos gustaría. Ando documentándome para otras cosillas y es alucinante ver la cantidad de errores en algunos. Muchas gracias!
EliminarUn besazo!