domingo, 23 de octubre de 2016

Otro Angel de la Muerte


Cuando tu vas a un sitio en el que se dedican a cuidar a gente como una residencia de ancianos, un ambulatorio, un hospital... o incluso partes de ti como puede ser un dentista, esperas que el personal sea eficiente.
Eso de que te sonrían, bueno, esta bien ver que te trata una persona amable, pero no hay que olvidar que la sonrisa es tuya y tu se la regalas a quien quieras mientras hagas bien tu trabajo, yo personalmente prefiero  que me toque una persona un poco ajo y que haga su trabajo como debe ser a que me toque alguien muy simpático pero salga peor de lo que he entrado.
Joan Vila Dilmé era una de esas personas que atendían sonrientes, con palabras amables y que le gustaba tanto su trabajo que a veces se quedaba hasta bastante mas de su jornada pero vamos a situarnos.
Joan era hijo unico de una familia normal, abiertamente gay y por suerte, nunca sufrió por esto discriminación o rechazo. Empezó como peluquero, luego se montó un negocio en Figueres que tuvo que cerrar, se empleó como masajista, hostelero....pero con cuarenta años, en el 2005 decide que su vocación es la de cuidador, en concreto de ancianos por lo que se pone a estudiar Auxiliar de Enfermería y mientras se pone a trabajar como celador en la residencia de la foto más arriba, La Caritat de Olot. Sorprendentemente este perfil, se ajusta también al de Genene Anne Jones, pero no desvelo nada, que me dejas de leer.
Bueno, como iba diciendo, la Caritat de Olot, funciona desde principios del siglo XX, primero era una institución de beneficencia atendida por monjas y después pasó al Departamento de Acción Social de la Generalitat, funciona como centro de dia y como residencia de sesenta plazas donde los internos pagan 2000€ mensuales, vamos, que es para gente que tiene billete.
Ahí entra a trabajar nuestro amigo Joan, que aparte de ejercer como celador, gracias a su pasado como peluquero se dedica a hacer las uñas y a peinar a las internas, con sus compañeros es encantador, sonríe todo el rato,se queda hasta mas tarde de su turno y para colmo sabe hacer frente a las situaciones difíciles por lo que se convierte en un referente cuando hay problemas. Es Joan el celador, super Joan.
La cosa va bien, todo el mundo es feliz con Joan y pasa desapercibido un pequeño detalle y es que la mortalidad en la residencia se empieza a elevar, en cinco años son mas o menos cincuenta y siete los que fallecen y siempre en turnos de fin de semana o festivos, justo cuando Joan estaba trabajando pero claro, como el siempre se quejaba de que se le morían, acudía a entierros y encima tenia ese buen carácter pues pasó bastante desapercibido.
En el entierro de Sabina Masllorens en el 2010, explicó cuánto quería a la anciana y cuando pasó a ver el cadáver, no había manera de sacarle de al lado del ataúd, solo se retiró por que fueron los señores de la funeraria a llevárselo.
Pero la cosa empeora en ese mismo año, el 18 de octubre Paquita Gironés, otra interna del centro que se encontraba aparentemente bien, empeora de salud en fin de semana y el personal decide llamar a una ambulancia para que la traslade al hospital.
El médico que la atiende observa que tiene arañazos en el pecho, en la cara y que tiene quemaduras en la lengua, labios y esofago por lo que decide profundizar y descubre que la han dado a tomar un líquido cáustico y que a habido pelea con quien se le haya dado. Unido a esto a que se desplazaba en silla de ruedas y que no podría llegar sola al cuarto de limpieza sin ser vista el medico al fallecer activa el protocolo judicial
Los policías acuden a la residencia para interrogar al personal pero antes de que le pregunten nada, Joan se derrumba y dice que ha sido él quien ha matado a Paquita por que le insultaba llamándole maricón, que accedió al cuarto de limpieza donde llenó una jeringuilla con un líquido corrosivo y se lo hizo tragar pero que ella se defendió.Según Joan, se había apiadado también de esa mujer porque muchas veces la anciana había manifestado que "ojalá estuviera muerta" y que viendo que no aguantaria el invierno, pues se la cargó.
Cuando le detuvieron, se puso a llorar como una Magdalena y todo el mundo no daba crédito a lo hecho por Joan, pero el alucine colectivo vino después, cuando ya con su abogado declaró que también había matado a Sabina Masllorens por pena pero esta vez con lejía y a Monserrat Guillamet, solo un dia antes que a Paquita.
Al dia siguiente le ingresan en el psiquiátrico de la cárcel de Cans Brians en Barcelona por que los reclusos están violentos debido a sus crímenes, ya sabéis, jerarquías en la cárcel. El juez da la orden de exhumar cuerpos para realizar autopsias y Vila decide declarar de nuevo ante el juez, declarándose culpable de 11 crímenes, ni mas ni menos, pero eso si, por caridad por que le daba pena verlos necesitando pañales, sin movilidad, con demencias...eso si, tras haberse puesto tibio a calimocho, que decía que le animaba a cometer los crímenes, une a esto que su psiquiatra le había recetado medicación para un trastorno obsesivo compulsivo y que el aparte le daba a los antidepresivos, pues la fiesta está asegurada.
Los psicólogos encargados de peritarle,dicen que pese a estar en tratamiento desde joven por depresiones relacionadas con su condición sexual, puede estar también simulando pese a que confiesa que con catorce años se ponía la ropa y los tacones de su madre, por lo que determinan que es una mujer atrapada en el cuerpo de un hombre al que le ponía de los nervios que le llamasen maricón,
Pero a la par da muestras de un carácter hedonista, narcisistas, egocéntricas y con un punto de perversión, Joan sabe perfectamente por que mataba aunque no lo diga y se escude en que lo hacia por caridad, matar le daba satisfacción y como cada vez le duraba menos, de ahí que lo hiciese cada vez más a menudo y de formas más tétricas, ya que las primeras victimas eran envenenadas con fármacos o sobredosis de insulina y las últimas, envenenadas con productos abrasivos.
El perfil de Joan es el de un Ángel de la Muerte, estos ángeles suelen ser personal sanitario que actúan según ellos para ayudar, evitar dolor pero en realidad juegan con el poder de su posición, decide quien vive y quien muere y necesita reconocimiento por ello,ya sea porque ha inducido a alguien a morir y le ha salvado siendo el heroe o por que ha matado disfrazandolo de que ha ayudado.
Su condena fue de 127 las de prisión por El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

¿POR QUE PASÓ TODO ESTO DESAPERCIBIDO?

Es curioso que las muertes no llamen la atención en cinco años y seguramente te lo habrás preguntado leyendo la entrada. O no, pero yo contesto por si acaso.
Bien es cierto que en una residencia de ancianos por supuesto que se producen muertes y pese a que este número era bastante elevado,el buen carácter aparente de Joan fue capaz de encubrir todo.
Cuando se destapó, muchos compañeros comprendieron comentarios que el decia como que "estaba harto de viejos" aunque en un momento dado, seamos claros, según nuestro trabajo podemos llegar un dia rebasados y hacer un comentario de este tipo.
Joan con la jeringa en la masa
Pero otro detalle, fue que cuando iban a avisar a la ambulancia para que se llevase a Paquita, Joan comentó que no lo hicieran, que se iba a morir igual, evidentemente al llevarse a la anciana, el celador sabía que era cuestión de tiempo que le pillaran.
En el juicio también hubo compañeros que declararon que a veces Joan olía a alcohol pero no mostraba signos de estar borracho y en la cárcel, no dio muestras de síndrome de abstinencia.
Las cámaras de seguridad de la residencia curiosamente, no funcionaban en los pasillos donde Joan cometía sus crimenes pero cuando pasaron a ver los videos, se descubrió una grabación en la que se veía a Joan entrando con una jeringa al cuarto de limpieza y saliendo con la misma al cabo de un rato dirigiéndose a una de las habitaciones, por lo que se ve que la vigilancia brillaba por su ausencia.
Unido a esto, la medico responsable de la residencia no iba ni en fin de semana ni en festivos, certificaba las muertes con los datos aportados por el personal y sin explorarlos, dando por muertes naturales siete de las once que había confesado Vila diciendo que no había caído en explorarlos, destapando también la forma de trabajar en la residencia, bastante deficitaria y no como para costar 2000€ mes, siendo lo más alucinante para mi que sobre esa medico no hubo acusación pese a ser pieza clave aunque fuera indirectamente en la inmunidad de Joan para cometer asesinatos.
Hubo artículos de periódicos que decían que una de las cosas que mas hubiesen desmontado a Vila, hubiese sido preguntarle si hubiese hecho con sus padres lo mismo que con esos ancianos, pues decir que Vila declaró que una de sus obsesiones era que no iba a poder ocuparse de atenderlos durante su vejez. Creo que con eso esta todo dicho.

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