Hoy vengo a contaros una muerte muy absurda pero de alguien que precisamente me gusta muchisimo asi que si quieres saber mas, antes de continuar ¡hazme el favor de darle al play!
Bon Scott era el cantante de AC DC en su primeros discos, una voz tan particular que parecía que era el propio Satanás el que estaba cantando. Ademas, tenia un carisma en el escenario que muchos de los que se autodenominan cantantes a dia de hoy, ya quisieran.

Algo relativamente normal en el, era que bebiera hasta tumbarse, que desapareciera en las giras tras un concierto y no volver a aparecer hasta que tocase el siguiente en el último minuto y en ocasiones, aparecía con fans a los que estaba firmando autógrafos tan tranquilamente.
El 18 de febrero de 1980, se encontraba en Londres, tenia planeado salir con una ex novia suya llamada Silver Smith pero a ultima hora ella cambio de planes así que se fue con un amigo común, Alistair Kinnear al Candem Palace, que en ese momento se llamaba Music Machine de Candem a ver la presentación de una banda llamada Lonesome No More.
Alli estuvieron bebiendo hasta altas horas de la noche, tanto que Bon se quedó inconsciente y Kinnear decidió llevarle a casa sobre las tres de la mañana pero como también el amigo iba bastante perjudicado, al bajar a por Bon se dio cuenta de que se había dejado las llaves de Bon dentro asi que condujo hasta su propia casa con la idea de subir a Bon,acostarlo en el sofá y pasar la mona tranquilamente.

Llamó a la ambulancia y en el Kings College Hospital solo pudieron certificar su muerte por asfixia, vamos, como Jimi Hendrix ahogado en su propio vómito.
Días después Kinnear desapareció del mundo y de hecho se llegó a decir que nunca había existido, ACDC encontró en Brian Johnson a su nuevo cantante, del que el propio Bon hablaba maravillas y el resto fue historia.,,hasta el 2005 que apareció Kinnear que estaba viviendo desde hacía mucho en la Costa del Sol.


Por lo que el tema de la asfixia por vomito quedó desmentido al saberse el historial de Bon, pero siempre quedan dudas como los testimonios de Chapman y Collins o el misterioso amigo de Kinnear que se asomó a ver si estaba en el coche y no le vio aunque eso puede tener la explicación en que el coche al tener el asiento tumbado dificultaba verlo a no ser que se asomase.
Sea como fuere, Kinnear declaró sentirse culpable de la muerte de Bon, ya que si le hubiese llevado al hospital en lugar de dejarle en el coche, el resultado hubiese sido de otra forma pero si el tema es como contó Kinnear, iba tan perjudicado que no estaba para hacer deducciones medianamente lógicas.
A pesar de los flecos sueltos, siempre nos quedará su música que espero que hayas disfrutado mientras leías este post.
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