Bueno, pues un dia tras haber ido a la calle de la Cabeza y contaros eso de los monjes que se pasean por Tirso de Molina, nos vamos a otra calle con nombre curioso, si quieres nos vamos a algún bar de los que hay por allí y te voy contando.
En un edificio conocido como la casa del Inquisidor, había un señor que se dedicaba a dar clases de esgrima y como reclamo, colgó una espada en la puerta para que la gente acudiese a dar clases con el.
Según este señor, la espada había pertenecido a un noble francesa con la que gano varias batallas y vamos,poco mas o menos que la espada era Excalibur pero el amigo, debía al dueño varios pagos del local, así que el dueño que quería tirar la casa abajo le echó pero se quedó con la espada a modo de pago.
Como tuvo líos con el convento vecino de la Merced para demoler el edificio y hacer sus obras, la espada se quedó colgada muerta de risa colgada en la puerta dándole el nombre a esta calle.
Se dice que el Duque de Alba un dia que se iba a su palacio dando un paseo, vio la espada, se tragó lo de sus poderes mágicos y se la compro al dueño del edificio que estaba también un poco pelado y que esa espada pertenece desde entonces a la colección de los Alba.
¿Un paseito? a lo mejor nos encontramos la espada y la cabeza...
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