domingo, 17 de julio de 2016

Mandy




Las muñecas de porcelana a mi por lo menos siempre me han dado mal rollo. Mira que tengo algunas "muñecas muertas" y cosas raras de ese tipo por casa pero esas muñecas con rizos asi tipo repollo, vestidas como en el siglo XVIII o XIX...digamos que puedo compartir espacio con ellas pero no me gustan nada de nada, esa sensación de que te observan...me parece que he visto muchas películas.
Pero no todo es Annabelle o Robert, también hay otra muñeca por ahi que tiene una historia muy curiosa y que da el mismo mal rollo, te lo cuento ahora mismo.

El 1991 una muñeca llamada Mandy fue donada al Museo Quesnel en la Columbia británica. Su donación fue hecha por una mujer llamada Maria aparentemente y a la directora del museo le resultó extraño mas que nada por que la pobre muñeca andaba hecha un andrajo, con la ropa y la cabeza rotas pero se veía que era una reliquia.
En el museo la restauraron y la pusieron ropa nueva, guardandola en una vitrina sin mas pero los trabajadores comenzaron a comprobar que pasaban cosas un tanto extrañas: los vigilantes en la noche notaban corrientes de aire sin que estuviese abierta ninguna ventana o el propio almuerzo de los trabajadores era cambiado de sitio, como si jugasen con el.
Lo que mas llamó la atención fue que la muñeca como estaba expuesta con otras, por la mañana algunas de las que estaban a su alrededor aparecían con fisuras o con la ropa rota por lo que se decidió colocarla en una vitrina para ella sola pero lo de desaparecer comida o las corrientes de aire no paraban.
Umberto I
Lo que mas mosqueó a la directora del museo fue que en esa vitrina donde estaba sola, habia mañanas que aparecía en una posición distinta a la que la habían dejado y algunos visitantes habían comentado que parecía seguirlos con la mirada e incluso que la habían visto parpadear.
Con el tiempo, pudieron ponerse en contacto con la mujer que la había donado y aunque esta fue incapaz de decirle la edad exacta de la muñeca, dijo que el Rey Umberto I se la había regalado al Capitán de la Guardia para que su hija tuviera una muñeca con la que jugar,abuela de la dueña de la muñeca.
Como todos sabemos, Umberto I fue asesinado por un anarquista llamado Gaetano Bresci pero también el capitán de la guardia al que el le dio la muñeca,dicen que al poco tiempo de habérsela regalado.
No contento con eso, por lo que se cuenta, la muñeca viajaba a bordo de un tren con la hija de dicho capitán y dicho tren tuvo un accidente del que hubo pocos supervivientes, entre ellos la niña.
Tiempo después, mas bien unos años, la muñeca estuvo olvidada en el sótano de la casa de Maria por que esta dijo que siempre que estaba fuera, por las noches oía el llanto de una niña pequeña que llamaba a su madre con desesperación y las ventanas de su alrededor, aparecían siempre abiertas.
Al trasladarla al sótano,tampoco cambiaron mucho las cosas ya que por la noche se repetía la misma historia, oía a una niña llorar y llamar a su madre y a parte, las ventanas que iban hacia el sótano volvían a aparecer de nuevo abiertas y la muñeca parecía haber cambiado su posición inicial en el sótano como si se quejase de estar allí.
De ahí que fuera donada, ya que a pesar del miedo que le provocaba la muñeca, no se deshizo de ella destruyendola sino que la donó aunque pocas cosas se saben de su historia, cuanto de real hay y cuanto de leyenda urbana.
Actualmente es uno de los objetos que mas atrae del museo pero todos los visitantes coinciden en que en esa muñeca hay algo que les inquieta, puede ser sugestion o algo de verdad.Yo prefiero no comprobarlo. ¿Tu?

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