domingo, 29 de julio de 2018

Los niños de Ortuella


Hay heridas que a pesar de que pase el tiempo, no se curan.El dolor con el pasar de los años no se va ,es tan solo que aprendes a vivir con él y a pesar de tener momentos buenos en los que casi te olvidas, ese sentimiento continua contigo y sale cuando menos te lo esperas: un aroma, una película, una frase, un nombre, una cancion...
Hoy traigo a la palestra una tragedia que sucedió hace 38 años,la cual muchos han olvidado pero hay otros que a pesar de los años pasados, no paran de recordarla a diario. Si quieres saber que pasó el 23 de octubre de 1980 en Ortuella...
Ese dia todo se desarrollaba con normalidad en el colegio Marcelino Ugalde, acababan de subir del recreo y habian reanudado las clases.
El colegio tras la explosion
Era un dia mas hasta que una explosión se escucho a seis kilómetros a la redonda,nadie sabia que había pasado y el pánico comenzó a cundir hasta que vieron que la explosión, venia del colegio.Todos salieron corriendo a ver que había pasado, incluidos los mineros que aun llevaban puesto su uniforme y lo que se encontraron fue desolador: dos aulas de la primera planta que correspondían a primero de EGB,se habian hundido debido a que la explosión fue en la zona de las calderas del colegio,habian arrastrado a otras aulas,algunos niños habian salido disparados por las ventanas y otros 130,estaban atrapados bajo los escombros llorando y chillando de miedo.
Rápidamente se movilizó todo el pueblo intentando salvar a todos los niños posibles, pero tras seis horas de labores de rescate, el resultado fueron dos profesores muertos, la cocinera del colegio,50 niños fallecidos y 34 ingresados graves,todos de entre cinco y diez años.
Descartado un posible atentado de ETA,la investigación concluyó que el origen fue una bolsa de gas propano que se había formado debido a un escape, el fontanero municipal acudió a hacer un arreglo a las tuberías del colegio y al no detectar el gas,se puso a trabajar con normalidad encendiendo una cerilla para calentar la tubería y como declaró, el edificio se le vino encima.
El hombre sufrió graves quemaduras y tuvo la suerte de que aunque su hija se encontraba en el colegio cursando octavo, salio ilesa pero el pueblo la tomó con él buscando un culpable, recibiendo varias palizas y quemandole el coche, por lo que tras el juicio que le declaro absuelto se marchó del pueblo para siempre.
Tambien se supo, que la Delegación de Educación de Vizcaya había pedido una subvención para cambiar el suministro de gas propano por otras mas seguras ya que varios colegios de La Margen Izquierda (donde pertenecía Ortuella) habian sufrido escapes de gas y explosiones en el cuarto de calderas;el colegio Marcelino Ugalde, fue de los construidos durante el "Plan de Urgencia para Vizcaya", para zonas donde había aumentado la población y pese a que se pidieron revisiones, no se hicieron y solo se le concedió un 10% del dinero necesario para hacer las obras pertinentes.
Gracias a que todo el mundo se movilizó para ayudar ya fuera donando sangre,mantas,  dinero o simplemente dar consuelo ,los padres aprovecharon este dinero de los donativos para realizar un estudio que presentar en el juicio y se determinó que las conducciones que tenia la instalación del colegio carecían de protección catódica, ya que no era obligatoria pero si curiosamente mas cara, por lo que las que tenían se habian podrido al no haber hecho ningún mantenimiento.Si el empleado no olio el gas, fue porque la arcilla por así decirlo actuó de aislante, perdiendo el gas ese olor tan característico aunque se supo después, que algunas personas del colegio se quejaban de mal olor cuando bajaban a los sótanos aunque eso se achacó a temas de saneamientos. 
Juan Alberto Belloch, el juez instructor, determinó que la causa fue la ausencia de un sistema eficaz de protección de los tramos subterráneos de las conducciones de gas propano, por lo que nadie fue declarado culpable aunque por omisión, se hubiese puesto las botas de condenas.
Foto de Marisa Florez
El Estado fue declarado responsable subsidiario y se hizo cargo de las indemnizaciones pero a pesar de que el colegio estaba en la lista para cambiar la instalación, nadie hizo nada hasta que sucedió la desgracia.
Por su parte, tras los multitudinarios funerales de las victimas que tuvieron que celebrarse en naves debido a la afluencia de gente, muchos padres que pertenecían a La Margen Izquierda se negaron a llevar a sus hijos a los colegios hasta que hicieran las revisiones pertinentes ante el miedo de que pasase algo similar y esos centros tuvieron que cerrar sus puertas,consiguiendo sus padres que las administraciones hicieran una inspección.
Por otra parte, se investigó la estructura del colegio y se averiguó que la cimentación estaba mal hecha al estar encima de una ladera, con un sótano muy grande y sin ningún tipo de ventilación, cosa que hizo que el gas se acumulase.
Tras el juicio, esa protección se volvió obligatoria pero este es un hecho que a pesar de haber sesgado una generación entera en Ortuella,no se le ha dado la importancia que se le debe. Parece que solo se reacciona cuando pasa una desgracia pero luego se olvida.
Aquí os dejo un documental sobre lo que sucedió con testimonios de victimas, recomiendo que lo veáis.



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