martes, 24 de agosto de 2021

La cierva blanca

 
 
Yo sigo empeñada en buscaros destinos de vacaciones curiosos, Covid mediante claro.
Hoy nos quedamos en España, nos vamos a ir a Galicia, tierra de leyendas por excelencia; en concreto vamos a Lugo, a un pueblo llamado Cervantes donde está el castillo de Doiras que data mínimo del siglo XV.
Este castillo tiene una leyenda muy bonita y si hay alguien gallego en la sala, agradecería si tiene alguna aportación,así que vayámonos si te parece...
 Cuenta la leyenda que en el castillo de Doiras vivía un hombre llamado Froiaz junto a sus dos hijos, Egas y Aldara.
Por si queréis visitarlo
Los tres estaban muy unidos y era frecuentes ver a Egas y Aldara paseando por los bosques cercanos. Aldara era una joven muy guapa y querida por todo aquel que la conocía así que no fue extraño que apareciese un pretendiente, Aras.
Éste era hijo de otro señor de la misma comarca con el que Froiaz se llevaba bastante bien así que cuando el amorío de los dos jóvenes culminó con una petición de mano, en la que Aras le entregó a Aldara un vistoso anillo con una gran piedra roja,ninguna de las dos familias tuvo inconveniente en dar permiso y organizar una buena boda para los dos muchachos.
Aldara salió una mañana antes de comer a dar su paseo de costumbre pero esa vez, no volvió. Egas no había podido acompañarla y al ser la hora de comer y que su hermana no estuviese en casa le inquietó.
Tanto la familia de Aldara como la de Aras, salieron en búsqueda de la chica por los bosques que rodeaban el castillo, muchos hombres que trabajaban para las dos familias acudieron a buscar también pero no encontraron ni rastro de la joven.
Estuvieron buscando durante mucho tiempo pero sabían que lo mas probable es que Aldara no hubiese aguantado ni la primera noche pudiendo ser victima de un oso o de algún jabalí así que a los pocos días,no tuvieron mas remedio que darla por muerta.
Pasó el tiempo suficiente como para que la gente se olvidase de Aldara y que casi nadie la recordase, Aras rehízo su vida y solo la tenían en su memoria su padre y su hermano que de vez en cuando, se echaban al monte con la vaga esperanza de encontrarla.
Una mañana de nieve, Egas salió de caza como de costumbre. Se adentró en los bosques y sin darse cuenta, se encontró de frente con una cierva blanca que le miraba fijamente así que sin pensarlo mucho, Egas disparó una flecha que acertó en el corazón del animal tiñendo su pelaje blanco y la nieve que la rodeaba de color rojo.
Egas fue consciente de que no podría cargar con la cierva entre su peso y la nieve así que la cortó una pata como trofeo que echó en su saco, señalizó el camino hacia ella y se marchó al castillo a pedir ayuda para poder llevarla.
Al llegar allí, se encontró con su padre al que narró lo que le había pasado con orgullo pero cual fue la sorpresa de los dos, que al ir a enseñarle la pezuña de la cierva, Egas sacó una mano de mujer blanca del saco. Mano que tenia un anillo con una vistosa piedra roja.
Los dos hombres se encaminaron a buscar a la cierva con las señales que había dejado Egas para poder encontrarla y lo que vieron fue el cadáver de Aldara al que le faltaba una mano y una flecha que le atravesaba el corazón.
Nunca se supo quién o porqué embrujaron a Aldara, quizás un amante despechado o alguien que la tenia tal envidia que tan solo la muerte pudo hacer que recuperase su forma humana.
¿Conocías esta leyenda?¿te ha gustado?

4 comentarios:

  1. A Egas le toco cometer dos actos desacortunados.
    El no acompañarla.
    Y cazar a la cierva, que resultó ser su hermana. Aunaue cazar era lo usual.
    No. No la conocìa.
    Besos.

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    Respuestas
    1. Egas supongo que no pensó en que podría pasar algo, era un paseo que Aldara hacia a menudo sola o con él.
      Siempre he pensado que fue un amante despechado, curioso que todo coincidiera con su compromiso.
      Besos Demi!

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  2. que maravillosa eres Ilumina los ojos de los que te leen

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