Vamos a Pastrana

 

Aquí os dejo hoy una escapada que hice para pasar un día a Pastrana en el puente de diciembre del año pasado, que estaba pasando fotos y ha aparecido por aquí este sitio. Si queréis saber mas...

Pastrana está en la provincia de Guadalajara, España, relativamente cerca de donde yo vivo, una horita mas o menos por la carretera subiendo un monte. Con deciros que nos salió un jabalí y mi chico tuvo que espantarlo pegándole una pitada, no os digo mas de como fue el trayecto pero es que a mi ese tipo de caminos me encantan.

Cuando llegamos, vimos que mucha gente había tenido la misma idea y hacer fotos del castillo donde estuvo la princesa de Éboli, ni os las pongo porque se veían mogollon de cabezas y no sabríais si es el castillo o la casa particular de alguien. Aun así, os resumo un poco su historia:

Lo construyó Doña Ana de la Cerda, condesa de Mélito y abuela de la princesa de Éboli. Su nieta, como dije, Doña Ana, tenía mucho carácter y era muy inteligente, llegando a tener un gran poder en su momento en la corte y a la que reconoceréis en los retratos al ser pintada siempre con un parche en el ojo que perdió a los 12 mientras practicaba esgrima. Se casa con el príncipe de Éboli que era muy cercano al rey Felipe II pero enviuda relativamente pronto así que cuando se encuentra con el secretario del rey, comienza una relación.

Brevemente había llegado a pasar por el convento de Santa Teresa de Jesús pero eso no era para ella y además, la relación con Antonio la llevan en secreto hasta que Juan Escobedo les descubre y amenaza con decir algo (a todo esto, se sospechaba que el rey y la princesa de Éboli tenían sus mas y sus menos) por lo que deciden matarlo envenenándole hasta 3 veces por su torpeza y al final contratando a un sicario.

Al menos eso era lo que se decía en la calle, ya que este caso se merece su entrada sola para contarlo mejor, todo tuvo mas intriga y el rey sabia perfectamente todo.

Pero bueno, siguiendo la tradición popular, cuando el rey de Portugal muere, intentan tramitar la sucesión a espaldas del rey pero éste se entera decide encarcelarlos a los dos, Antonio va a la cárcel y a la princesa la recluyen primero en Pinto, luego en Santorcaz y después en este castillo que mandaron enrejar y cuyo balcón que da a la plaza, la acabó bautizando como la "Plaza de la hora" ya que es lo que podía salir Ana a diario a la terraza.

La verdad que el pueblo a mi me gustó bastante, uno se pude perder bastante bien pero avisaros de que es pequeño y quizás con una mañana como fue en nuestro caso, os sea suficiente para hacer una visita. Al ir con Lilo no pudimos entrar en el castillo o en la iglesia pero de tanta gente que había, dudo mucho que hubiésemos podido hacerlo ya que yo quise dar rienda suelta a uno de mis vicios y puedo asegurar que me costó hacerlo, comprar comida a los sitios donde voy. 

Pastrana tiene varias cositas gastronómicas pero la que mas son sus palmeras de chocolate tamaño XXL y que yo casi me quedo sin por la cantidad de gente que había en la pastelería que solo es una para todo el pueblo. 

Pero bueno, aun así por tres euros me lleve una palmera gigante de chocolate fondant que deglutí gustosa en mi casa, ya que solo me queda el vicio del chocolate que hace un año que deje de fumar.

Así que esa fue nuestra mañana de un puente de diciembre, si os dais cuenta en la foto de la picota que saqué de la parte de atrás del castillo, se ve hasta el arbolito de navidad.

¿Os interesa el tema de la princesa de Éboli?