Hoy le dedico este domingo a una persona que no se rindió y que luchó por que otros tuvieran una vida muy digna. Cógete un aperitivo con algo calentito que lo mismo te dejo agujetas en los ojos.
Ludwig Guttmann nació el 3 de julio de 1899, dedicando su carrera a la medicina siendo profesor en la universidad de Breslau, especializado en neurología.
Con la llegada del nazismo, le despidieron de la universidad ya que ningún judío podía ejercer la medicina siendo nombrado director de neurología y neurocirugía del hospital de Breslau. Pese a que le propusieron abandonar el país, el dijo que no lo haría ya que el nazismo seria un régimen que no duraría y llego a ser presidente de la Comunidad Medica Judía.
La noche de los Cristales Rotos, el 9 de noviembre de 1938, aunque no podía admitir a ningún paciente no judío, dio orden a su personal de admitir a todos los que entrasen y lo necesitasen sin objeción ninguna, teniendo que justificar ante la Gestapo los 64 casos recogidos esa noche uno por uno, consiguiendo que 60 se librasen del arresto y los campos de concentración.
En ese momento contempló la posibilidad de huir pero no tenia pasaporte ni autorización para salir del país aunque a veces las casualidades se dan y recibió una orden del Ministro de Exteriores, von Ribbentrop para atender en Portugal a un amigo del dictador Salazar, le autorizó a pasar por Inglaterra donde aprovechó para pedir ayuda y acabó instalándose en Oxford.
El Consejo para la Investigacion Medica en Inglaterra, le pidió un informe sobre cómo se debía de tratar a los enfermos medulares teniendo como resultado la creación de un centro especial dirigido por el propio Guttmann y que trabajaba con los enfermos sus lesiones medulares desde el ámbito medico y psicologico, introduciéndoles de nuevo en sociedad a pesar de sus minusvalías, haciéndoles sentir de nuevo personas útiles y respetadas.
Ludwig cambio la perspectiva hacia estas personas que a menudo eran abandonadas en los hospitales por su familia, condenadas a pasar el resto de sus vidas en la cama esperando a la Parca.
Ludwig acepto a dirigir el hospital de Stoke Mandeville siempre que fuera independiente y que le dejaran aplicar sus técnicas desde el principio con el tratamiento medico hasta el final, cuando los pacientes se reintegrasen en sociedad.
Y pasó lo mismo que en el hospital judío, en principio era un hospital de 26 camas solo para militares pero digamos que Ludwig hacia la vista gorda cuando entraba algún civil.
El 29 de julio de 1948, organizó su primera competición en tiro con arco y jabalina en su hospital invitando a otros 16 pacientes del Hospital de Richmond entre las que había dos mujeres coincidiendo con los Juegos Olímpicos de ese año.
Al año siguiente,lo amplió a billar, jabalina y arco y no contento con eso, a seis hospitales y fue cuando Ludwig declaró que quería ampliarlo a un movimiento como el olímpico pero para discapacitados.
En 1960, coincidiendo con los Juegos Olímpicos de Roma, convenció a un amigo para hacer los primeros juegos internacionales fuera de Stoke Mandeville concretamente en Roma, en lo que se denominó Juegos Olímpicos para Minusvalidos, donde compitieron deportistas paralimpicos no federados y al hacerse en el mismo terreno que en los Juegos Olímpicos,el comité tuvo que hacer accesos y modificaciones especiales para que compitiesen los 400 atletas en los 13 deportes que habían preparado.
Pese a que dejó la dirección del hospital en 1967, siempre continuó cerca de sus pacientes ofreciéndoles su apoyo y solucionando los problemas que pudiesen surgir en la celebración de los juegos,como en 1968 al tener problemas organizativos en Mejico, el apoyó que se celebrase en Israel, Ludwig falleció en 1980 de un ataque al corazón sin llegar a ver que en 1984, el Comité Olímpico Internacional adoptase el termino de Juegos Paralimpicos.
Por no perder nunca la fe, por apoyar a que la gente venciera sus miedos, recuperase su autoestima, se sintiera persona y haber conseguido que muchos superasen sus discapacidades físicas volviendo a creer en si mismos, gracias Ludwig. Gracias por habernos dejado tu legado que a dia de hoy perdura con hospitales que utilizan tus mismas técnicas y promueven la investigación en pacientes afectados por lesiones medulares, gracias por ser el pionero y no haberte rendido cuando otros decían que querías un imposible.Gracias por ser esas personas que le devuelven a una la fe en la humanidad.
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