Beate nació el 13 de febrero en 1939 en Berlín, Alemania. No es que su padre fuera nazi pero votó a Hitler y estuvo en el ejercito alemán durante la II Guerra Mundial; años después, se mudó a Paris donde estuvo trabajando como au pair mientras estudiaba.
Alli vivía nuestro otro protagonista, Serge Klansfeld. Él había nacido en Rumania en una familia judía que se trasladó a Francia durante la II Guerra Mundial buscando estar a salvo pero de poco sirvió; Arno, el padre de la familia, construyó un armario con doble fondo en la casa donde escondió a su familia el 30 de septiembre de 1943, cuando los nazis hicieron una redada y se le llevaron a él pensando que estaba solo al campo de concentración de Auschwitz donde falleció.
Serge siguió adelante con su madre y hermana, graduándose en historia y ya un poco mas mayor, en derecho con el propósito de mandar a todos los nazis ante la justicia y estando en eso, conoció a Beate en el metro en 1963, donde surgió el flechazo. Ella pronto se unió a su causa llegando a sentirse culpable al no haberse dado cuenta de lo ocurrido en la guerra. Se casaron ese mismo año.
Beate aprovechó su trabajo como secretaria bilingüe para la oficina franco-alemana para la Juventud para realizar sus investigaciones sobre nazis que no habian sido juzgados, dándose cuenta de que muchos se habian cambiado el nombre y tenían buenos puestos de trabajo en política.
Kurt Georg Kiesinger, líder de la CDU, había militado en el partido nazi desde 1933 cosa que Beate denunció en un articulo publicado en varios periódicos y como podéis imaginar, su despido fue fulminante pero es que ella no sabia que la oficina en la que trabajaba, estaba administrada por otro ex funcionario nazi llamado Walter Hailer.
El matrimonio buscó apoyo en la comunidad judía francesa y en algunos políticos que les apoyaban, encontrándose con Simon Wiesenthal, otro caza nazis que se merece su propia entrada, que les ayudó bastante a recopilar información sobre Kiesinger entre otros.
En 1968, Beate se hizo famosa cuando se presentó en Berlín durante un congreso de la CDU haciéndose pasar por periodista y en el momento en el que estaba Kiesinger en su turno de preguntas, Beate le calzó un sonoro bofetón en plena rueda de prensa mientras le llamaba nazi. Serge estaba en Paris cuidando de Arno, el hijo que tuvieron al poquito de casarse, recopilando mas datos y rezando porque su mujer llegase a salvo. Por suerte, le llamó por teléfono mientras estaba detenida para decirle que todo había salido bien y él se fue directo a Berlín con una maletita con ropa para su mujer ya que allí fue sometida a un juicio por lo que había hecho.
Beate tras el bofetón |
Mientras, Beate en principio iba a pasar esa noche en prisión porque el juez dijo que ya era muy tarde para juzgarla pero debido a la presión popular, la juzgaron durante la noche y Beate fue quien dio el golpe de efecto al juez, ya que cuando la preguntó si tenia algo que decir, ella soltó la bomba: al tener doble nacionalidad francesa y alemana por matrimonio, solo un tribunal francés podría juzgarla ya que si iba a prisión, su abogado contactaría con la embajada francesa en Alemania que estaba bajo control interaliado. Fue condenada a un año de prisión en suspenso, publicando el fallo del juicio en varios periódicos de tirada internacional por lo que todo el mundo supo el pasado nazi de Kiesinger, lo que hizo que perdiese las elecciones.
Serge y Beate siguieron con lo suyo, concediendo entrevistas y sufriendo atentados en su propia casa, ya que a veces les tiraban piedras con mensajes atados diciéndoles lo que podría pasarles a ellos y a sus hijos pero su lucha continuó ya que se dieron cuenta de que muchos nazis no usaban si quiera un nombre falso viviendo tan tranquilos como fue el caso de Kurt Lischka y Herbert Hagen.
A pesar de que eran rebeldes para la policía francesa, Lischka vivía tan piparamente en Colonia con su familia, apareciendo como digo en la guía por lo que Serge y otros amigos intentaron secuestrarle para llevarlo a Paris tras filmarlo varias veces saliendo de su casa para demostrar donde estaba.
El secuestro fue un desastre, llevándose Lischka una serie de golpazos pero no consiguieron tumbarle para meterlo en el coche por lo que huyeron cuando la policía y los vecinos acudieron por el alboroto formado; pero para su sorpresa ningún periódico se hizo eco de que el atacado fue Lischka, solo publicaron que un honrado comerciante había sido atacado por cuatro desconocidos.
Beate y Serge decidieron convocar a periodistas por su cuenta para contarles los detalles del secuestro, prácticamente auto inculpándose, porque así llamarían la atención sobre quien había sido la victima y al ir a la cárcel, como fueron condenados pero que no llegaron a entrar, demostrar que Alemania prefería condenar a los que luchaban que a los nazis que vivían tan ricamente, siendo por su parte una jugada maestra que les salió a la perfección.
Mucha gente se había enterado de lo que hacían y comenzaron a contactar con ellos, gente que había estado en los campos, que reconocía a los nazis, que podía identificarlos y siempre teniendo en cuenta que todos habian perdido a alguien allí. Todos esos testimonios fueron cuidadosamente recogidos y los que no eran muy mayores, se unían a su causa.
Llegaron a viajar a Argentina en búsqueda de Mengele, a Chile donde encontraron a Walter Rauff y denunciaron que viviese en paz como aquel que dice, consiguieron que en los 80 condenasen a Herbert Hagen en un tribunal francés, a Lischka en 1971, pero su mayor éxito fue Klaus Barbie, también conocido como "El carnicero de Lyon" . Ahora que con paciencia ya que tardaron 16 años en poder meterle entre rejas.
En su búsqueda de varios mandatarios, encontraron que Barbie se llamaba Klaus Altman en su nueva identidad viviendo en Bolivia, trabajando para el dictador Hugo Banzer entrenando a las fuerzas paramilitares. A todo esto que Barbie ya había sido condenado y estaba en rebeldía por la justicia francesa.
Lischka durante su juicio |
En la década de los 70, como siguieron estrechando cercos no solo a Barbie, los atentados se intensificaron llegando a recibir un paquete bomba que Serge tuvo la precaución de no abrir y por suerte, otra bomba se la colocaron en el coche que estaba en el garaje, programada para detonar en el momento en el que llevaban a los niños al colegio, pero por lo que fuera, detonó en medio de la noche y nadie resultó herido.
Barbie durante su juicio |
Muchos le recordaban por una de las matanzas mas monstruosas en un campo de concentración: por su orden, la Gestapo arrestó a 44 niños en la colonia de Izieu, un pequeño pueblo, junto con siete de sus educadores; los padres que estaban presentes y vieron todo, en el momento en el que corrieron a sacarlos del vagón de los animales donde los habian metido, se llevaron palizas y tiros. Tras un viaje de tres dias, llegaron al campo de concentración de Drancy donde fueron gaseados según llegaron.
Serge en su alegato final, sacó una lista con los 44 nombres de esos niños y su edad, leyéndolos en voz alta junto con algunas de las cartas que habian escrito mientras estaban en la colonia. Barbie fue condenado a cadena perpetua el 6 de julio de 1987 y mandado a la prisión de Saint-Paul en Lyon donde intentó apelar sin éxito y murió cuatro años mas tarde.
Maurice Papon cuando salió de la carcel |
Michel Slitinsky, judío de 17 años, consiguió huir en 1942 por los tejados cuando fueron a detenerle a él y a su familia a los que mandaron a Auschwitz; ocultándose, aguantó hasta la liberación y recopiló información sobre la historia de la resistencia en la Gironda para condenar a los responsables de la muerte de su familia.
Michel Bergés por otro lado, estaba investigando en la Gironda en los archivos pero lo suyo iba mas por los negociantes de vino de Burdeos bajo la ocupación cuando para su sorpresa encuentra con un documento que recoge un juicio oral de un policía donde relata el arresto de la familia de Slitinsky, documento que fotocopia y manda al interesado que habia escrito unos cuantos libros exponiendo toda su investigación. Slitinsky empieza a tirar del hilo y se encuentra que Papon tenia un papel muy activo en todas estas detenciones, llegando a colaborar con Bergés , Michel Touzet, Gérard Boulanger y Serge unos diez años para demostrar la responsabilidad de Papon en todas las deportaciones.
Papon había sido prefecto de la policía de Paris, ministro de economía bajo la presidencia de Valéry Giscard y es durante su mandato, cuando al mandar una inspección fiscal al diario "Le Canard Enchaine" este le mete el sopapo que Beate le metió a Kurt de forma figurada ya que publica toda su relación con el mundo nazi en 1981.
Serge publica una carta en nombre de la "Asociación de hijos e hijas de los deportados judíos de Francia" donde denuncia su rol durante la guerra y pide su dimisión publica, pero la cosa se alarga otro poquito como con el juicio de Barbie, unos 17 años comenzando los juicios en el 81 y acabando en 1998. Por cierto, Arno, el hijo mayor de nuestra pareja protagonista, en esa epoca ya es abogado como su padre y los dos se encargan de la acusación contra Papon que finalmente es condenado a cadena perpetua, pero sale por razones de salud en 2002 siendo condenado a arresto domiciliario falleciendo en 2007 por una insuficiencia cardiaca.
A dia de hoy, conceden entrevistas contando su historia, han escrito unos cuantos libros como "Memorial de la deportación de los judíos en Francia" e insisten en que a los negacionistas se les calla con pruebas, documentos e incluso con imágenes ya que las hay.
Como diría esta pareja, aquel que combate puede perder pero si no lo hace, ya ha perdido.
¿Conocíais su historia? ¿sabéis de mas cazadores de nazis?
Conozco algún otro caso, pero no como este de tan especial pareja, con mucha valentía. Y con romance.
ResponderEliminarMuy merecida la novela gráfica.
Gracias por esta entrada.
Besos, Morella.
Es que oí hablar de ella en la radio y como siempre en navidad o en mi cumpleaños, me cae alguna tarjeta regalo de alguna librería, me puse a ojear la novela y me la acabé llevando. Me gustó tanto la historia que por eso la traje, poco conocida y pensando en que os iba a gustar.
EliminarMe alegro que fuese así!
Un besazo Demi!
Hoy nos dejas una verdadera historia de amor y tesón. El amor es asi, unir fuerzas los dos en la misma dirección, asi los logros serán y son mucho más certeros.
ResponderEliminarGracias, por la historia, ha merecido conocerla. Un besazo.
Además que siguen dando entrevistas y creo que de alguna forma, aun siguen buscando por lo menos para que se sepa un poco que ha pasado con ciertas personas. El amor al final va a ser que mueve montañas.
EliminarMe alegro que te gustase Campirela!
Un besazo!
feliz san valentín también para ti.
ResponderEliminares una interesante historia la de esta pareja, unida por el altruismo y la sed de justicia.
muchos nazis escaparon a la justicia. me has hecho recordar la historia del ajedrecista lituano karlis ozols:
"El lituano karlis ozols no solo ganó la cruz al mérito de guerra en 1944 como primer teniente, sino que también ganó ese mismo año el torneo de Riga y la medalla de bronce en la olimpiada de ajedrez de 1936. participó en el torneo de Kemeri en 1937 al lado de figuras como el ex campeón mundial alekhine, reuben fine, paul keres y savielly tartakower. a los 17 años había empatado con el ex campeón mundial emmanuel Lasker. cuando acabó la guerra huyó a australia.
"ozols no solo devoraba piezas sobre el tablero; en 1941 se unió a la policía lituana y fue entrenado por las fuerzas de las ss. comandó una unidad de 100 lituanos que asistían en la transportación, resguardo y ejecución de judíos. entre julio de 1942 y septiembre de 1943, más de 10 000 judíos del gueto de Minsk fueron asesinados. el mismo karlis ozols ejecutó a varios. en febrero de 1943 comandó otra unidad de 110 personas que ayudaron a las tropas de la ss a liquidar más de 2000 judíos del gueto de slutz.
"nunca fue encontrado culpable. en 1992 el gobierno federal australiano cerró la unidad que investigaba a karlis ozols e impidió que el fiscal general continuase la querella. karlis ozols murió en 2001 sin pagar las pesadillas que provocó." (fuente: https://www.elorganismo.com/mueven-las-negras-asesinatos-y-ajedrez-2da-parte/ )
besos.
Otra historia interesante. Quizás si se hubiesen encargado Beate y Serge, hubiese llegado a pagar pero de una cosa que si que me he dado cuenta en todo este tiempo, ya sea cuando estudiaba, leyendo yo a mi aire o investigando para el blog y leyendo otros muchos, es que a algunos nazis no interesaba pillarlos o al menos exponerlos públicamente.
EliminarEran secretos a voces que no interesaban sacar a la luz.
Un besazo Draco!