Hoy vamos a ver una historia que tiene muchas patas. En concreto cinco y de ahí que no me detenga mucho en contar vida y milagros de nuestro medio protagonista de hoy, teniendo en cuenta que es quien llevaba la pierna que hoy nos interesa.

Sin detenerme mucho, tenemos a un Antonio hecho y derecho, nombrado gobernador de Veracruz allá por el 1827 y presidente del pais por primera vez en 1828 de las once que llegaría a serlo ; siendo en ese año cuando tomó también el mando del ejercito nacional y durante la guerra de los Pasteles, fue cuando este señor pierde una pierna.
Todo vino de un pastelero francés que pidió una indemnización por los daños en su pastelería durante la invasión francesa pero le dijeron que verdes la segaron y claro, los franceses la liaron mandando unas flotas y allí que estaba nuestro protagonista de hoy preparado para repartir leña como es debido en el muelle y con tan mala suerte, que los franceses dispararon un cañonazo que le acertó en su pierna izquierda.
Lo cierto es que la gente tuvo mala leche al ponerle el mote de "Quince uñas" pero a lo que vamos, el párroco de Veracruz encontró la pierna t decidió enterrarla en una hacienda que era de Antonio, situada en Manga del Clavo.
Nuestro amigo el general, encargó una pierna a un ebanista de Nueva York de corcho y de cuero, tanto le gustó su trabajo que encargó una mas y en 1842, aprovechando el vigésimo primer aniversario de la independencia de México, decide darle santa sepultura a su pierna.
El 27 de septiembre de 1842, festivo en el que se celebra la independencia mexicana, el hombre aprovechó para enterrar su pierna de forma solemne llevando un cortejo fúnebre por toda la Ciudad de México acompañado de funcionarios del estado, ayuntamiento... me imagino que irían preguntándose como poco qué hacían allí en el funeral de una pierna que debia de estar para haberla dejado en su sitio.

Con el tiempo, Antonio acabó cabreando al pueblo hasta el punto que en 1844, fue juzgado por traición y el pueblo fue a por lo que tenia mas a mano de él, su pierna. La sacaron del cementerio, la arrastraron cual Aquiles a Héctor y aunque se rumorea que la recogió un general llamado García Conde, lo cierto es que nunca mas se supo.
Tiempo después, cuando estaban en guerra contra Estados Unidos, sin consultar a nadie, tomó el mando y allá que se fue a combatir perdiendo otra pierna, pero por suerte esta vez fue una de las protésicas que se quedaron allí a modo de trofeo y a dia de hoy, anda expuesta en un museo de Illinois ya que cuando él pidió que se la devolvieran dijeron que esperase sentado.
La otra protésica, la tiene él puesta en la tumba tras fallecer de una diarrea crónica en su casa de la calle Vergara en la Ciudad de México (creo que a dia de hoy es Bolívar) en el mas absoluto olvido y con la cabeza un poco perdida en 1876.
¿Conocías la historia de su pierna? ¿Qué te parece ?
Hola Morella, no conocía la historia, gracias por compartirlo, un abrazo
ResponderEliminarYo creo que ha tenido mas piernas que cabeza jeje
EliminarUn besazo!
Me lo dejas como se suele decir a huevo jjjjj, salió por patas.
ResponderEliminarQue historias, tan tremendamente originales nos cuentas Morella, es una delicia leerlas. Cada vez que entro en tu casita es como esperar que me cuentes un cuento, , pero estos son verídicos..
Un besazo muchas gracias, por tenernos encandilados con tus historias.
Besotes 🙋😘😘😘🌹
Este señor tiene piernas a lo Willy Fog, han visto mas mundo que él seguro jajajaj
EliminarMuchas gracias Campirela, intento traeros cositas curiosas siempre.
Un besazo!
sí conocía la historia de la pierna de este militar y político mexicano pero no con tanto detalle.
ResponderEliminaryo en este momento estoy desarrollando un libro erótico para un post "saturday hot" y justo al llegar a casa antes de sentarme a comer y abrir mi laptop, había sacado de mi biblioteca el tomo vii de la enciclopedia quillet correspondiente a las letras p, q, r y s, para buscar información sobre santa anna y añadirla en el vocabulario del post.
así que me pareció bastante curioso que hayamos coincidido en torno a este personaje.
por si acaso, santa anna no es el personaje principal del libro erótico, sino que lo mencionan de refilón (como se dice).
besos.
Este señor está destinado a salir en nuestros blogs Draco. No se yo, pero sus piernas lo mismo si daban para literatura erótica, vete a saber con tantas filias jajja
EliminarUn besazo!
Uy no sabía sobre la pierna pero es un buena historia. Te mando un beso.
ResponderEliminarGracias J.P!
EliminarUn besazo!
Un clásico, algunos dicen que la pierna (la perdida) está enterrada debajo del ángel de la independencia de aquí de la Ciudad de México, lo cual no creo que sea cierto pero no sé.
ResponderEliminarOye pues podrías investigar Conejito....tipo corresponsal de mi blog en México! o embajador, que queda mejor.
EliminarDesde luego no le paraba nada. Un beso
ResponderEliminarEso si que era de admirar.
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No conocía esta historia Morella. Gracias por compartirlo. Un abrazo
ResponderEliminarDe nada! por cierto, que no te he dicho nada, espero que estés genial!
EliminarUn besazo!
Hola, Morella.
ResponderEliminarEs una de las veces en que puedo contestarte que conocía la historia.
Se menciona en el relato, artículo, Espectro II, en El libro del fantasma, de Alejandro Dolina. En que sus apariciones para castigar travesuras, infantiles, con patadas espectrales eran contadas como forma educativa, amenazante.
Así como lo que contaste vos, los homenajes a esa pierna.
Besos, Morella.
Me imagino dando patadas a una pierna flotante y menos miedo, me da de todo.
EliminarUn besazo Demi!
Una historia muy interesante y con todo un lujo de detalles, la verdad es que no la conocía hasta leerte. Besos
ResponderEliminarMe alegro que te gustase. Curiosa es cuanto menos.
EliminarUn besazo!
Algo de eso sabía por haber leído hace poco los tomos de la historia de los EE.UU. por Asimov, que toca tangencialmente (y a veces directamente) a la historia de México.
ResponderEliminarPero no tenía tanto lujo de detalles. Impresionante.
Besazooo!
Otra cosa no pero piernas este señor para dar y vender.
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Pero que mala pata jajajaja muy buena entrada, amiga. No conocía esta historia.
ResponderEliminarUn besote desde Plegarias en la Noche
Jajajja si tiene una mala, tiene otras tropecientas mas jajaja
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¡Hola! ostras jajaja la verdad es que esta historia ni la conocía, pero sin duda muy interesante. Besos :)
ResponderEliminarGracias Likur! tiene patas la cosa.
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