¿Os gusta el beisbol? en España no es un deporte de los que mas se practique, creo que nunca he visto un partido entero. Es mas, diría que las nociones que tengo de beisbol, son mas por el cine que otra cosa.
Pero hoy, os vengo a contar algo que sucedió un verano de hace 104 años, una muerte que ayudó a mejorar la seguridad para los jugadores en los partidos pero eso si, se lo tomaron con calma.
Ray |
El 15 de enero de 1891, nació Ray Chapman en Kentucky aunque poco después, sus padres se mudaron a Herrin en Ilinois donde creció.
Siendo bueno en el beisbol, comenzó a jugar en las grandes ligas en 1912, en el equipo de los Naps de Cleveland que luego pasó a llamarse los Indios de Cleveland; allí Ray era muy querido, le gustaba cantar y estaba siempre disponible si había un problema, todo ello al margen de que era un gran jugador y uno de sus récords, el de 52 bases robadas, se mantuvo hasta 1980.
Para 1920, Ray se había casado hacia poco con Katheleen Daly, con quien estaba considerando formar una familia y la posibilidad de retirase del beisbol para pasar a trabajar en la empresa familiar de ella.
El 16 de agosto de ese año, se disputó un partido en el Polo Groudns de Manhattan entre los Indios de Cleveland y los Yankees de Nueva York.
El pitcher Carl Mays de los Yankees se enfrentaba directamente a Ray que era bateador, la tarde había sido lluviosa y la pelota, no me queda claro si a posta o no, estaba pingada de barro; los Indios iban ganando a los Yankees y Mays lanzó la pelota que Ray no vio, impactando en su sien.
Como se oyó un crujido seco, Mays pensó que Ray había bateado la pelota y continuó el juego pero Ray estaba en el suelo de rodillas sujetándose la cabeza, con un compañero a su lado que empezó a llamar al arbitro a gritos que paró el juego para llamar a un medico. Ray estaba sangrando por los oídos a borbotones.
Carl Mays |
Ray se puso de pie diciendo que estaba bien, que le dieran su alianza a su esposa y que alguien hiciera el favor de decirle a Mays que no se preocupase pero al intentar salir del estadio por su propio pie, volvió a caer inconsciente y nunca mas se despertó.
Fue trasladado al hospital St Lawrence, muy cerca del estadio, donde le hicieron unas radiografías que determinaron que el crujido seco que se oyó en el estadio, fue la fractura craneal que le hizo la pelota a Ray de unos 9 centímetros, entrando al quirófano casi en el acto.
Pero una vez abierto el cráneo, se dieron cuenta de que el cerebro estaba lesionado ya que a parte de quitar un trozo de hueso clavado de varios centímetros, había muchos coágulos de sangre lo que significaba que el cerebro se había golpeado con el propio cráneo. Sin embargo, al terminar la operación, Ray reaccionó bastante bien respirando por si mismo y mostrando algo de mejoría por lo que sus compañeros de equipo, que habian estado en la sala de espera acompañándolo, decidieron marcharse al hotel sobre la una de la mañana y esperar a Kathy a la mañana siguiente que iba desde Cleveland.
Pero a las 4 de la mañana, Ray entró en parada y ya no se recuperó, teniendo el dudoso honor de ser el primer y unico jugador hasta el dia de hoy que ha muerto por un pelotazo en la cabeza en las Ligas Mayores de Beisbol.
Katheleen llegó al dia siguiente y aunque intentaron darle la noticia de una forma suave, se desmayó en cuanto se enteró de que era viuda. Lo peor es que estaba embarazada de una niña, Rae, que nació unos meses después.
Un par de años de la muerte de Ray, Katheleen se casó con un hombre importante en la zona de Los Ángeles pero aunque era un matrimonio bien avenido, Rae se llevaba bien con su padrastro y en común tuvieron otro hijo, todo el que la conocía sabia que arrastraba la pena de la muerte de Ray.
Esquela de Katheleen |
En 1928, con 34 años, Katheleen acabó con su vida tras varios ingresos en clínicas psiquiátricas para intentar mejorar su depresión y tristeza; Rae se quedó con su padrastro pero por desgracia, también acabó falleciendo en 1929 tras el sarampión, siendo las dos enterradas en Cleveland.
Mays por su parte se presentó como voluntario en la oficina del fiscal de Nueva York para testificar lo ocurrido esa tarde en el estadio, ya que era conocido por manchar la bola para que fuera un poco mas complicada de ver por los bateadores y de lanzarla muy cerca de su cabeza pero ni se presentaron cargos determinando que todo fue un accidente. Otra cosa no, pero testigos hubo.
Aunque continuó jugando, siendo su mejor temporada la de 1921, lo cierto es que nunca fue un jugador especialmente querido o apreciado y mucho menos de lo pasado con Ray. Tras terminar su epoca de jugador, fundó una escuela de beisbol donde enseñaba a jugar de formas seguras y se dedicaba a cazar talentos pero era consciente que lo que pasó aquel dia de agosto, le pasó factura a la hora de ser reconocido.
Las consecuencias de la muerte de Ray se vieron años después, ya que en el 41 (creo que se lo tomaron con mucha parsimonia) los equipos de la Liga Nacional usaban casco durante los entrenos y algunos se los dejaban incluso en los partidos pero hasta 1947, no se implementó como algo normal.
Hasta ese momento, los jugadores si no tenían casco, se ponían gomaespuma o cualquier cosa bajo la gorra que les pudiese proteger de un golpe pero vamos, que en el 56 fue cuando se hizo obligatorio el uso de casco en la liga y ya en el 70 norma.
¿Conocías este caso? ¿crees que fue una muerte que se pudo evitar?
No tenía ni idea pero no me extraña. Una pena. Un beso
ResponderEliminarLo cierto es que siempre van a tiempo para algunas cosas....
EliminarUn besazo Susana!
Qué cosas pasan, también fue mala suerte. Gracias por compartir la historia. Un abrazo
ResponderEliminarPero una mala suerte loca, nunca había pasado algo así hasta que como siempre, pasó.
EliminarUn besazo Nuria!
Coincido en que mis conocimientos sobre ese deporte son cinematográficos. Y bastante confusos.
ResponderEliminarAsí que no puedo opinar mucho sobre este caso, que no conocía.
Aunque sospecho que no tenían idea del riesgo que podría haber, lanzando pelotas de esa manera.
Lo impresionante es que también murieron, por causas distintas, la esposa y la hija.
Tal vez se habría podido evitar si entonces hubieran sabido de la necesidad de usar cascos.
Besos, Morella.
Lo de la mujer y la hija me dejó bastante planchada porque parece que los tres tenían malas cartas con las que jugar.
EliminarYo creo que como siempre, como nunca había pasado nada, ni siquiera se les pasaba por la cabeza la posibilidad de que sucediera un accidente hasta que pasó.
Un besazo Demi!
Como bien has dicho aquí no somos muy fervientes del beisbol, más que nada se conoce por películas.
ResponderEliminarEs un caso de accidente, y aunque tardaron años está muy bien que los jugadores vayan con sus cascos puestos asi evitan otro pelotazo.
Gracias, Morella, otra cosita más que nos llevamos de enseñanza. Un besazo, feliz noche.
Lo cierto es que no se si habrá algún equipillo aquí en España ahora que lo pienso. No es un deporte del que se escuche mucho hablar.
EliminarComo siempre, se aprendió a las malas!
Un besazo Campirela!
Uf, este caso sí lo conocía pero re-leerlo me tuvo entretenido por hoy. Mejor que verlo en documental definitivamente.
ResponderEliminarMe alegra haberte entretenido jejeje
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