domingo, 25 de septiembre de 2016

Una Medea moderna


Medea según el mito de Eurípides, era una mujer enamorada de Jason pero también una gran hechicera como su tía Circe. Resumiendo la historia, Medea se casó con Jason y vivieron felices unos diez años llegando a tener dos niños pero Jason, la repudió para casarse con Glauca, la hija del rey Creonte.
Medea, manda a sus hijos llevar a Glauca un vestido precioso hechizado por ella, así que cuando Glauca se lo pone, la tela comienza a arder y el rey Creonte, al intentar apagar las llamas para salvar a su hija, también fallece.
Mientras Jason va a buscar a Medea, ésta mata a los hijos que había tenido con Jasón para hacerle aun mas daño y huye de Creonte en el carro de Helios mientras le dice que a sus hijos los mató su ultraje y reciente boda.Esta tragedia ha sido ampliamente representada en el Teatro de Mérida y por desgracia también en el mundo real, donde una madre fue capaz de matar a sus hijos para hacer el mayor daño posible a su marido.
El 19 de enero de 2002 en Santomera, Murcia,la señora de la limpieza de una casa encuentra los cadáveres de los hijos pequeños de la familia para la que trabajaba y a la mujer,Francisca Gonzalez Navarro, conocida como Paqui, hecha un manojo de nervios. Al parecer, esa madrugada un ecuatoriano según ella, había entrado en la casa por una ventana y la había rociado con un spray paralizante que la había dejado inconsciente y al despertar, se había encontrado con sus dos hijos pequeños muertos, medio desnudos y atacados violentamente aprovechando que su marido José Ruiz estaba de viaje por el Reino Unido debido a su trabajo de camionero.
Jose Ruiz y Paqui en el entierro de sus hijos pequeños
De hecho, ella misma había contado a algunos vecinos que a su marido le habían amenazado varias bandas por temas de drogas y que había un ecuatoriano que merodeaba por su barrio desde hacia unos días.
En el entierro, los periódicos captan al matrimonio y aparece Paquita rota de dolor abrazada por su marido mientras su madre, la abuela de las criaturas, solo se asoma por la ventana para ver el cortejo fúnebre que sigue a sus nietos,Paqui solo la dice madre y continua su camino...
Realmente la Guardia Civil tenia tantas pruebas en su contra que decide por cortesía esperar a que sus hijos estén enterrados para poder detenerla y que confiese el crimen doble que había cometido. De hecho en el entierro mucha cara compungida y demás, pero realmente no llora en ningún momento.
Cuando el funeral acaba, la Guardia Civil se la lleva para interrogarla por que las pruebas en su contra se acumulan: el spray paralizante era suyo, los niños tenían restos de su piel bajo las uñas y ella tiene arañazos en cara y brazos muy visibles.
Paqui se derrumba y dice que ella cree que lo hizo pero que iba puesta de coca y whisky y a parte se había tomado Dormodor por lo que tenia amnesia, dice que su marido la maltrataba y que tenia miedo de el. En la investigación se deduce por el análisis del pelo, que lleva consumiendo coca al menos un par de años y los psiquiatras desmontan la teoría de que la mezcla de esas sustancias hicieran que tuviese amnesia, en todo caso la hubiese animado a cometer el crimen.
De hecho, su marido y ella relatan que su matrimonio era tormentoso donde los dos se maltrataban mutuamente, hacían intercambios de parejas, el la era infiel durante su trabajo con prostitutas de carretera y eso a Paqui la hizo sentir unos celos enfermizos.
Llegó a declarar que no era una buena madre y que a veces delegaba el cuidado de sus hijos pequeños Francisco Miguel y Adrián Leroy sobre su hijo mayor de 14 años y que los maltrataba de palabra y obra.
Su hijo mayor declaró por videoconferencia y dijo que esa noche, había oído gritar a sus hermanos pero como sabia que su madre solía maltratarlos, no salió de la habitación hasta el dia siguiente sobre las 7 de la mañana cuando su madre le dijo que sus hermanos dormían y que el bajase a la calle a comprar tabaco.
Su marido declara que su mujer y el tenían esa relación tan tormentosa y que ella era una persona extremadamente celosa, tanto que un dia el se encontró bajo la almohada un cuchillo de cocina y temía que pudiera estar envenenandole pero que no temía por la vida de sus hijos, sino jamas se hubiese ido de viaje.
Durante la noche del asesinato, ella le mandó mensajes obscenos y también amenazas de divorciarse por maltrato y amenazas textuales como "te voy a hacer mas daño del que tu me has hecho a mi" sabiendo que lo que mas quería el eran sus hijos, decidió quitarlos de en medio ahorcandolos con el cable de un cargador móvil.
Rompió la ventana y preparó la escena para que pareciera un robo escondiendo joyas y otros objetos de valor que aparecieron en el segundo registro junto con las papelinas de coca e incluso puso la lavadora para limpiar su pijama y el de sus hijos pequeños para que pareciera al encontrarlos medio desnudos que habían sido victimas de una brutal agresión.
En el juicio, el abogado intenta que la absuelvan por enajenación mental transitoria y ella niega haberlos matado pero los psiquiatras que la peritan dicen que tiene rasgos de personalidad paranoide, narcisista y antisocial pero es consciente de sus actos y les sorprende la frialdad y la falta de remordimientos sobre la muerte de sus hijos, por lo que el jurado decide que actuó con alevosía y agravante de parentesco y que el crimen estaba planificado de antemano,por lo que es condenada a 40 años de cárcel, 20 por cada hijo.
Paqui comienza a ser conocida como Paquita la Muerte o la Bruja de Santomera,  fue ingresada en la cárcel de Sangonera a quince kilómetros de Murcia donde ingreso en la enfermería bajo el protocolo de prevención de suicidio, autolesiones y también para que las otras reclusas no la atacaran.
Como poco aun la quedan 15 años de cárcel y aun sigue sin ser capaz de explicar que la llevó a matar a sus hijos aquella noche, de hecho se ha sometido voluntariamente a un estudio por parte de un equipo de psiquiatras de Francisco Pérez Abellán que aun no ha publicado sus resultados para intentar comprender por que hizo lo que hizo. 

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