Hoy os traigo un edificio que a veces pasa desapercibido hasta para los propios madrileños; uno sale a sus cosas de la estación de Atocha en frente a la calle Alfonso XII o por el metro de esa acera y como lo tienes todo tan aparentemente visto,ni siquiera te fijas en lo que hay.
Pero justamente en esa calle que digo, esta el museo de Antropología de Madrid , antigua casa del doctor Velasco que como no puede ser de otra forma, tiene su calle en esa zona. El museo lo inauguró Alfonso XII en 1875 llamado originalmente el Museo Anatómico habiendo sido la mayoría de las piezas donadas por el propio doctor pero pongámonos en antecedentes...
El doctor Pedro Gonzalez de Velasco había nacido en Valseca, Segovia en 1815.Su entorno era muy humilde pero de jovencito viajó a Segovia donde aprendió latín y se ganó la vida como soldado pero cuando sus padres murieron, decidió viajar a Madrid para estudiar su autentica pasión,la medicina.
En tres años era practicante y en cinco consiguió ser cirujano, todo eso a la vez que trabajaba en otras cosas,por ejemplo de camillero en el Hospital Militar.
Su fama como anatomista creció como la espuma, sus clases en la Facultad del Hospital Clínico San Carlos (donde esta hoy el museo Reina Sofía) estaban llenas hasta la bandera ya que sus alumnos querían saber mas sobre anatomía, disecciones...gracias a eso fue elegido como catedrático de operaciones en la Facultad de Medicina de Madrid, lo que le permitió viajar coleccionando piezas antropológicas que iban desde lanzas a calaveras.
Cuando se construyó su palacete, quiso que a parte de residencia fuera un centro para impartir conferencias y un museo con todas las piezas que el había reunido en sus viajes, piezas pagadas de su bolsillo; entre ellas hay varias calaveras como dije antes algunas con deformidades, vaciados craneales...pero entre tanta rareza,aparece un retrato, el de una joven preciosa que es identificada como doña Concha, la hija del doctor empezando aquí la leyenda.
En 1864, Conchita se contagió del tifus con quince años, siendo tratada por el doctor Benavente (el padre de Jacinto Benavente) pero no respondía al tratamiento ya que en esa epoca tratar una fiebre tifoidea era muy complicado. El doctor Velasco en contra de lo recomendado por su colega,la administró una purga para acabar con la enfermedad pero con quien acabó fue con la propia Conchita.
Cuando empeoró, el doctor Velasco llamó a su colega que poco pudo hacer por salvarle la vida y el doctor Velasco nunca superó esa perdida.
Esquela publicada en el ABC |
Se dice que mandó hacer un vestido blanco como de novia, unos zapatos y embalsamó a Conchita vestida, maquillada y con una peluca.
Utilizó sus propias técnicas de embalsamamiento y la enterró en el cementerio de San Isidro;tal era su dolor que llenó toda su casa con fotos de la joven incluido el carruaje y cuando terminó de construir su casa-museo, la hizo una capilla en su honor y sacó su momia del cementerio unos dias después de haberla inaugurado.
Utilizó sus propias técnicas de embalsamamiento y la enterró en el cementerio de San Isidro;tal era su dolor que llenó toda su casa con fotos de la joven incluido el carruaje y cuando terminó de construir su casa-museo, la hizo una capilla en su honor y sacó su momia del cementerio unos dias después de haberla inaugurado.
A su mujer la exhumación no le parecía bien pero él ni caso, además el doctor Pulido que acompañó al doctor Velasco a exhumar el cadáver, comprobó al abrir la tapa que Conchita no se había descompuesto, estaba tal y como la enterraron conservando incluso elasticidad en las articulaciones.
Así que el buen doctor tomó la decisión de momificar el cadáver y sentarla en una de las habitaciones de su nueva casa con la ventana abierta para que pudiese ver Madrid y cuando el proceso de momificación se había terminado, la metió en una vitrina que colocó en su capilla.
cementerio de San Isidro |
Por si fuera poco, a la hora de comer y cenar, pese a las quejas de su familia, la sacaba de la vitrina y la sentaba a la mesa como si estuviese viva, todo eso sin contar que todas las mañanas iba a la capilla para hablar con ella y hasta se cuenta que se la llevaba de paseo al Retiro o que la sacaba por la noche.
Enseguida comenzaron las habladurías por Madrid, todo aquel que había observado al medico sintiendo lastima y compasión, ahora le miraba con recelo, como si fuera un loco por tener a su hija momificada en su casa y comportarse como si estuviese viva aunque bueno, permitirme el inciso de que eso tampoco es que fuera muy normal, así que su fama comenzó a decaer y esas conferencias que antes estaban llenas, se iban quedando vacías.Así que el doctor decidió oír los consejos de su mujer y amigos, enterrando a Conchita dentro de su propia casa que era lo que él quería desde un primer momento siendo el sitio elegido la sala principal del museo, en el mismo sitio que fue él enterrado cuando falleció en 1882 tras haber sido embalsamado por sus alumnos.
Pero su mujer que debía tenérsela jurada por haber exhumado el cadáver de Conchita tan alegremente, mandó sacar la momia de su hija para enterrarla en el cementerio de San Isidro dejando en su casa al doctor Velasco, poco mas o menos que le debió de decir "ahí te quedas" y ahí estuvo hasta 1943, cuando empezaron a rehabilitar el edificio y descubrieron que estaba ahí el doctor,por lo que decidieron darle una ceremonia y trasladarlo a San Isidro junto a su mujer y su hija.
¿Entonces de quien es la momia de la foto que apareció en una sala de la Facultad de Anatomía de la Universidad Complutense de Madrid?
Esta momia apareció en una vitrina y estaba identificada como Concha, la hija del doctor Velasco pero gracias al Dr Enrique Dorado y colaboradores, se supo que era una niña llamada Carmen Tarin y Perdiguero, hija de otro medico que habia muerto con doce años por tisis en 1867.
El doctor donó el cadáver de su hija al doctor Velasco para que investigara la enfermedad pero como había estado enterrada en un lugar donde había un arroyo y el nicho por lo visto no hizo su trabajo de aislamiento, cuando llegó a casa del doctor Velasco la niña ya estaba momificada naturalmente.
Asi que con la historia de Conchita, las dos habian sido expuestas durante un periodo de tiempo a la vez en el museo cada una en una vitrina,pues al pasar los años y rehabilitar el museo se pensaron que esta momia era la de Conchita cuando este cuerpo nunca ha llegado a estar en la Universidad.
Sea como sea, todo lo que rodea a la hija del Dr Velasco es un misterio,el propio Dr Pulido desmintió los paseos del cadáver de Conchita por Madrid a lo Felipe el Hermoso pero la leyenda continua con el paso de los años, así que si un dia al salir de Atocha Renfe ves a una hermosa jovencita asomada por la ventana del Museo Antropológico, que no te extrañe,puede que Conchita haya recuperado viejos hábitos...
Parece que hay bastante de real en esa historia, pero se ha exagerado. Es raro que el doctor hubiera paseado a su momificada hija, exponiéndola a rumores.
ResponderEliminarAlgo que podría agregarse a la leyenda, que en el museo se escuchaban las voces de dos mujeres. Y que eran las dos momificadas hablando de sus padres. Y de otros temas.
Interesante como lo contás. Besos.
Ya sabes a la gente lo q le gusta hablar y más si es de alguien q tiene una reputación ganada a base de trabajo y constancia. Nunca se sabrá hasta que parte es leyenda y que parte es realidad pero yo siempre me la imagino a lo madre de Norman Bates mirando al infinito cuando salgo de la estación de Atocha.
EliminarUn besazo Demi!