Las Xanas

Hace un tiempo, os hablé de la historia de la Encantada en España y hoy vamos a conocer a unos espíritus femeninos que a veces también están como ellas, encantadas pero no de la misma forma ya que no todas quieren librarse de ser una Xana.

Hoy os voy a llevar a la zona de Asturias, preciosa tierra. Si queréis saber mas...

Se dice que las Xanas son mujeres preciosas con un cabello rubio que se peinan con un peine de plata. Viven en zonas de agua como lagunas, lagos, ríos e incluso fuentes pero no se dejan ver tan fácilmente ya que guardan grandes tesoros. Quizás tendréis facilidad para encontraros a alguna en la noche de San Juan ya que se dice que es en ese momento cuando aprovechan para pastorear su ganado pero no prometo nada por si acaso.

Hoy os traigo dos historias de las Xanas que son las que mas me gustan a mi, pero hay infinidad. 

EL PAN DE CUATRO PICOS 

Se cuenta que una noche de San Juan, un campesino estaba vagando por los bosques lamentándose por ser tan pobre.

Cerca de un rio,comenzó a llorar y una Xana apareció ante él tranquilizándole, diciéndole que si la ayuda a desencantarse, ella le dará el tesoro que posee.

Para eso, lo único que tiene que hacer es conservar sin comer un pan de cuatro picos durante un año, que es cuando debe de llevárselo de vuelta pero remarcando que ni él ni su mujer deben probar un bocado de dicho pan.

El hombre, marchó a su casa tan contento y le contó a su mujer lo que había pasado. Los dos guardaron el pan en la despensa y prosiguieron su vida hasta que un día antes de que el año se cumpliese, iban muy mal, tanto que a penas tenían que comer.

La mujer se acordó del pan que tenían en la despensa, que supuestamente no debía de ser tocado pero tenia tanta hambre, que le arrancó un pico de un mordisco e intentó arreglar el pan estirando la masa y envolviéndolo en un pañuelo.

Dibujo de Roberto Suarez

Cuando llegó la noche de San Juan, el hombre cogió el pan envuelto en el pañuelo y se lo entregó a la Xana que lo hundió en el agua. El pan comenzó a transformarse en un caballo que serviría para sacar a la Xana de allí pero al faltarle un pico, resultó ser cojo de una pata por lo que el desencantamiento no sirvió para nada.

El hombre se frustró y la Xana, le recriminó tener una mujer tan comilona pero antes de que se fuera, le entregó un pañuelo para que se lo diese a su mujer de su parte por haberse comido el pan.

Él partió a su casa, extrañado por el obsequio cuando su mujer había sido la que había conseguido que todo fallase; en un momento dado le entró sed y paró en un manantial cercano a beber agua apoyando el pañuelo en una rama. Según el pañuelo tocó el árbol, este se prendió en llamas.

Menos mal que ese pañuelo no llegó a su mujer ¿verdad?

ENCONTRONAZOS VARIOS

 El rey astur Mauregato en el siglo XVII resistía como podía el envite musulmán. Para intentar llegar a un acuerdo mas o menos de paz, acordaron dar a los musulmanes 100 doncellas una vez al año.

Una de esas doncellas era Belinda que vivía en lo que hoy es conocido como Avilés; cuando vio que los soldados del rey se acercaban para llevársela, salió huyendo hasta que exhausta llegó a una fuente donde se derrumbó.

Rey Mauregato

Entonces oyó una voz de la fuente que le preguntaba si quería ser su Xana para vivir en dicha y ella en su desesperación, preguntó que era lo que debía de hacer a lo que la fuente le dijo que simplemente, bebiese de su agua y que le daría el poder para acabar con el tributo.

El rey estaba ya un poco desquiciado porque tenían 99 doncellas y le faltaba solo Belinda, así que al ver que ni siquiera sus soldados aparecían, se marchó a buscarla él mismo con otra parte de su ejercito.

Tras un rato buscando, encontró a Belinda en su fuente peinándose tan ricamente con un peine de plata; él cabreado cual mona, le preguntó que donde estaba su ejercito a lo que ella respondió que no era ningún ejercito, solo unos corderos.

El rey estaba ya que se subía por los arboles de la desesperación ante tanta insolencia a lo que contestó que de cord3eros nada monada que eran soldados como los que él llevaba y Belinda le dijo "no son soldados, son corderos y tú eres su pastor". 

Para pasmo del rey, vio como todo su ejercito era convertido en corderos delante de su cara y que él mismo en lugar de levar las ropas de guerrero llevaba el atuendo típico de un pastor. Tras suplicar un rato que le quitase el encantamiento, la xana aceptó a cambio de que se acabasen los tributos o la próxima vez, ella le convertiría en cordero a él. El rey aceptó y nadie más volvió a tocar a una doncella.

Por si tenéis curiosidad, la fuente aun se conserva en la entrada de Avilés y además, si algún día vais por Asturias, os dejo por aquí la ruta de las Xanas y aquí una receta del pan de cuatro picos.

¿Conocíais esta leyenda?¿que le pediríais a una Xana?