Los motines de las verduleras

En España una frase despectiva es que te digan que "pareces una verdulera" por tu forma de hablar, ya sea elevando mucho la voz o por tu carácter. Lo que digo, siempre ha sido algo despectivo pero creo que cuando leáis lo que os voy a contar hoy, hasta puede que empecéis a considerarlo sino un honor, algo muy alejado de un insulto...

Madrid Chic

Nos situamos en 1892 en los mercados de la calle de la Ruda y la Cebada, tanto puestos fijos como ambulantes. El alcalde Alberto Bosch había subido el impuesto relacionado con la venta de verduras, de 15 a 50 céntimos por banasta mas o menos, cosa que a las verduleras de estos mercados no les hizo ninguna gracia ya que su puesto de trabajo peligraba teniendo que pagar mas impuestos y ganar menos.

Liarla ya la habían liado previamente ya que Raimundo Fernández Villaverde, gobernador civil en ese momento, se había tragado el motín de las alcachofas. Esto vino porque se propagó el rumor de que en el mercado de la Cebada se vendían verduras con bichos y microbios, especialmente las alcachofas y las verduleras al ver que peligraba su sustento, exigieron ayuda a la administración y tanto fue el revuelo y la que montaron, que al llegar Villaverde a ver que pasaba, le recibieron con una lluvia de alcachofas.

Esto no gustó nada al señor así que impuso fuertes sanciones y hubo detenciones a algunas de las verduleras las cuales se defendieron con uñas y dientes.

Imaginar ahora que ambiente habría cuando después del momento alcachofa, les suben encima los impuestos, no os digo como se pusieron cuando acudieron los cobradores, que tuvieron que desistir al ver como se pusieron.

Foto Madrid

Muchas intentaron que sus compañeros de puesto no pagaran pero nadie las hizo caso por lo que una cuantas, se marcharon a Lavapiés donde pidieron a mercados y tiendas que cerrasen ante la subida de impuestos y enfrentándose con todos los que las plantaban cara. A las ocho de la mañana casi todos los mercados se habian unido.

El Gobernador Civil, en este caso Gonzalo de Saavedra, de nuevo dijo que estaría en su despacho esperando a quien quisiera manifestar su disconformidad con el tema de los impuestos y allá que fueron mas de doscientas tenderas ambulantes y de puesto fijo, camino de la plaza de la Cebada con banderas improvisadas de colores a las que habian colgado pimientos, lechugas, zanahorias y seguramente, alcachofas.

Lo que pasa es que el Gobernador había dejado a un sector de la guardia a caballo en los mercados haciendo guardia por si había disturbios y como comprenderéis, la cosa se lio ya que muchas de las que estaban en los puestos pensaron que habian secuestrado a sus compañeras porque tardaban mucho así que al final la guardia cargó contra las vendedoras y estas cargaron contra la guardia armadas de piedras y adoquines. Al final, tuvieron que hacer tiros al aire en varios mercados para que parase la violencia.

El caso es que a la una de la tarde, el Gobernador publicó un bando municipal en el que ordenaba el cese de la violencia y los ataques pero verdes la segaron que la cosa siguió por la tarde y ahí ya el tema empezó a asustar a la plana política mayor ya que la regente Maria Cristina y la corte iban de camino a Aranjuez por lo que se empezó a temer la posibilidad de que se asaltasen los carruajes reales. Solución, sacar el ejercito a la calle. 

Alberto Bosch

Por la noche, la cosa se calmó hasta tal punto que se pegaron bandos en las paredes que dejaban sin efecto el impuesto por el que se había liado todo pero claro, a ver quien era el que lograba leerlo ya que con tanta turba, no había quedado un farol sano.

Hubo mas cosas como la huelga de verduleras de abril de 1914, ya que los abastecedores querían subir el precio de la mercancía pero no la calidad así que las verduleras cerraron sus puestos y volvieron de nuevo a la calle a convencer a otros vendedores para que hiciesen lo mismo pero esa vez no les costó que las secundasen ya que todos con esa subida, vendían mucho menos y gracias de nuevo a su actitud peleona, aunque esta vez debido al anterior, el gobierno de Madrid se preparó mejor para que no estallase la violencia, se consiguió que se eliminasen de los mercados las reventas y las subidas de impuestos.

En 1919 volvió a suceder lo mismo y de nuevo, las verduleras salieron en su propia defensa y se dice que a ellas siempre se las unía las castañeras, cigarreras y demás vendedoras fijas y ambulantes ya que la lucha por sus derechos al final beneficiaba a todas.

Ahora se entiende porque mi abuela decía un dicho muy madrileño que a dia de hoy, oigo entre poco y nada "tienes mas peligro que una verdulera de la calle de la Ruda".

¿Qué os ha parecido?¿creéis que sigue teniendo sentido llamar a alguien verdulera de forma despectiva?