Otro cuento de Navidad

Valle de la Pineta

Hoy con esto de que es Navidad, permitirme que os traiga un cuento un poco moñas pero muy bonito de la tradición pirenaica. Entiéndase moñas para lo que es el contenido de mi blog pero a veces me gusta traeros este tipo de cosas y hoy voy a aprovechar para contaros el motivo por el que el pino, el abeto y el enebro jamás pierden sus hojas durante el invierno...

Monte Perdido

Cuenta la leyenda, que había un pajarito en el valle de la Pineta a pie del Monte Perdido con un ala rota. El resto de sus amigos y familia habian salido volando hacia el sur en busca de tierras mas cálidas pero él no podía alcanzar mucha altura, comenzando a tener miedo ya que comenzaba a hacer frio.

El pequeño se metió dentro del bosque encontrándose un álamo precioso con hojas plateadas al que preguntó: "Álamo, ¿me dejas vivir en tus ramas hasta que llegue el buen tiempo?" a lo que el árbol le contestó "No, bastante tengo con cuidar de mis hojas. Vete de aquí"; el pájaro se marchó triste encontrándose con otro árbol al que preguntó "Sauce ¿puedo vivir en tus ramas hasta que llegue la primavera?" a lo que el Sauce contestó "No pajarillo, no cobijo  a desconocidos ¡déjame en paz!"

El pájaro continuó su camino cada vez mas triste cuando vio otro árbol al que preguntó "Roble ¿puedo vivir en tus ramas hasta que venga el calor?" a lo que el Roble contestó "No ya que te comerás todas mis bellotas ¡Márchate de aquí"; el pequeño pájaro estaba a punto de llorar y dejarse morir cuando una voz le preguntó qué le pasaba. El pájaro contestó que no tenia sitio para pasar el invierno y que tenia miedo de morir de frio y hambre a lo que la voz le contestó "date la vuelta y ven a mis ramas. Coge la que mas te guste y así me harás compañía durante el invierno" el pájaro al girarse vio un abeto hermosísimo al que llegó despacito y casi brincando por su ala rota.

Abetos del Pirineo

Cuando se subió a una de las ramas, escuchó otra voz que le dijo "ven a este lado ya que yo no tengo mucha rama frondosa pero te protegeré del viento porque soy muy grande" , moviéndose el pequeño en busca de esa voz para encontrarse con un enorme pino, primo del abeto que estaba al lado y también a un enebro precioso que se comprometió a darle comida todo el invierno.

El pájaro pasó un invierno muy bueno ya que los arboles cumplieron  su promesa y él a cambio les daba compañía hasta que llegó el viento del norte, protegiéndole el pino tal y como había dicho.

Ese viento es juguetón y suele ir acompañado de sus padres, el rey y la reina de la Escarcha; al pequeño viento le gusta soplar hasta quitarle las hojas a los arboles y sus padres los llenan de escarcha pero desde ese invierno, decidieron que el pino, el abeto y el enebro conservasen sus hojas por su generosidad con el pequeño pájaro y que así pudiesen ayudar a otros pájaros que se encontrasen con el mismo problema pasando a ser los tres arboles mas envidiados por el resto.

Debido a la generosidad del abeto especialmente, se decidió que en las Navidades fuera el árbol que la gente pondría en sus casas pero eso es otra historia que te conté aquí.

¿Os ha gustado el cuento? ¿Qué tal lleváis la Navidad?