domingo, 20 de diciembre de 2015

Los Resucitadores


En 1788, un juez británico condenó a un medico aficionado a diseccionar cadáveres. En esa epoca había un auge de cuerpos destinados a la disección como los reos condenados a terminar en un patíbulo, pero la sentencia que declaraba el robo de cadáveres como una falta que podía hacer que uno acabase entre rejas, fastidió bastante a las escuelas de medicina.
Un alumno que en esos días quería formarse en medicina, necesitaba dos cadáveres al año para diseccionar y era evidente la falta de cuerpos para ello a finales del siglo XVIII y ademas, eran menos los presos ejecutados y mas condenados a cadenas perpetuas o trabajos forzosos.
Entonces aparecieron unas figuras un tanto siniestras llamadas resucitadores, personas de bajo estrato social que se dedicaban a proporcionar cadáveres a las escuelas de medicina por unas ocho o diez libras esterlinas, un dineral para la epoca.



Después de esta introducción, me gustaría que te vinieras conmigo a Escocia, pero no a buscar a Nessie que también estaría bien. ¿Te vienes a dar un paseo y te cuento una historia sobre resucitadores? en esta jornada tan rara de voto, creo que vendrá bien para despejarnos un poco.
William Burke nació en 1792, llegando a Edimburgo dispuesto a ser peón bracero alojándose en la pensión de Margaret Laird, una mujer que sobrevivía gracias al alquiler de habitaciones pero su trabajo de casera estaba muy bien considerado y la mujer tenia muchos pretendientes.
William Hare era uno de ellos y se hizo muy amigo de Burke,que también se había echado una novia llamada Helen McDougal.
A los cuatro amigos les gustaba la bebida espirituosa y tenían confianza para hablar de la situación de Edimburgo, llegando a sopesar el trabajo de vendedor de cadáveres y poco imaginaban que el destino les iba a poner la ocasión en bandeja.
 Una noche de 1827, estaban las dos parejas charlando y bebiendo cuando oyeron unos ruidos que venían de la habitación de  Desmond, otro huésped. Margaret estaba cabreada por que le debía varios meses y pidió a Burke y Hare que subiesen a ver que le pasaba.
Lo que se encontraron fue el cadaver de Desmond y Burke sugirió a Hare acudir a la escuela de medicina para vender al pobre Desmond aun caliente.
Allí fueron recibidos por el doctor Robert Knox, que era un excelente pagador cuanto mas fresquito estuviese el cuerpo, así que les dio siete libras a cada uno y les invitó a volver siempre que quisieran con mas mercancía.
El tema estaba en como conseguirían mas cadáveres ya que los cementerios estaban  muy vigilados por el tema de las profanaciones, tanto que los familiares de los difuntos se turnaban para vigilar las tumbas durante la noche y que así nadie tocase a sus muertos.
Así que comenzaron a buscar un perfil en concreto: gente que no tuviera familia, amigos que les echasen de menos y que a ser posibles, fueran altos y así como cachas ellos. Y lo encontraron en Joseph "el molinero" al que invitaron a tomar unas copas en la posada de Margaret. Cuando el hombre estaba turca, le cubrieron la cara con un almohadón y se lo llevaron de nuevo Robert Knox que les dio diez libras a cada uno.
A partir de ahí se les fue la pinza, matando a todo el que se ponía por delante: prostitutas,vagabundos...menos niños por que no pagaban bien por ellos. En 1828, la cosa estaba tan mal en Edimburgo que los obreros volvían a sus casas en grupos y nadie dormía solo y encima la policía, creó fuertes vigilancias donde solían actuar estos dos.
Así que decidieron actuar en la pensión.
Margaret, la novia de Hare

Margaret y Helen, las dos novias,no habían cometido ningún crimen pero si conocían lo que había y se beneficiaban de ese dinero, así que también les ayudaron haciendo de tapadera pero en 1828, cometieron su ultimo crimen.
James, "el bobito", era un chico con algún tipo de problema mental pero que sabia donde debía y no ir y ademas, encajaba en el perfil de Hare y Burke, pero cuando desapareció, no contaron con que los vecinos si le buscarían y que encima alguno les contaría que ellos llevaban un nivel de vida demasiado elevado como para ser solo peones.
Con la policía merodeando por la pensión, a Burke solo se le ocurrió masacrar a una chica en su propia habitación dejándolo todo perdido, siendo descubierto por sus vecinos de habitación, el matrimonio Grey.
Helen aun intentó sobornar al matrimonio pero aun así le denunciaron;con lo que no contaban era que Burke pudo hacer desaparecer el cadáver aunque todo estaba pringado en sangre así que detuvieron a Hare, que tenia un carácter mas débil y le ofrecieron que si cantaba y confesaba todo, podía salir indemne así que Hare cantó hasta el Nessun Dorma.
Burke se intentó defender diciendo que los cadáveres dormían en sus camas y que el los encontraba así y que solo los vendía, dispuesto a pagar la multa que fuera o que se los encontraba en cajones y baúles que llevaban forasteros a la pensión. Hay que tener rostro.
Helen,la novia de Burke

El proceso judicial comenzó el 24 de diciembre de 1828 contra Helen y Burke, con sentencia de horca para Burke y liberación para Helen, pero protegida para evitar un linchamiento popular.
El doctor Knox fue absuelto, pero perdió el prestigio y dicen que acabó en America como actor.
Hare efectivamente fue liberado de todo al igual que Margaret y el decidió huir hacia Londres donde encontró trabajo pero en una fabrica, los obreros le reconocieron y le arrojaron a un contenedor con cal viva. Consiguió salir de ahí vivo, pero sufrió quemaduras graves que le dejaron ciego, falleciendo con 70 años en 1860 en Londres donde deambulaba mendigando.
No todos los ladrones de cadáveres son tan amables como nuestro querido Igor....



2 comentarios:

  1. Una curiosa historia.
    Cometieron el error ambas parejas, de entusiasmarse con un hallazgo casual, pretendiéndolo convertirlo en una actividad sistemático.
    Y no supieron cuando detenerse. O suspender las actividades.

    Las mujeres salieron impunes. Los dos William terminaron mal. Uno ejecutado. Y otro quedando muy mal.

    Bien contado.
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los más gracioso es que creo que no eran los únicos que se dedicaban a ello pero si los más famosos y cuando los cogieron, se calmo la cosa un poco a la hora de robar cadáveres pero vamos, menuda tranquilidad a la hora de enterrar a tu familiar con el trasiego de los cementerios.
      Todos los guardias de los mismos, cobraban muy bien el soborno por pasar.
      Un besazo Demi!

      Eliminar