Bueno,hoy mas que sentar mal digamos que es algo curioso y de un fanatismo que no he visto yo antes pero vamos al tema y hoy toca ver qué hace el corazón de un tenor italiano en Almagro, Ciudad Real...
Este tenor italiano llamado Giuseppe Anselmi,apodado Peppino que cantaba como los ángeles, había nacido en Sicilia en 1876.Como era guapetón y bien parecido, triunfaba entre las señoras de la epoca y encima se enamoró perdidamente de España,alcanzando sus mayores éxitos en el Teatro Real de Madrid a principios del siglo pasado y se dice que también en las alcobas femeninas.
En 1918 decidió retirarse de los escenarios y volver a Genova para dedicarse a la enseñanza y en 1924, le llegó una carta de Madrid de parte de Luis París,director del Teatro Real para pedirle un objeto personal ya que iban a fundar el Museo de Archivo Teatral dentro del propio teatro y querían tener un recuerdo expuesto de Peppino pero la respuesta fue lo menos esperado del mundo.
Giuseppe decidió donar su propio corazón,que había hecho testamento y lo había dejado todo atadito y que por favor, lo colocasen al lado del busto de su admirado Julian Gayarre.
Eso si,había dejado constancia que el corazón seria entregado tras su muerte y no antes...muy lógico todo.
En mayo de 1929, con 50 años Peppino murió de una pulmonía y el consulado español en Genova se hizo cargo de mandar el corazón del músico al Museo Antropológico de Madrid donde acudió Luis París y Jose Rirea,oto tenor.Pero el ministro de Instrucción Publica, Eduardo Callejo, quitó los precintos a la caja de madera que contenía el corazón por el morbo de verlo pero no cerró bien entrando aire en el formol del frasco teniendo que disecarlo antes de trasladarlo al teatro y ponerlo al lado del busto de Gayarre.
Museo Nacional del Teatro |
Pero en 1936, en plena Guerra Civil el teatro se convirtió en un cuartel republicano y el corazón de Peppino recibió un pepinazo. Perdón, la broma es mala pero no podía yo resistirme.
El caso es que el corazón desapareció entre los escombros del teatro pero ahí estuvo Fernando José de Larra, bisnieto de Mariano José de Larra que se puso cabezón para encontrar el corazón del tenor en medio de un teatro hecho fosfatina. Tras unos dias buscando entre los cascotes, apareció el corazón y fue guardado hasta 1989 que se abrió en Almagro el Museo Nacional del Teatro y allí que le llevaron a que descansase de una vez.
¿Sabias esta historia?¿donarías una parte de tu cuerpo a una ciudad?
Yo soy donante de órganos. Pero al igual que peppino, me esperaré a morir ya si eso.
ResponderEliminarSi lo donaría a la ciudad?? pues hombre, prefiero donarlo a la ciencia en todo caso y que sirva para algo :-p
Un beso
https://similocuramedeja.blogspot.com/
Yo también prefiero donarlo a la ciencia, me da hasta mal rollo pensar en un órgano mio metido en la vitrina de un museo pero hay gente para todo!
EliminarUn besazo