Sirio y los dogones

Mucha gente conoce a Sirio no por ser la estrella que es sino gracias a Harry Potter, en concreto a su volumen titulado "El prisionero de Azkaban" ya que su protagonista se las ve con Sirius Black, nombre que le dio J.K Rowling a su personaje debido a esta estrella, que pertenece a la constelación Canis Maior

También hay un enigma que a día de hoy no lo es tanto, que rodea a esta estrella y es su relación con los dogones ya que sabían mas de esa estrella de lo que se esperaba para un grupo étnico que vive en el Africa Occidental...

Retrocedamos a 1931 y acompañemos al antropólogo francés Marcel Griaule que se va a hacer un estudio sobre la tribu dogón y alucina de todo lo que saben sobre Sirio a la que llaman Sigu Tolo: que es la estrella mas cercana al sistema solar, que tiene una compañera a la que llaman Po Tolo siendo la estrella mas pesada del universo a la que a su vez, rodea otra estrella mas a la que llaman Emme Ya. No contento con eso, saben que la Luna no tiene vida, que Júpiter es el planeta mas grande del universo y que Saturno tiene un anillo.

Además, celebran una ceremonia cada 60 años para honrar la restauración del mundo, la ceremonia Sigi que se puede alargar meses o años ya que va de un pueblo a otro siendo la próxima en el 2027. 

Marcel Griaule

En 1950 tras varios años investigando a esta tribu, publicó junto a su colega que también había acudido a investigar con él y documentarlo todo, Germaine Dieterlen, un articulo en el "Journal de la Societé des Africanistes" donde contaban todo lo que sabían los dogones sobre astronomía, preguntándose como habrían adquirido sus conocimientos ya que Po Tolo, a la que se la conoce con el original nombre de Sirio B, solo es visible con un telescopio bastante potente.

Continuaron publicando e investigando durante varios años aunque nunca llegaron a pronunciarse sobre la forma en la que habrían adquirido dichos conocimientos, pero vamos, que para eso llegó Robert K.G Temple para dar luz a todo esto en su libro " El misterio de Sirio" donde unos extraterrestres procedentes de Sirio habían transmitido la información a los egipcios y estos a su vez, a los dogones que asimilaron sus conocimientos como sus dioses Nommo. Los extraterrestres eran hombres peces parecidos a los tritones, sirenas y quizás, un poco a los delfines, de hecho algunos ufólogos creen que los dogones mas capacitados fueron secuestrados por extraterrestres hace muchos milenios y fueron entrenados para que fueran hombres y mujeres perfectos.

DESMONTANDO TODA LA IDEA

Este le podemos encontrar aquí

Carl Sagan habló del tema en su libro "El cerebro de Broca" de 1974 donde reconoce que esto seria una prueba muy antigua de contacto extraterrestre pero la tradición astronómica es oral y como bien señala, no hay pruebas o registros en la cultura dogona sobre Sirio y compañía anteriores a los años 30, cuando Griaule acude a investigar por primera vez y se correspondían con lo que se sabia en aquella época.

Se sospechaba de la existencia de Sirio B desde 1844 debido a la orbita de Sirio A, pero fue en 1862 cuando se confirmó su existencia a lo tonto, como casi todas las estrellas y planetas: Alvan Graham Clark era un óptico que se dedicaba a construir grandes lentes para telescopios y cuando terminó una que iba destinada al telescopio de la universidad de Missisippi, quiso probar su calidad por si mismo apuntando a Sirio A y para su sorpresa, Sirio B casi levanta la manita y le saluda al verse descubierta. Huelga decir, que esa lente jamás llegó a su destino por la guerra de Secesión y tras finalizar, se fue a la universidad de Chicago, al observatorio Dearbon donde se usó para investigar a Júpiter y sus satélites.

Carl Sagan siempre contento

Los dogones, también calificaban a Saturno como el planeta mas lejano del sistema solar, sin acordarse de Neptuno o Urano, conocimiento que se tenia en los años 30 al igual que Sirio B era la enana mas pesada, que después se encontraron cientos de enanas aun mas pesadas que esa y sobre la tercera estrella, decir que eso se viene sospechando desde 1894 aunque en 2011, se concluyó que esa estrella no existe. 

Walter Van Beek, antropólogo belga, se marchó a hacer trabajo de campo con los dogones en 1979, estando allí la friolera de once años mas o menos ininterrumpidos encontrándose para su sorpresa que no tenían tanto conocimiento sobre astronomía o que estuviese incorporada a su sistema de creencias pero si interés sobre ella.

Este le podéis encontrar aquí

Durante ese tiempo, averiguó que en 1893, el astrónomo Henri Alexandre Deslandres estuvo con un equipo científico para estudiar un eclipse en territorio dogon, que el propio Griaule era astrónomo aficionado, que la principal fuente de conocimiento de los dogones fue su chaman Ogotemeli y que la forma de hacer su estudio de campo era la siguiente: Griaule estaba en su cabaña acompañado de un interprete, que solían ser parte del ejercito francés, los miembros de la tribu entraban y el antropólogo los entrevistaba a lo que el interprete traducía. Muchos miembros dijeron que varias cosas de las que sabían se las había contado el propio Griaule, así que entre esto, la traducción que podía ser un poco libre y que el chaman Ogotemeli quizás al ser preguntado por Sirio, vida y milagros sobre la estrella en algún momento asintió, ya se interpretó como lo que no era y todo este teléfono escacharrado, se convirtió en contaminación cultural. Además, Van Deek averiguó que a Sirio la llaman Dana Tolo, no Sigu Tolo.

¿Conocías este caso?¿qué crees?¿extraterrestres o contaminación cultural?