¿A la octava va la vencida?

Hace unos dias os conté en qué consistía la maldición de Moctezuma y hoy, os voy a contar el periplo de entierros,tumbas y demás ceremonias que tuvo otro protagonista de esa historia, Hernán Cortés.Asi que si quieres saber más, prepara el pasaporte que hoy te lo van a sellar al completo...

Hernán estaba por Sevilla allá por noviembre de 1547 cuando seguía con la idea de volver a Nueva España, lo que hoy es México,mas que nada porque a sus 63 años veía que le ,quedaban tres cuartos de hora y su idea era fallecer alli pero no le dio tiempo.

EL 2 de diciembre de 1547 falleció en Castilleja de la Cuesta y al ver en el testamento qué quería el señor, vieron que de momento le enterrasen donde muriese pero que no pasasen mas de diez años hasta que le trasladasen a un monasterio que él mismo había pagado de su bolsillo en Coyoacán, México.

El primer enterramiento quedó registrado en San Isidoro del Campo donde el duque de Medina Sidonia le prestó un mausoleo, tiene narices que hasta para morir te puedan prestar uno. 

El tema es que ese enterramiento fue muy oficial, con su viuda e hijos reconocidos pero a los tres años, el duque dijo que necesitaba el monasterio que se le habian muerto unos familiares ¿le llevaron a Coyoacán? no, le trasladaron a otra tumba del mismo monasterio.

Aquí os dejo el blog de donde saqué la foto. 

Doce años después, alguien cayó en que Hernán tenia un monasterio en México y decidieron mandar allí sus restos pero cual fue la sorpresa, que las obras en Coyoacán ni habían empezado así que los restos volvieron a España hasta que le encontraron otra ubicación, esta vez en San Francisco de Texoco,México, junto a su madre Catalina Pizarro y una de sus hijas.

Tras 60 años de estar ahi con tranquilidad, le volvieron a cambiar de sitio tras haber expuesto sus restos unos nueve dias para que los aztecas le rindieran honores, tras el Sagrario de la Iglesia pero iban a hacer una remodelacion y los huesos ya no cuajaban en esa zona asi que los metieron tras el retablo mayor.

Como al parecer los huesos daban mas problemas que otra cosa, alguien dijo que ya que Hernán habia fundado la iglesia del Hospital de Jesús, porqué no trasladarlo alli. Ya llevamos seis entierros, Hernán Cortés se movió mas que el baúl de la Piquer.

Le repitieron las pompas fúnebres,todo a lo grande hasta que en 1823, en pleno proceso independentista, desmontaron el sepulcro de Cortés y lo dejaron todo como si no hubiese sido enterrado allí y aunque se pensó que habían mandado los huesos a España, realmente estaba bajo la tarima del altar.

En 1836, vamos a por ocho entierros ya, disimuladamente le sacaron del suelo debido a que alguien pensaría que no estaba bien pisotear los huesos de alguien,ya fuese Hernán Cortés o Pepito Perez, por lo que abrieron un nicho a la izquierda del altar y para dentro pero lo malo es que se olvidaron de donde lo dejaron y a saber donde estaba el papel que lo registraba.

Ya en el siglo XX, unos historiadores encontraron de chiripa un documento donde se decía que Hernán estaba emparedado en la iglesia del Hospital de Jesús y volvieron a sacarle de allí. En 1946,el Instituto Nacional de Antropología de México se hizo cargo de los huesos para comprobar si eran de Hernán,con resultado positivo,así que le volvieron a dejar donde estaba, pero esta vez con una placa y todo.
Me imagino que el hombre muy contento no es que esté con tanto meneo a lo largo de su muerte y estará envidiando a su caballo, Cordobés,al que dicen que quería mucho y que murió también en Castilleja de la Cuesta pero ahí sigue el equino tan tranquilito en el antiguo palacio de Hernán Cortés.
¿Conocías este caso? ¿hacemos apuestas de cuanto tiempo van a tardar en mover de nuevo al conquistador?