domingo, 14 de junio de 2015

El crimen de la plancha


Esta calle de Madrid la verdad es que da mucho juego, creo que saldrá varias veces de paseo por el blog. Ahora es una calle llena de tiendas, que por cierto bajo mi opinión se están cargando cuando su target siempre fue lo diferente y ahora pululan mas marcas que otra cosa, pero tiene otro fondo, mas...bueno, juzga tu mismo.De momento cojamos la maquina del tiempo y retrocedamos a marzo de 1902.
En esa calle vivía Don Manuel Pastor y Pastor, un señor que tampoco andaba muy centrado mentalmente, era mujeriego y su dieta se basaba en pan duro con una onza de chocolate pese a que tenia una cocinera contratada. Vivía de una renta de 3000 duros que le pasaba su padre, dormía vestido (que incomodo), se gastaba la renta en invitar a jovencitas a comer para seducirlas en Botín, paseaba por la confitería de Vizcaino en la calle Montera (que ahora veras la tienda Vans), no se trataba con su familia y coleccionaba pipas.

El sr Manuel 

En Irun cuando se encontraba en el hotel La Gare, conoció a una mujer llamada Cecilia Aznar de 22 años que le cautivo por su belleza (hay gustos para todo) que trabajaba allí de doncella, había abandonado a su marido enfermo y a su hijo de unos meses para ganarse la vida, normalmente sirviendo y otras ejerciendo el trabajo mas antiguo del mundo, así que la convenció para que se fuera a servir a su casa y de paso, se llevo a una cocinera llamada Rosario.
Cecilia, la musa de belleza relativa.

Cecilia se convirtió en su criada para todo y a veces le robaba dinero para enviárselo a su marido y se iba con el señor a darse festines. Manuel con su ayuno extremo, estaba al borde de la desnutrición y digamos que se cortocircuitó un poco ya que le dio la neura de que moriría asesinado, teniendo pesadillas nocturnas y se volvió mas tacaño con sus rentas. A Rosario la despidió haciéndola salir de su casa tan rápido que esta tuvo que pasar la noche en la casa de la portera y Cecilia como veía peligrar su futuro, decidió ella sola darse el finiquito.
La noche del 21 de junio de 1902, según Cecilia, Manuel le pidió un vaso de agua caliente y ella al entregárselo, intento forzarla por lo que se defendió agarrando una plancha con la que le acertó en la sien matándolo en el acto.
En cambio, el cadáver de Manuel no mostraba forcejeo alguno, sino signos de estrangulamiento y fractura del hioides, mas bien Cecilia había ido con la plancha a la habitación y le dio un golpe detrás de otro hasta que estuvo segura de haberlo matado.
La plancha era parecida a esta.

Limpio su ropa, cogió el dinero del señorito, mando a su novio una carta de amor con un billete de 100 pesetas, ceno y por la mañana se fue de compras.
La mujer, se había dejado las llaves dentro de la casa, por lo que fue a la estación de Mediodía, perdiéndose varias veces en el camino y cuando por fin llego a Atocha, cogió un tren a Barcelona.
Todas las mañanas iba un repartidor de agua de seltz y pese a que ella aviso de que no repartiesen mas hasta nueva orden, ya que el señorito se iba de viaje al norte, no debió de llegar el aviso a tiempo.La policía encontró en la casa la plancha doblada y pringada de las ideas de Manuel, el delantal con sangre, la cartera vacía...y Cecilia, como no se había molestado mucho en ocultar las pistas, para cuando se apeo en Barcelona, los periódicos ya habían publicado su foto y estaba en busca y captura.
Aun que iba vestida de mujer fina y había bajado de un vagón de primera clase, dos carteristas llamados Garrera e Iglesias la reconocieron, por lo que decidieron divertirse, ya que ella era un poquito ligera de cascos y la llevaron a comprar alhajas, ropa, a una marisquería y a bailar como si no hubiese un mañana.
Una vez desplumada, la dijeron que tomase un barco en Puigcerdá por lo discreto que era el puerto, tanto que estaba a 100 km de la mar, discretisimo oiga usted, así que a la mujer la pillaron cuando se puso a preguntar en secano por un puerto a los transeúntes para llegar al barco.
La metieron en la prisión de Alcala de Henares en 1903, donde la conmutaron el garrote por cadena perpetua pero intento escaparse aun que fue capturada al día siguiente, lo mas probable por que estaría preguntando en la calle Mayor por algún velero que la dejase en Alpedrete.
Tras esto se convirtió en una presa modelo, pero en 1937 los Milicianos Republicanos abrieron las cárceles y ahí se le perdió la pista.


Aquí tenéis el plano por si tenéis curiosidad, en teoría la altura es la del mercadillo de Fuencarral pero cambiaron la numeración en su día y no se si el numero 45 se corresponde al mismo de 1902, pero tener cuidado, no sea que no lo encontréis y os llevéis un planchazo.




2 comentarios:

  1. El antiguo número 45 es el actual 31, donde está la zapatería "Calzados Iris".

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  2. Muchas gracias por el aporte, Gamusino :-D

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