Recuerdo hace 25 años, ver la televisión en la hora de comer, era verano y mi abuela tenia la tele puesta para que yo viese alguna de dibujos que estaban dando en ese momento, pero hicieron un corte para dar un informativo de ultima hora o algo de eso y lo que sacaron era una niña en un ataúd y gente que lloraba a su alrededor vestida de negro. Recuerdo que mi abuela pegó un salto hacia la tele para cambiar el canal y que yo no lo viera, ya que eso de la tele con mando a distancia en esa epoca en mi casa era ciencia ficción. Pese a que la mujer podría haber ganado a Usain Bolt en el metro y medio con obstáculos, ya había visto suficiente para que la imagen se me clavase en mi cabeza y para ser tan pequeña, ya que yo tendría cinco años, si que la tuve ahí dando vueltas y en mi tierna inocencia, me preguntaba que hacia una niña en un ataúd.
Al cabo de los años,tiene narices que me acuerde de cosas en las que yo era tan pequeña y no recuerde que comí ayer, vi a que pertenecía esa imagen y esto es lo que os voy a contar hoy si me acompañáis.Volvemos a irnos de viaje, esta vez a una pedanía en Badajoz.
En este pueblo llamado Puerto Hurraco situado en la comarca de La Serena, había dos rencillas entre dos familias que empezaron por las lindes de unas tierras aun que hay un poco mas en la historia.
Las familias eran los Izquierdo conocidos como los Pataspelás y los Cabanillas, conocidos como los Amadeos.
Amadeo Cabanillas y Luciana Izquierdo, pese a las rencillas familiares, estuvieron de relaciones un tiempo a principios de los 70 y aun que todo el mundo pensaba en boda, no se sabe por que Amadeo decidió dar por zanjada la relación con Luciana y el hermano de esta, Jerónimo Izquierdo, se presentó en 1972 en casa de Amadeo acusándole de haber entrado con el arado en una finca que aparentemente era de su familia usando este motivo como excusa para matarlo a puñaladas.
Tras esto, Jerónimo fue condenado a catorce años de prisión que cumplió íntegros. Mientras, su familia seguía en rencillas con los Cabanillas aparentemente con enfrentamientos y algún navajazo de por medio, lo que hace que el pueblo se posicione del lado de una o de otra familia.
En 1984, la casa de los Izquierdo comienza a arder en llamas, con su madre Isabel dentro y al no poder entrar a rescatarla, los cuatro hermanos que viven ahí en ese momento, ven como su madre se quema viva y acusan a Antonio Cabanillas de haber sido el autor. A todo esto, añadir como dato curioso, que se rumoreaba en el pueblo que la madre de los Izquierdo,Isabel, había tenido relaciones en su juventud con el abuelo de la familia Cabanillas.
Según ellos, roció la casa con gasolina y le prendió fuego pero el caso nunca se pudo esclarecer y no se encontraron pruebas en contra de Antonio por lo que queda como un caso sin resolver.
En 1986, Jerónimo sale de la cárcel habiendo tenido noticia del incendio de la casa de su madre, por lo que el mismo dia que llega a Puerto Hurraco, apuñala a Antonio Cabanillas, pero este sobrevive y a Jerónimo le mandan al psiquiátrico de Mérida donde muere 9 días mas tarde.
La noche del 26 de agosto de 1990 se desata todo. Emilio y Antonio Izquierdo, salen de su casa cargados con escopetas con cartuchos de postas diciendo a sus hermanas Luciana y Angela que van a cazar tórtolas.Con mas de trescientos cartuchos.
Realmente, bajan al pueblo y se esconden en un callejón cercano a la cafetería donde ven pasar a Encarna y Antonia de 12 y 14 años, que habian ido a tomar algo a ese local antes de irse a su casa y resultan ser las hijas de Antonio Cabanillas. Sin mediar palabra, las disparan un cartucho cargado de 18 perdigones a cada una; la hermana mayor de las niñas, Carmen de 15 años, se había alejado de ellas un momento y fue lo que la salvó por que pese que se acercó cuando vio la escena y consiguieron alcanzarla con otro perdigonazo, solo la dejaron malherida.
En ese momento comenzaron las carreras y los gritos, los hermanos Izquierdo disparaban contra todo lo que se movía: gente en la cafetería, sentados en las puertas de sus casas, niños que estaban jugando como Guillermo Ojeda que a sus ocho años, dejaron hemipléjico,gente que intentaba escapar de la matanza o las personas que iban en el auxilio de las victimas.
Algunas personas que lo logran, llegan al cuartel de Monterrubio de la Serena, avisan de lo que esta sucediendo y al llegar la policía, son disparados por los hermanos Izquierdo.
Cuando aparece la Guardia Civil, los hermanos Izquierdo recorren el pueblo tranquilamente matando al que encuentran a su paso y huyen a la Sierra que conocen perfectamente. estando en búsqueda y captura durante 9 horas mientras los vecinos de Puerto Hurraco, se recluían en sus casas.
Emilio Izquierdo siendo detenido.
Angela y Luciana, al enterarse de lo sucedido por miedo huyeron estando cuatro días desaparecidas y apareciendo en Atocha, el pueblo las acusó abiertamente de haber sido las instigadoras de la matanza con la que Emilio y Antonio quisieron acabar con la familia Cabanillas y el pueblo entero.
El informe psiquiátrico de los cuatro declara que tenían un cuadro de trastorno mental del tipo paranoico con ensalzamiento de la idea de la venganza,que Luciana y Angela, eran una sola cabeza en dos cuerpos diferentes y que Emilio y Antonio tenían una inteligencia dentro de lo normal.
Angela y Luciana
Luciana y Angela, son condenadas a reclusión en el psiquiátrico de Mérida, el mismo sitio donde había fallecido años antes su hermano Jerónimo pese que no se encontraron pruebas de que habían sido inductoras de los asesinatos aun que si indicios. Angela y Luciana fallecieron en el 2005 con pocos días de diferencia.
Emilio y Antonio Izquierdo
Emilio y Antonio amenazaron con haber continuado matando al resto del pueblo en los entierros de sus muertos si no les hubiesen detenido.Fueron condenados a 684 años en la prisión de Córdoba.
Emilio falleció por causas naturales en la prisión en 2006 y Antonio, decidió ahorcarse con sus sabanas en 2010, ninguno de los dos se arrepintió de lo hecho.
Casa de los Izquierdo
La casa de los Izquierdo que continuaba en pie en Puerto Hurraco,estaba abandonada ya que los sobrinos que tenían se desentendieron de ellos totalmente y de sus propiedades. El ayuntamiento de Benquencia del que depende el pueblo, decidió demolerla.
Hoy en dia, es un pueblo que no quiere recordar y lo entiendo después de todo lo ocurrido, ya que casi todas las familias tienen a alguien que arrastra secuelas de esa noche o directamente, los perdieron.
Carmen Cabanillas, rehúsa hablar con ningún periodista de lo sucedido pero se sabe que ya no vive allí, que estudió ingeniería, se casó y tuvo dos hijas.
Como curiosidad, decir que tanto el apellido Cabanillas como Izquierdo, esta condenado a perderse. los Izquierdo no tuvieron descendientes y los que hay de otros hermanos, llevan ese apellido en segundo lugar y las dos hijas de Carmen, llevan Cabanillas también en segundo lugar. Espero no herir la sensibilidad de nadie con el articulo, no he querido meterme con cosas escabrosas por eso, solo contar lo pasado desde el respeto pero espero que tanto la familia Cabanillas como el pueblo, haya ganado con el tiempo algo de paz. De verdad.
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