Hace un tiempo os hablé de lo que le sucedió a Pedro el Sabio en Ojén y hoy, vuelvo a llevaros de nuevo a esa tierra para conocer otra historia, en este caso la de Marino Amaya así que si quieres acompañarme...
Marino Amaya era un escultor leonés que estaba viviendo desde la década de los ochenta en Ojén. El 26 de septiembre de 1996, estaba guardando a sus perros en su finca a las nueve de la noche cuando vio una luz que cruzaba el cielo.Escultura de Marino a la venta en Todocoleccion |
En un primer momento pensó que se trataba de una estrella fugaz pero minutos después comenzó a escuchar un ruido dentro de su propiedad y Marino no sabia por qué pero estaba seguro de que lo que estaba oyendo no era ni un zorro ni un jabalí.
A pesar del miedo, se acercó a los arbustos de donde venia el ruido y vio una luz que casi le ciega; de esa luz, apareció un ser que no llegaba al metro muy delgado y con los brazos muy largos, ese ser se puso a hablar con Marino con naturalidad y me imagino que el escultor, poco mas o menos que debió de alucinar.
Ese ser, se mostró como alguien amistoso y dijo que el venia de una cultura muy lejana que se preocupaba de nuestro planeta y que se había mostrado ante Marino por ser una buena persona y amante de la naturaleza, este ser le pidió que difundiera su mensaje de amor y antes de marchar, le prometió que se volverían a ver.
Marino, decidió difundir lo que le había pasado de la forma que mejor sabia: tras ese encuentro,bajó corriendo al pueblo donde estaba su estudio y modeló la figura del ser que había venido a visitarle en barro para después, pasarla a bronce.
Marino, cuando se calmó todo, contó lo que había sucedido y la gente del pueblo, conocedora de la historia de Pedro "el Sabio"", encontró las similitudes y de ahí que el escultor decidiese donar la escultura al pueblo.
Pero pasa lo de siempre, el pueblo se dividió entre los que pensaban que el ser era algo parecido a un ángel y otros que pensaban que para nada en absoluto así que robaron la figura. Marino había realizado una copia y volvió a colocarla de nuevo, repitiéndose la historia.
Marino de nuevo volvió a rehacer la escultura pero esta vez se la dio a un amigo que regentaba un bar cerca de la finca que él tenia y allí que se quedó la escultura.
Marino con su escultura |
Tiempo después, aunque Marino había tenido mas encuentros con ese ser, en 2004 pasó algo que le heló la sangre ya que el ser le dijo que iba a suceder una desgracia en Madrid relacionado con el terrorismo y que muchos relacionaron con el 11 de marzo pero Marino esto lo dijo al tiempo ya que tuvo miedo no se sabe si por su integridad o por si la gente le consideraba loco.
A la par que esto sucedía, hubo gente que comenzó a tratarle como a Pedro "el Sabio"llamándole para que solucionase algún que otro problema a lo que Marino accedía gustoso.
Marino falleció en 2014 a los 86 años llevándose a la tumba secretos de sus encuentros con aquel ser del que decía que cuando no se aparecía, se comunicaba con el telepáticamente.
¿Realmente fueron Marino y Pedro elegidos?¿fue todo producto de su imaginación? ¿hay alguien por ahí que elige con quien debe hablar y transmitir su mensaje?
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