¡Buenas!no es que el miércoles se me olvidase colgar la entrada, es que he comenzado a trabajar de nuevo y creo que voy a tener que cambiar los días de subir entrada al blog.No se si ponerlo domingo y martes que ando mas despejada o viernes y domingos, si tenéis alguna sugerencia soy toda oídos.
Pero bueno, a lo que vamos, estaba viendo yo en telemadrid un reportaje sobre las colonias de Madrid, esas que están en algunos barrios pero escondidas. Hace mucho yo trabajaba cerca de una de ellas, bueno, tan cerca que cuando bajaba del autobús la atravesaba para llegar a mi lugar de trabajo; como era un diario, ya el conserje me saludaba con familiaridad y la verdad es que esa en concreto era para alucinar, parecía que no estabas ni en Madrid,vamos un tesoro de sitio.
El caso, que una se pone a desvariar y se le va la pinza, lo de las colonias me recordó un caso de principios del siglo XX en Madrid sucedido en la colonia Fuente del Berro que es el que os traigo hoy, así que si quieres saber más...
El 7 de junio de 1916, Nilo Aurelio Saiz de Miguel, procurador del Sindicato Nacional Agrícola, pone una denuncia por desaparición a Miguel Ferrero ya que ha estado carteándose con él durante un tiempo para hacer negocios y habían quedado el día 6 de junio pero no había aparecido.
Ferrero también tenia familia en Madrid y había quedado en verse con ellos pero ellos pusieron una denuncia al no haberle visto y sabiendo que se hospedaba en la posada el León del Oro, un cuñado se pasó por allí pero le dijeron que la ultima vez que lo vieron fue acompañado de otros dos hombres, uno de ellos con mucha barba que usaba bastón.
El caso podría haber pasado sin pena ni gloria ya que Ferrero, provenía de un pueblo de Zamora y viajó a Madrid para hacer negocios con Nilo, con quien estuvo carteándose bastante tiempo, negocios que consistían en comprar el molino de su pueblo y ocho vagones de abono pero el nombre de Nilo llamó la atención de un brigada de barrios ya que al ser un nombre tan particular, recordó que conocía a uno de sus hijos que solía acudir al café de Oriente.
Como decía, este caso podría haber quedado ahí de no ser porque un día este agente llamado Federico García Gómez, cogió una tarde de ese verano de 1916 la linea 4 del tranvía que unía Sol con Ventas.
Allí escuchó una conversación sospechosa,según algunos del propio Nilo y uno de sus hijos y según otro de unos vecinos.Sea como fuere,García identificó a Nilo como el hombre con barba y cojo que habían publicado los periódicos y como en esa conversación escuchó que habían alquilado un hotelito en los arrabales de Madrid, nuestro héroe numero 1 comenzó a investigar por su cuenta todos los arrabales de Ventas debido a su deseo de ser policía, .
Investigando se enteró, de que un señor barbudo y cojo había alquilado un hotelito en la calle Lanuza perteneciente a la colonia de Fuente del Berro pero que tras unas obras con cambio de suelo incluido,no había vuelto a ir al lugar así que con todos esos datos, se lo comunicó a su jefe de la brigada y este a su vez, le mandó a hablar con el inspector Fernández Luna, nuestro héroe numero 2.
El inspector impresionado por el trabajo que había hecho García, decidió que los dos acudirían al hotelito de la calle Lanuza donde hablaron con el dueño que había alquilado el edificio, facilitándoles este el contrato de arrendamiento a nombre de Miguel Saiz con domicilio en la calle Preciados. Teniendo en cuenta que esta calle esta en Sol y que Nilo se apellidaba Saiz de Miguel,el cabo se ató casi solo y mas cuando comprobaron que Nilo y sus dos hijos se alojaban en esa dirección cuando estaban en Madrid.
Por otra parte, hablaron con el jefe de obra que les contó que el tal Miguel Saiz les había pedido permiso para cambiar el suelo de madera por otro de loza, pagando el tal Miguel las losas y la propia obra pero por si fuera poco, averiguaron que desde una droguería en la calle Alcalá 88, se había llevado por encargo un bidón de ácido sulfúrico.
Ya con un permiso formal, Fernández Luna entró en el hotelito junto a García y a pesar de que lo vieron amueblado,notaron manchas de sangre en una pared y en un hacha que había en la cocina junto con que alguien había echado cemento de mas en el suelo.
A pesar de que el juez había dicho de empezar a levantar el jardín por si se había enterrado algo, Fernández Luna cogió una maza y comenzó a romper el suelo cambiado pero se hizo de noche y al no tener iluminación, tuvo que dejarlo para el día siguiente.Después de cavar mas de medio metro, apareció una bota que pertenecía a Ferrero. Excavaron un poco mas y encontraron su cadáver enterrado bocabajo con un hachazo en el cráneo y cubierto de ácido sulfúrico para que no sangrara. Gracias a que Fernández Luna pidió una muestra de tela a la viuda de Ferrero de la que usaba en sus trajes, pudo identificarlo.
El cadáver se fue derecho al deposito judicial, Nilo fue detenido en Logroño donde estaba con su hijo abogado llamado Restituto que le aconsejó entregarse y su otro hijo identificado como su acompañante por los testigos de la posada, Federico de 17 años, fue detenido en Miranda del Ebro.
Nilo ya estaba dando muestras de que algo no iba bien en su cabeza, no hablaba, mas bien gritaba, no dormía, decía cosas inconexas y en los interrogatorios a veces era indescifrable, lo único que cuando tenia momentos de lucidez exculpaba a Federico acusado de cómplice y a Restituto que fue acusado de encubridor.
Debido a eso, tuvo que ser llevado a una institución mental mientras comenzaba el juicio y sus hijos en libertad con cargos.
¿QUE PASÓ?
Todo colección |
Nilo y Ferrero estuvieron carteándose por el motivo que os dije antes, pero en sus cartas, Nilo insistía a Ferrer la compra de los vagones de abono a parte del molino de aceite y le pedía que al acudir a Madrid trajera las 100.000 pesetas en efectivo para efectuar el negocio cuanto antes.
Nilo alquilo el hotelito, vamos, un chalet para llevar a cabo la transacción y el día 6 de junio fue junto a su hijo Federico a buscarle a la posada donde se alojaba. De ahí fueron al hotelito de Lanuza y cuando Ferrer le dio la espalda, Nilo le dio un hachazo en el cráneo y lo remató de otros nueve hachazos en el resto del cuerpo.
Federico en teoría fue el encargado de ayudar a su padre de limpiar la sangre, poner en la cabeza de cadáver un saco de arpillera, cubrir el cuerpo con ácido sulfurico y cavar la habitación para deshacerse de las pruebas aunque como comprobó después la policía, ni la pared ni el hacha se libraban de las gotas de sangre.
Teniendo en cuenta que un salario por 1930 era mas o menos de unas 30 a 50 pesetas, según en lo que trabajases, Nilo a la que vio que podía llevarse 100.000 pesetas limpias, planificó el asesinato antes de que Ferrero pusiera un pie en Madrid.
El juicio se celebró entre el 11 y el 14 de junio de 1918,siendo Restituto el segundo abogado de su padre ya que había quedado en libertad sin cargos al no haber nada en su contra siendo el acusado su hermano Federico ya que Nilo estaba tan mal que no podían celebrar un juicio contra él debido a su salud mental.
En dicho juicio, Federico salió en libertad porque a pesar de que en la posada y algunos testigos le sitúan junto a su padre y Ferrero, nadie le puede situar en la escena del crimen junto a su padre y éste siempre mantuvo en sus momentos de lucidez que quien le ayudó fue un mozo de cuerda del que nunca se supo identidad, falleciendo Nilo en la institución mental poco tiempo después.
¿Qué opinas de este caso?¿lo conocías?
No lo conocía. Gracias por difundirlo.
ResponderEliminarDos entradas por semana estarían muy bien. Elegí los dos que te sean más cómodos. Domingos y martes está bien, si es lo que preferís.
Besos.
De nada! Me pareció un caso curioso por la manera en la que se desarrolló todo
ResponderEliminarBesos Demi