Retrocedamos a 1929, a un pequeño pueblo de Hungría, Nagyrev. En junio, se va a hacer famoso por una carta anónima a la gaceta de Szolnok donde denuncian que en ese pueblo llevan 20 años de asesinatos de forma impune. Piden que alguien vaya a investigar ya que no saben qué mas hacer.
Nagyrev es un pueblo en el que las carreteras son casi inexistentes, violento, con habitantes muy desconfiados y que ni siquiera tiene medico. No hay posibilidades de prosperar y casi la mayoría de los hombres son alcohólicos, si a eso unimos que muchos han vuelto mutilados y con estrés post traumático de la I Guerra Mundial, el caldo de cultivo para que se produzcan asesinatos es alto.
La policía acude a investigar y para su sorpresa, los vecinos se acusan unos a otros pero la mayoría de las personas que detienen son mujeres de una edad media de 55 a 70 años. ¿Habían vuelto las brujas?
Junto al contexto anterior, también decir que el matrimonio no es que fuese tampoco miel sobre hojuelas, se hacia porque tocaba y era normal el maltrato dentro de los matrimonios, pero lo de tener niños era algo que no hacia ilusión precisamente.
Los tenían como una boca mas a alimentar así que entre los métodos anticonceptivos mas famosos, estaba el fasciga, un tapón de madera que la mujer se ponía en la cérvix, los abortos caseros o ya directamente, el infantidio que ni siquiera era denunciado por parte de los vecinos. Unido a que la mayoría de las veces se iban a vivir a casa de los suegros y que los niños rara vez llegaban a la edad de ir al colegio debido a la pobreza extrema, la convivencia en general debía de ser horrorosa.
El sociólogo húngaro Ferenc Moksony hizo un estudio en 2001 en varias comunidades rurales de Hungría; en su estudio determinó que era mas elevado el índice de suicidios en los pueblos y aldeas tradicionales y aislados ya que la frustración de los habitantes por el aislamiento, la pobreza y la creencia de que no pueden salir de allí o que no está a su alcance hacen que se desarrollen desviaciones en el comportamiento.
En la década de 1910, Juliana Lipka se mudó a casa de un matrimonio anciano del pueblo con la excusa de cuidarlos. El matrimonio tenia dinero y aunque el hombre murió pronto, la mujer resulto ser de aúpa, teniendo la asquerosa costumbre de escupir en el suelo cuando algo no la gustaba o a la misma Juliana.
Un día, la mujer desesperada contó a unas mujeres del pueblo lo que le hacia la señora cuando estaba trabajando y que no aguantaba mas humillaciones pero que tampoco sabia muy bien como actuar así que las mujeres compartieron un secretito con ella: si compraba una tira matamoscas y la diluía en agua, el veneno se quedaba en la superficie formando una película que podría usar en la comida o en la bebida, siendo indetectable. Juliana lo usó con la mujer a la que dejó tocando la lira aquella misma tarde y todo se achacó a una muerte natural por la edad.
Le cogió gusto al asunto y lo usó también con su hermana que era alguien despreciable y de paso con su marido que todas las noches la pegaba cuando venia borracho de la taberna. Ni sospecharon.
Entre esas mujeres estaba Zsuzsanna Fazekas, la partera del pueblo. Como dije, no había medico en el pueblo así que ella era quien tenia una autoridad y también provocaba miedo ya que como seria la señora para meterse en la taberna por la noche a beber y fumar divorciada en la Hungría rural profunda de la década de 1910 y que nadie se atreviese a toserla.
Zsuzsanna lo mismo traía al mundo una vida, que recomendaba el envenenamiento, que te ponía un emplasto para la ciática, era polivalente la señora. Junto a ella estaba también Rozalia Takacs, masajista que se inició en las artes del envenenamiento cuando decidió matar al pedazo de bestia que era su marido.
La cosa iba mas o menos así: las mujeres mayores normalmente estaban en grupito, las mas jóvenes acudían en busca de ayuda y ellas les daban el consejo y el instrumento con el que solucionar todos sus problemas. Por ejemplo, Mária Kardos, vecina del pueblo, se había divorciado dos veces y se la tenia muy mal vista; además vestía diferente y tenia dinero propio pero también un nuevo amante que era el ex alcalde del pueblo y un hijo ciego y enfermizo de 23 años que le impedía casarse con su nuevo amor debido a los cuidados que debía darle.
Sin que a María le temblase el pulso, acudió a pedir ayuda y gracias al arsénico, su hijo acabó falleciendo. El ex alcalde en un principio era reacio a casarse pero María lo consiguió, ahora que el karma hizo de las suyas ya que desde el día uno, el continuó bebiendo, yéndose con toda aquel que él quería cosa que a María no le hizo nada de gracia.
Como Zsuzsanna también le tenia ojeriza porque la debía unos sacos de harina, con su ayuda en menos de un mes María había pasado a estar viuda y en agradecimiento, le pagó a la mujer lo suficiente para que se pudiese comprar una de las casas mas elegantes del pueblo.
Las cartas anónimas comenzaron a llegar a finales de la década de los 20 a las autoridades de pueblos cercanos, en ella se pedía ayuda ya que los asesinatos aun sin pruebas, comenzaban a ser demasiado notorios, llegando a dar nombres pero creyendo que eran chismorreos, no hacían nada hasta que llegaron a la gaceta. En esa carta anónima, se denunció que las autoridades no hacían nada por lo que al ir al pueblo y comenzar la investigación, todas las mujeres mayores fueron detenidas y sometidas a interrogatorios en la casa del guarda del cementerio.
Las sacaban de la cama en medio de la noche, las hacían careos o las dejaban mirando fijamente a la pared sin dormir. Juliana era en ese momento de las mas ancianas y frágiles, fue amenazada varias veces con fustigarla si no confesaba.
Pero claro, el problema era que si confesaba una acusando a otra, al final se acusaba ella misma porque habían hecho una red tal que si caía una, caían todas.
Se hicieron exhumaciones publicas, dejando los cuerpos en las plazas con todo lo que esto suponía, provocando la histeria en el pueblo y haciendo que las mujeres mas mayores fueran arrinconadas, siendo Zsuzsanna la que mas notó el vacío.
Las autoridades la dejaron en libertad bajo fianza por si les ayudaba a llegar al resto y ella fue casa por casa de sus clientas a pedir ayuda para contratar un buen abogado. Nadie la quiso ayudar a pesar de la ayuda que ella les había dado, por lo que desesperada, empezó a maldecir a todos sus clientes y jurar venganza.
Estuvo despierta toda la noche desquiciada pero cuando vio que unos policías iban a detenerla de nuevo, se metió en su casa y se bebió una ampolla de veneno que había guardado en su vestido; cuando los agentes entraron, estaba retorciéndose de dolor en el suelo. La policía pidió un transporte para el hospital que estaba en otro pueblo pero nadie quería tener nada que ver con ella o con la policía así que su principal testigo acabó muerta.
El abogado János Kronberg fue nombrado juez instructor del caso, desarrollando un asco profundo a las mujeres de Nagyrév, mandando detener a todas las que fuera posible y mandarlas a la cárcel de Szolnok, donde una turba de gente se reunió para recibirlas con abucheos. Imaginar la sorpresa al ver llegar unas mujeres ancianas vestidas de negro con la cabeza gacha y la cara oculta con pañuelos en lugar de unas brujas potentes montadas en escoba.
Algunas se suicidaron en la cárcel y la prensa, se hacia eco de aquella manera de las noticia. Muchos periódicos las tildaban de primitivas, anticuadas...incluso se habló de lujuria. Pues bueno.
El caso es que en sus declaraciones, ellas no contemplaban que habían cometido asesinatos, mas bien que los habían puesto a dormir ya que para ellas matar significaba sangre y ellas no habían hecho nada de eso. Ahora que en el juicio, esa especie de hermandad que tenían voló por los aires.
Se interrogaron a amigos y parientes de hombres fallecidos, familiares de las propias envenenadoras que en ocasiones iban en su contra...János quería a todas colgadas si o si convencido de su culpabilidad y encima la defensa tampoco es que tuviese mucho donde rascar y menos cuando subió Mária al estrado.
No mostró nada de culpabilidad por haber matado a su hijo ni a su tercer marido, mas bien dejó claro que la molestaban y acusó a todas sus compañeras diciendo que absolutamente todas las allí presentes sabían lo que hacia Zsuzsanna y que todas habían acudido buscando su ayuda, que eran culpables sin excepción.
Siete mujeres, incluida Mária y Rozália Takács fueron condenadas a la horca, el resto a cadena perpetua y muy poquitas salieron libres por falta de pruebas. El Tribunal Supremo intervino en la sentencia y redujo condenas, seguían siendo asesinas pero había muchas irregularidades a la hora de conseguir pruebas. Sacaron del corredor de la muerte a tres mujeres incluyendo a Rozália pero Mária fue ahorcada la mañana del 13 de enero de 1931.La prensa destacó que en lugar de brujas y asesinas, se encontró con unas abuelas vestidas de negro que estaban destrozadas y humilladas.
Este caso ha dado para varios estudios como el que mencioné antes, ya que el aislamiento el tener la muerte de cerca tan asumida, la normalización del maltrato, el infanticidio, las violaciones, mas la época histórica, influyó de algún modo en que algunas mujeres decidieran matar a todo aquel que las molestase o las hiciese daño. Ahora poniéndome yo las gafas de Morella en 2023, con todo lo que eso conlleva, no justifico sus asesinatos pero si puedo llegar a entender que en un pueblo aislado de la Hungría rural de principios del siglo XX, la desesperación mas todas las circunstancias que rodeaban a estas mujeres, las llevó a creer que esa era la única solución que tenían unido eso al apoyo que se daban las unas a las otras aunque después acabase en miedo. Eso me hace pensar ¿el asesino nace o se hace? y afinando un poco mas ¿nace o le hacen? ¿Qué pensáis vosotros?
Hola, Morella.
ResponderEliminarUna historia de terror en ambientes sórdidos.
Como una historia de Lovecraft, de las que pasan en pueblos aislados, sin elementos sobrenaturales..
Pero peor, de poder elegir, muchos de hubieran mudado a Dunwich. Y esas mujeres habrían preferido a uno de los Primordiales, como Yog-Sothoth, que a esos esposos borrachos, golpeadores.
Creo que la calificación de brujas era bastante acertada. Tratándose de mujeres que curaban con hierbas. con alguna que pasaba al lado oscuro, siendo envenenadora. Y por lo que cuenta esta historia, envenenadoras no faltaban.
Uno de los elementos más inquietantes es la influencia del ambiente, que parecen una historia de malos contra malos. Esposos violentos asesinados por esposas envenenadoras. Alguna que asesina al hijo discapacitado para casarse con el amante, que resultó mujeriego. Y la investigación policial no era nada refinada, no como en las series con criminalistas. Paradójicamente, eso salvo a algunas, por la irregularidad de las investigaciones.
Podría ser una película, tal vez de Guillermo del Toro. Pero cambiando la edad de las mujeres. Con actrices como Ariadna Gil y Maribel Verdu (El laberinto del fauno). Y alguna muy joven, como una de las amantes del alcalde.
Besos, Morella.
A Maribel Verdú la tuve un día hombro con hombro, salía yo de la escuela de danza donde iba y ella entraba al teatro con su marido donde estaban haciendo una obra. Ella muy mona y alta pero me sorprendió mas su marido, que viene de una familia de actores españoles de cuna,los Larrañaga y son de esas personas que gana mucho en las distancias cortas.
EliminarHala, aparcando las anécdotas de la abuela, creo que aquí había un caldo importante, que mas de una dijo no veo salida y hala, enveneno y otras que en cambio dieron rienda suelta a sus perversiones con esta situación.
Guillermo del Toro haría un buen trabajo, además Ariadna Gil y Maribel Verdú harían un buen papel, pero creo que la historia supera cualquier guion. A mi me da esto mas miedo que una posesión fíjate.
Un besazo Demi!
Tremenda historia la que nos has contado, desde luego todos los países en las zonas rurales tiene un historia aparte, como está que ya desborda lo irreal.
ResponderEliminarComo bien dices para llevarla al cine seguro que aqui entre los actores que has mencionado bien pudieran hacer un buen papel, pero creo que difícilmente fuera mejor que la verdad horripilante.
Hay que ver qué cosas pasan por la mente humana, en respuesta a tu pregunta si nace o se hace el criminal , creo que ambas me valen, unos porque son malvados genéticamente y otros por las circunstancias de la vida se vuelven.
Gracias, por toda esta buenísima información.
Un besote grande.
Yo creo que a parte de como sea uno por naturaleza, las ciscunstancias marcan para todo. Me has dado idea para otra entrada Campirela!
EliminarUn besazo!
en estos casos se puede decir que el tener una vida frustrada dio paso a los asesinatos. da mucho que pensar haber conocido esta historia con tintes macabros.
ResponderEliminarlo más natural sería pensar que ante tanto abuso (físico como mental) ellas siempre habrían tenido la opción de irse; pero supongo que así como normalizaron el abuso como parte de su forma de vida, también vieron el asesinato como algo normal para solucionar sus problemas. algo así como solucionar la violencia con más violencia.
besos.
Supongo que lo de escapar ni lo contemplaban por lo que podía pasar si las pillaban, me imagino que las consecuencias serían para echarse a temblar. Normalizar on tanto la violencia como dices que al final lo solucionaron igual pese a que ellas asociaban asesinar con sangre y ellas nunca llegaron a ese punto, creo que eso las debía de ayudar a llevarlo mejor.
EliminarUn besazo Draco!
Es una historia que te espeluzna pero tambien te conmueve las pobres mujeres. Te mando un beso.
ResponderEliminarMe pasa como a ti J. P, no justifico sus actos pero si que puedo llegar a entenderlos en el contexto en que pasaron.
EliminarUn besazo!
¡Hola, Morella!
ResponderEliminarMadre mía, que espeluznante todo lo que nos cuentas, se me pusieron los pelos de punta. Hay casos en que la realidad supera a la ficción, creo que Nagyrév es uno de esos casos.
Primera vez que leo sobre este pequeño pueblo de Hungría.
Impresiona hasta donde el ser humano es capaz de llegar, ceguera total...
Respondiendo a tu pregunta, creo firmemente que hay factores tanto sociales como biológicos que predisponen a la violencia, por lo que lamentablemente los asesinos nacen y se hacen al mismo tiempo :(
Un gran abrazo.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarHola Mava! Vuelvo a contestar porque mi móvil ha respondido antes en húngaro como poco! La info principal la saque del libro "Damas asesinas" de Tori Telfer que a lo mejor te puede gustar como curiosidad para leer entre libros ya que cada capítulo es una dama.
EliminarYo creo que todo confluye, hay gente que vive en sitios en los que la violencia es tan normal que ni lo nota y al final lo ve como solución. Da para un buen estudio!
Un besazo
Que fuerte y con mucha reflexión. Pero recordemos que en la época de la inquisición se asesinaron muchísimas mujeres tomando como excusa la palabra de "Dios" y hasta actualmente la Iglesia no se hace cargo de este genocidio.
ResponderEliminarUn besote amiga desde Plegarias en la Noche
Me temo que seguirán sin hacerse. Aquí en España aún se dice que Zugarramurdi es lugar de brujas por todos los akelarres que en teoría se hicieron.
EliminarLo malo es que se reflexiona poco porque la historia siempre se acaba repitiendo.
Un besazo Tiff, espero que tu cumple fuese genial!
Menudo caso
ResponderEliminarBesos.
Da para una novela. Un besazo Rocío!
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