domingo, 10 de marzo de 2024

Un caníbal por Australia




Hoy os voy a llevar a la Australia del siglo XIX cuando aun  era un terreno a explorar. El protagonista que traigo hoy, lo exploró al menos durante 110 dias pero eso si, no de la forma que estas pensando.
Debo decirte que si has comido, mejor pasa de esta entrada aunque el titulo te haya dado una pista ya que aunque no he sido explicita, ya se que la imaginación a veces es aun mas poderosa...
Retrato de Pearce

Alexander Pearce nació en el seno de una familia catolica en la Irlanda 1790. Lo cierto es que no es que tuviesen mucho así que la necesidad y el hambre pronto comenzaron a apretar, lo que hizo que comenzase a delinquir, en un principio delitos menores pero llegó el dia en el que le pillaron por haber robado seis pares de zapatos.  Era 1819 y el juez al parecer se pasó un poco con la condena ya que le mandó a cumplir siete años de condena en Van Diemen´s Land, en la isla de Tasmania.
En aquella epoca, Australia era una colonia inglesa aun  por descubrir, era un continente poco poblado que invitaba a asentamientos, cosa que algunos colonos hacían pero hacia falta hombres para conquistarla por lo que aquí, se mandaban a reos por delitos que no tenían porque ser muy graves a hacer trabajos forzados.
Alexander llegó a la prisión horrorizado, intentando pensar una forma de escapar de esta cárcel ya que no solo era el esclavismo, era la escasa comida y los malos tratos, pero cuando alguno intentaba escapar, ni los guardias iban a por ellos debido al terreno en el que estaban. Sabían que no sobrevivirían.
Tres años después, en septiembre de 1822, Alexander se había hecho amigo de otros siete reclusos con los que había planeado escapar; entre los ocho habian hecho su consiguiente acopio de cosas para que la huida fuera un éxito; consiguieron una barca, echaron la comida, un hacha y hala, los ocho burlaron a los guardias que andaban mas preocupados por aliviar el calor y el aburrimiento que tenían que de estar a lo que tenían que estar y por lo que les pagaban.
Tras conseguir salir de allí, los ocho casi que se pusieron a celebrar la huida hasta que se dieron cuenta de que la barca robada, mas bien un bote, no valía de nada y naufragaron los ocho teniendo que llegar a nado a la orilla. Como no sabian que tendrían que caminar casi 200 kilómetros para llegar a algún sitio, digamos que la cosa se fue torciendo.
Van Diemmen´s Land
Imaginaros: la comida se acaba en una semana, no se encuentran a nadie entre tanto pantano, ciénaga, praderas que no se acaban y bosquecillos, estas ahí metido con siete tíos que estaban haciendo trabajos forzados como tú ,lejos de casa y criminales en mayor o menor medida, con una sensacion de desarraigo que para qué...vamos el plan ideal para el finde.
Pero todo estalla en un momento y vino por algo que en un principio nadie le dio mucha importancia: Robert Greenhill, el mas borrico de todos y chulillo, cuando estaban recorriendo una zona cenagosa con todos hasta las narices y muchísimo hambre, dijo "como siga este hambre, vamos a tener que comernos entre nosotros". En un principio nadie hizo caso hasta que pasó otra semana mas.
En ese momento, Matthew Travers y Greenhill, que dentro del grupo eran los mas cercanos, hablaron del tema y decidieron que había que comer por lo que alguien debería de ser elegido para ello pero aquí he encontrado dos versiones:
En una, Greenhill y Travers se fijan en Alexander Dalton que estaba en la cárcel por chivato, así que al verle el mas débil y ser su causa de detención la que fue, Greenhill que era dueño del hacha se acercó a Dalton por detrás y le cortó la cabeza. Al contar al resto del grupo lo sucedido, aunque tuvieron sus reparos a la hora de comer, Greenhill se puso a preparar el cuerpo y cocinó por partes a Dalton aunque se dice que en un principio solo comieron los dos asesinos y que Pearce, John Mather,Brown Edward, Thomas Bodenham y William Kennerly en un principio al ver a su amigo cocinado se negaron a comer y algunos hasta vomitaron. Pero el hambre apretaba y al final, todos comieron algo de Dalton.
Según otra versión, Greenhill reunió a sus compañeros y habló con ellos diciéndole lo que pensaba sobre recurrir al canibalismo y aunque todos estuvieron de acuerdo, lo hicieron sacando la pajita mas corta que le tocó a Bodenham, lo que hizo que Greenhill le despachase rapidito con el hacha.
Dalton, Kennerly y Brown huyeron al ver lo que había pasado, pero Dalton murió de agotamiento por el camino, siendo encontrado por Greenhill, Travers y Pearce, convirtiéndose en el siguiente cuerpo. 
El caso es que si seguimos con la primera versión, siendo las dos de Pearce con todas las declaraciones que dio, Brown y Kennerly eran los mas débiles por lo que se sabian que serian los siguientes, siendo en ese momento cuando huyeron del resto de la banda. 
Fotograma de "La ultima confesión 
de Alexander Pearce"
Imaginar como seria la cosa, que con las pocas fuerzas que les dio Dalton, las usaron unos para correr persiguiendo a los que escaparon y a Brown y Kennerly corriendo a toda pastilla por todo el terreno australiano sin saber a donde estaban yendo, estando así dos dias; al final, los cinco que quedaban pasaron de continuar pensando que la propia Australia seria quien haría lo suyo pero Brown y Kennerly llegaron a una pequeña aldea aislada donde murieron de agotamiento. Por lo menos dejaron este mundo mas tranquilos que sus compañeros, aunque no lo parezca.
De nuevo el hambre acechaba a los cinco presos, Bodenham había ido a buscar unas raíces comestibles y no se dio cuenta de que Greenhill iba detrás con el hacha, poco tardó en hacerle perder la cabeza de un tajo y menos el resto en ir a comérselo.
Lo que les mosqueaba era el ver que en breve tenia que aprender la policía ya que llevaban semanas que se habian escapado, alguien debia de estar buscándolos por lo que no podían parar no fuera que les encontrasen y de nuevo les mandasen a la cárcel o algo peor si se enteraban de lo que habian hecho.
Tras unos dias, el hambre volvió a atacar de nuevo así que esta vez se fijaron en el mas callado, Mathers, siendo el la siguiente victima pero ahí la cosa no acabó de salir bien.
Mathers cuando notó que Greenhill se acercaba con el hacha, se dio la vuelta por lo que el hacha le hirió pero no le mató aunque si que tuvo tiempo para defenderse; Travers, Greenhill y Pearce hablaron con Mathers para convencerle de que ya estaba herido, era débil y que no iba a sobrevivir, que era mejor rematarle y que su vida sirviese de algo.
El cráneo de Pearce
Mathers acepta pero les pide rezar un poco por su alma, cosa que ellos aceptan y según unas versiones esperaron pacientes a que terminase y según otras, se pusieron con él a rezar por todo lo que habian hecho y lo que iban a hacer. Cuando terminó, avisó y bajó la cabeza para que le rematasen, no duró ni un dia.
Quedando solo Pearce, Travers y Greenhill, por mucho que andaban no encontraban ningún sitio y pensaban que la policía no tardaría en encontrarlos uniendo a eso la tensión porque a saber cual de los dos seria la ultima victima ya que Greenhill al tener el hacha estaba claro que cuando le rugiera la tripa, iba a usarla.
Pero resulta que a Travers le mordió una serpiente durante la travesía y aunque Pearce y Greenhill intentaron cargarle durante cinco dias, al ver que no se recuperaría, lo mataron, quitaron el veneno de la zona y se le zamparon. Solo quedaban  dos y como dirían en "Los inmortales" solo puede quedar uno.
Este dúo comenzó a vigilarse, andaban en paralelo, siempre juntos y siempre al lado nunca uno tras otro, se vigilaban en la hoguera... debió de ser algo con mucha tensión y si me permitís, un poco cómica.
Tras tres dias así, Greenhill era corpulento pero Pearce aunque solo media 1'60 metros, tenia bastante musculo y era mas inteligente que su compañero por lo que se hizo el dormido, provocando que Greenhill se echase una cabezadita ocasión que Pearce aprovechó y le decapitó.
Secó un brazo y una pierna convirtiéndolos en mojama y hala, a ver si encontraba a alguien y esa vez, tras unos dias caminando, se encontró con un pastor que había sido también un preso que consiguió escapar por lo que fue fácil que hiciesen buenas migas y esta vez, le dio de comer comida normal. 
Llegó a una aldea aborigen y la asaltó, robando varias ovejas; estuvo así un tiempo hasta que fue detenido por esto, confesándole al reverendo Robert Knopwood su historia como caníbal, historia que el cura no creyó para nada pensando que estaba cubriendo a los otros 7, mandándole a la penitenciaria de Macquaire.
Otro fotograma
Alli conoció a Thomas Cox con quien de nuevo se escapó pero tres dias después, el hambre hizo de las suyas y Pearce se comió a Cox. Lo que pasa es que pronto encontraron a Pearce que fue mandado de nuevo a la cárcel pero esa vez, encontraron también el cadaver mutilado de Cox y restos del propio Cox en los bolsillos de Pearce.
Con esto, confesó su crimen otras dos veces, de ahí que haya tantas versiones ya que al teniente Cuthberston le contó la versión en la que Dalton era la primera victima, al sacerdote Knopwood que la primera victima había sido Bodenham y tras el juicio que le condenó a muerte, la noche antes de su ejecución se confesó con el padre Connolly manteniendo la versión de Dalton pero cambiando otros detalles.
Sea como fuere, como he dicho se le condenó a muerte en la horca como así pasó el 19 de julio de 1824; tras eso, se le decapitó y su cabeza a dia de hoy se puede ver en la Academia de Ciencias Naturales de Filadelfia. 
¿Conocías este caso? ¿crees que podía estar hablando de Greenhill en lugar de Pearce? 


6 comentarios:

  1. Hola, Morella.
    Tiene sentido que la entrada sea sobre Pearce, aunque Greenhill haya sido el impulsor inicial del canibalismo. Por ser Pearce el sobreviviente y por lo tanto, el que contó la historia
    Es curioso que haya insistido en una historia, que lo hacía mereceedor de la pena de muerte. Y que siguiera insistiendo, cuando lo volvieron atrapar, en esa otra fuga. Consiguiendo que lo ahorcaran. Y luego, lo decapitaran.

    Da para una película de terror, en que unos influencers entren, en forma ilegal, para hacerse una invocación de Pearce. Que hace que vuelva como espectro canibal. Lo que sería menos terrorífico que lo real.

    Besos, Morella.

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    1. En su dia, escuché este caso en la radio y el locutor que creo que era Juan Antonio Cebrián, que me puedo equivocar, dijo que su punto de vista fue que si Pearce confesó fue porque sabia que no iba a parar, que le había cogido el gusto y que la muerte seria la única forma de que no continuase con el canibalismo.
      En cierto modo, estoy de acuerdo con ese punto de vista, al reverendo al fin y al cabo se lo contó bajo secreto de confesión pero claro, era algo tan aberrante que no se lo creyó hasta que vieron que se había hecho hasta tapers de su ultimo compañero de fuga.
      No será el ultimo caníbal que venga a vernos... jeje
      Un besazo Demi!

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  2. La historia no la había escuchado, pero sin tener nada que ver tenemos la de los futbolistas que tuvieron el accidente en la cordillera de los Andes, y al final de los muertos comieron, para `poder sobrevivir.
    En realidad creo que aunque parezca un horror no lo es tanto si miramos el contexto como se produce el canibalismo. Otra cosa sería que teniendo comida matáramos a seres humanos, para comerlo, ahí sí vería una desviación, al menos alimentaria.
    La supervivencia nos hace irracionales, y el hambre y la sed mucho más. Mejor no estar en una situación límite, no sabemos de qué seríamos capaces de hacer.
    Un besazo por toda la información que nos ofreces. Feliz semana.

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    1. Es que es una historia poco conocida porque es un poco fuerte, pero claro, según algunos él mismo declaro que quería morir porque no podía parar de comer carne humana pero yo por lo que he leído, creo que abrió una puerta a comer de esa forma cuando no tuviese comida normal y a lo mejor eso es lo que no quería.
      Los humanos siempre sorprendemos y a veces no para bien.
      Un besazo Campirela!

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  3. debe ser horrible pertenecer a un grupo que está unido con la esperanza de escapar y de sobrevivir; y que al mismo tiempo uno llegue a ser la comida de los demás para que otros sigan existiendo.

    nunca me han gustado las historias de canibalismo; por eso jamás vería aquella película de aquel avión que se estrelló en los andes y en donde algunos tripulantes sirvieron de comida para los demás.

    al menos tu texto es corto y da para alguna reflexión.

    pobre gente (me refiero a esos reos australianos) y no me sorprendería que existieran otras historias de canibalismo ahí y que se desconoce.

    besos.

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    1. No me gusta recrearme en según
      que cosas, de ahí que a veces me salgan los textos tan cortitos pero entiendo lo que dices, el tema del canibalismo es algo muy delicado y no todos toleran, es normal.
      Lo cierto es que Australia creo que tiene mucho mas misterio del que sabemos, me parece un sitio particular. Buscaré mas cositas!
      Un besazo Draco!

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