domingo, 14 de diciembre de 2025

Hay que saber cuando dejar de cantar...



 Lo de las Navidades y sus celebraciones, tiene mucha tela que cortar. Hay gente que no somos nada navideña pero que nos gusta saber el motivo de las cosas aunque estemos deseando de que terminen, donde estoy yo y hay otras personas que le encanta la Navidad, la viven, la disfrutan y la celebran como si fuese la ultima de su vida. Creo que nunca he pertenecido a ese lugar.
Aquí en España lo normal es que el 24 por el dia con el vermut la gente ya empiece a cogerse unas buenas torrijas, eso se repite el 31. La noche de esas dos fechas pues depende, hay gente que se acuesta y ya y otros que tienen hasta un bombo en casa con el que interpretar todos los villancicos que se sepan y los que no se los inventan hasta las tantas.
Lo normal, es que el 25 y el 1, si has cenado con la familia de tu pareja, te vayas a comer con la otra familia pero siempre se nos olvida una cosa y es que en esas fechas no todo el mundo tiene fiesta y hay gente que tiene que trabajar o simplemente no quieren que se les moleste.
Algo así pasó un 25 de diciembre de 1886...
Estamos en plena navidad de la epoca victoriana. Como os conté el año pasado, los villancicos eran una cosa de acervo cultural bien arraigado, todo el mundo iba dándolo todo cantando todos los villancicos que se sabian.
Algunos iban buscando aguinaldo llamando a las puertas de las casas y otros pues buscaban compartir la alegría de la navidad mientras iban de bebida espirituosa hasta las cejas y viendo esa escena en nuestra mente, aterrizamos en un pub llamado Rising Sun situado en el barrio de Claphan en Londres.
Alli había un grupo de amigos que estaba dándole al levantamiento de vidrio sobre barra fija mientras cantaba villancicos a pleno pulmón; llevaban bastante rato dale que te pego, bebiendo, fumando, riendo y celebrando la navidad lo que hizo que el ruido fuera in crescendo.
Lo unico que he encontrado dos versiones, en la mas popular, un vecino que vivía encima del pub salió varias veces a quejarse del ruido porque no podía descansar, no oía las conversaciones que estaba intentando mantener con su familia y si me apuras ni sus propios pensamientos.
El hombre harto ya del grupito de jóvenes, hasta las narices del ruido que hacían y que encima no se iban, la ultima vez que bajó lo hizo con un revolver y disparó a uno de los chavales que andaba en el grupo, Robert John Janaway que aunque fue trasladado al hospital a toda pastilla, no pasó del dia siguiente.
La otra versión, dice que fue el dueño del propio local que hasta las narices de ver como los chicos no se iban ni con agua caliente, las quejas de los vecinos, el ruido que estaban haciendo y que él quería cerrar pero que no le dejaban, sacó debajo de la barra una pistola y disparó al aire con tan mala suerte que la bala rebotó y acertó al pobre Robert. 
Sea la versión que sea, el caso es que Robert acaba como la mojama y a dia de hoy el pub ya no sigue en pie aunque sospecho que tampoco llegó mucho mas allá de ese año ya que se ganó una fama bastante oscura. Tiene narices morirse por no saber parar de celebrar.
¿Qué te parece? ¿Conocías esta historia? ¿hasta que punto crees que puede ser verdad? 


6 comentarios:

  1. No me extraña, porque yo soy de acostarme temprano. Un beso

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    1. Es que no todo el mundo celebramos igual lo señalado, parece que en esas fechas todo esta permitido y hay gente que aun trabaja.
      Un besazo!

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  2. Hola Morella, la cosa empieza bien pero acaba convirtiéndose en un relato casi costumbrista con un giro oscuro muy potente. La anécdota victoriana creo que funciona bien como espejo exagerado de algo que sigue pasando hoy: la celebración impuesta, el ruido, la falta de límites y la incapacidad de aceptar que no todo el mundo vive estas fechas igual. Además, dejas una pregunta final muy acertada, que invita a dudar, a contrastar y a pensar hasta qué punto la tradición, cuando se desborda, puede volverse violenta. Un cierre irónico y lúcido: a veces la Navidad también tiene sombras. Y añadiría que se puede extrapolar a otras situaciones de la vida donde se rebasan los límites con tanta pasión. Un gran abrazo

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    1. Creo que el problema viene cuando se mete al mundo en el mismo saco. Yo lo he comprobado con mi madre, que mas de una vez el 1 de enero o el 25 de diciembre le ha tocado trabajar y a las 4 de la mañana la gente aun seguía como si no hubiese un mañana y digamos que todo estaba permitido por ser la noche que es. Como si todo el mundo debiese estar de fiesta y aguantarlo.
      Eso si, el placer de levantarte a las 8 de la mañana y poner la música a todo trapo porque es horario legal y sabes que los que han estado molestando se acaban de acostar, no tiene precio.
      Un besazo!

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  3. Hola, Morella.
    Fui al enlace, descubriendo que había comentado, sobre los villancicos. Me despertó la curisidad de como serían los paganos.

    Lo seguro que este caso que contás no deberían de sonar muy afinados. Y capaz que no se acordaban la letra y empezaban de nuevos, siendo muy desincronizados.
    Aunque el fastidio no justificaba algo tan drástico. Desconfío más del vecino de arriba del pub.

    No conocía esta historia pero me la creo. Ha pasado algo parecido en épocas recientes.
    Hasta me recuerda una canción de Bersuit Vergarabat, basada en un hecho real. Te dejo parte de la letra.

    El viejo de arriba me quiere limpiar
    pero no creo que me pueda arreglar
    esta cabeza no quiere frenar
    no está tranquila No es una herida, es un hueco de amor
    bala perdida en un trance de alcohol
    bebido me rio sin buena razón
    no cazo una
    Nadie lo podrá impedir
    todo sea por sentir
    machacando, machacando se nos fue
    pudriendo el rancho
    El viejo de arriba no sabe vivir
    no dejo que pinte mi cielo de gris
    y de ningún modo voy a permitir
    que me entristezca
    Camino perdido no uso reloj

    Besos, Morella.

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    1. Yo creo que perfectamente se puede acabar así. En ciertas fechas hay mas de imposición que de sentimiento real, es mas la presión.
      Yo misma no celebro las navidades al uso, la noche del 24 y del 31 mi ideal es estar a mi aire y no es por religión, es porque simplemente no me va la navidad de nunca. No es mi fecha igual que el verano tampoco y no me lo paso bien porque sea verano pero eso no todo el mundo lo entiende.
      Tampoco que a una le siente mejor el frio y la oscuridad que el calor, que le vamos a hacer.
      Un besazo!

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