La leyenda dice que en el S XVII, caminaba un hombre por el mercado de Cascorro y vio una cabeza de carnero, por lo que pensó: "vaya cena que me voy a dar esta noche".
La tendera la envolvió en un paquete y el la metió debajo de su capa pero no advirtió que dejaba un reguero de sangre tras de si.
Una pareja de agentes de policía que vio el reguero, le hizo el alto y el hombre se giro asustado viendo el reguero, pero explicó a los agentes que llevaba una cabeza de carnero para cenar y cuando abrió su capa, la cabeza se había transformado en humana, siendo la de un hombre como si se la hubiesen cortado recientemente.
Pese a que mantuvo su versión, al final se desmorono confesando que hacia tiempo había sido el sirviente de un religioso llamado don Gil, que guardaba un gran tesoro en su casa, por lo que movido por la avaricia una noche que discutieron, le decapitó deshaciéndose del cadáver y llevándose los objetos de valor y el dinero en su huida a Portugal, donde se hizo con una pequeña fortuna y volvió a Madrid siendo un caballero.
Al hombre le condenaron a morir por horca, sentencia que fue ejecutada públicamente en la Plaza Mayor y la calle donde le hicieron el alto, la comenzaron a llamar "la de la cabeza".
Aquí tenéis el plano por si un domingo que vengáis del mercadillo, os apetece dar una vuelta pero si compráis carne, mejor que os la den en una bolsa e ir vigilándola todo el camino, no sea que pueda transformarse.
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