Hoy os traigo una calle curiosa, un callejoncito de Madrid poco conocido que como no puede ser de otra forma, tiene su historia así que si quieres saber más...
El señor que ilustra la placa de esta calle se llamaba Francisco Chinchilla y vivía en una casa de esa misma calle. Era un magistrado con muy mala leche que se dedicaba a ordenar la muerte de todo perro callejero que viese a pedradas y se cuenta, que los perros huían despavoridos cada vez que le veían.
Pero no solo los perros no le tenían en estima, también el pueblo de Madrid ya que ordenó que no se podían abandonar en la calle animales muertos, cosa lógica por otra parte pero que en su momento, provocó que en su puerta apareciesen todos los animales muertos como señal de amor del pueblo madrileño y que da lugar a la leyenda de Chinchilla:
Se dice que un dia, iba caminando cerca de su casa, cuando vio a dos ancianas desplumando a dos pollos.Les preguntó de donde los había sacado y ellas le contestaron de "su basurero" diciendo que eran muy pobres para poder comprar comida y que el dia anterior, una lechuza muerta les había servido de alimento. Cuando Francisco preguntó cuál era su basurero, ellas respondieron que su calle, la calle del magistrado;vamos que dieron a entender que el amigo Paco vivía entre basura.
El magistrado montó en cólera y detuvo a las dos ancianas, cosa que cabreó mas a la gente y Francisco se encontró en la puerta de su casa una lechuza clavada con un puñal en señal de la injusticia cometida, de ahí que esa calle se comenzase a conocer como "la de la lechuza".
Con el tiempo, Francisco falleció y la calle tomo su apellido,aunque dicen que después de muerto estuvo dando la barrila en el convento donde fue enterrado, tanto que tuvieron que quitarle la mortaja que le habian colocado que tambien era un sayal de franciscano porque Dios había decidido que pasase su eternidad en el infierno. Un tipo querido este Chinchilla...
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