Venga, de nuevo te invito a darte una vuelta por el castizo barrio de Lavapiés. Hoy te traigo el origen de una de sus calles llamada "Ave Maria" que por cierto, se parece mucho a otra calle por la que te llevé a pasear llamada "Valgame Dios" así que si te apetece saber de donde viene ese nombre tan curioso...
Retrocedamos a los tiempos de Felipe III, en concreto, a su confesor Simon de Rojas fundador de la Congregacion de los Esclavos del Dulce Nombre de Maria para el servicio de pobres y enfermos de Madrid que fue santificado en 1988.
El hombre, estaba un poco harto de esta calle ya que con la cristianización, lo que había en esa calle era de todo menos cristiano ya que estaba cuajadita de burdeles con todos los problemas que daban a los vecinos. Simón, intentó de todas las formas que las prostitutas abandonasen ese trabajo ofreciéndoles su ayuda pero lo que recibía era un catalogo de insultos y amenazas por parte de sus chulos así que sin saber que hacer decidió hablar con el propio Felipe III.
Gracias a la autorizacion del rey, Simon consiguió que esas casas se tirasen abajo pero lo que no se esperaba era que unos obreros le llamasen para que viera lo que habia aparecido en los pozos situados en las casas: cadaveres de adultos y de niños, la mayoria en esqueleto.
Fue tal la impresión del futuro santo, que según lo vio lo primero que exclamó fue "Ave Maria" secundado por el resto de los obreros y esa frase, se quedó como una especie de saludo entre los madrileños por aquella epoca y tiempo después, lo aprovecharon para dar el nombre a la calle e ilustrar la placa que habéis visto gracias a esta leyenda.
Aquí os dejo el plano por si os apetece dar una vuelta, estaría cerca de la estación de metro de Antón Martín y por cierto, si os fijáis, la paralela a la calle "Tres peces" se llama San Simón y esto fue así para recordar su victoria al conseguir demoler los prostíbulos.
Gracias a la autorizacion del rey, Simon consiguió que esas casas se tirasen abajo pero lo que no se esperaba era que unos obreros le llamasen para que viera lo que habia aparecido en los pozos situados en las casas: cadaveres de adultos y de niños, la mayoria en esqueleto.
Fue tal la impresión del futuro santo, que según lo vio lo primero que exclamó fue "Ave Maria" secundado por el resto de los obreros y esa frase, se quedó como una especie de saludo entre los madrileños por aquella epoca y tiempo después, lo aprovecharon para dar el nombre a la calle e ilustrar la placa que habéis visto gracias a esta leyenda.
Aquí os dejo el plano por si os apetece dar una vuelta, estaría cerca de la estación de metro de Antón Martín y por cierto, si os fijáis, la paralela a la calle "Tres peces" se llama San Simón y esto fue así para recordar su victoria al conseguir demoler los prostíbulos.
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