domingo, 10 de mayo de 2020

EL huerto del francés




 ¿Alguna o algún sevillano en la sala? no se allí pero aquí en Madrid empieza a hacer un calor de narices.Hoy viajamos a Sevilla para revisar un caso que terminó en 1904, así que creo que vamos a irnos al AVE y espero que al llegar allí me pueda tomar un rebujito fresquito y darme un paseo por el parque de María Luisa pero mientras tanto, vayámonos en nuestra maquina del tiempo...
Nos encontramos ahora mismo en Posadas,Córdoba,en el año 1904.Es el mes de noviembre y Miguel Rejano no ha vuelto a su casa tras haberse marchado con un dinerito en un maletín que ascendía a unas 7000 pesetas de la época, a día de hoy unos 60.000 euros, con intención de llegar a Sevilla capital y conseguir invertirlo.
Foto de ABC
Su mujer esta preocupada y extrañada ya que su marido no da ningún tipo de señal así que decide denunciarlo pero no la hacen mucho caso así que el primo de Miguel, Juan Mohedano, herrero natural de La Rambla en Córdoba, decide denunciar en Sevilla capital la desaparición de su primo ya que la mitad del dinero que había en el maletín era suyo.
Allí, toman nota de su denuncia y le dicen que tenga paciencia ya que tienen al menos cinco denuncias mas de desapariciones similares, hombres que acudían a la capital con dinero para invertirlo en algún negocio.
Juan se alerta ya que si tenia algún pensamiento de que su primo podía haber abandonado a su mujer y haberse llevado su dinero, al saber que hay mas desapariciones con su mismo perfil, comienza a pensar que a su primo le han hecho algo por lo que contrata a Laureano Rodriguez, un ex policía que se dedicaba a la investigación privada.
Foto de ABC, el Borrego y el Francés
Laureano averigua que Miguel ha estado hospedado en la Fonda del Betis y que de allí, salió con un hombre al que conocían como el "Borrego" con el que aparentemente había hecho negocios.También que de la fonda, habían ido a Peñaflor en tren cubriendo los 75 kilómetros de distancia y paralelamente, la mujer de Miguel recibe un anónimo que le insta a buscar a su marido en el Huerto del francés.
Has adivinado, el Huerto del francés está en Peñaflor.
La mujer puso este anónimo en conocimiento de Juan y Laureano que decidieron ir a excavar a ese huerto aprovechando que los dueños no estaban y sacaron un cadáver pero no era el de Miguel. Avisaron a la Guardia Civil de lo que habían encontrado y no solo apareció el cadáver de Miguel sino que lo hicieron cuatro  más durante tres días de excavaciones.
El huerto pertenecía a Juan Andrés Aldije, conocido como el francés por ser de la ciudad francesa de Agen. Se compró en Peñaflor una finca con un huerto donde según los vecinos que declararon, hacia timbas clandestinas y uno de ellos, declaró haber visto salir del huerto a un amigo del francés llamado José Muñoz Lopera al que precisamente se le conocía como el "Borrego".
Foto de todocoleccion
José negó su participación en los asesinatos, diciendo que él solo era el gancho para atraer a viajantes con dinero diciendo que iban a desplumar a un francés y que era éste quién les mataba, llevándose el Borrego una comisión por cada persona que le llevase pero esa noche, el francés no quiso pagarle.
Según él, dos personas junto al francés, se metieron en el huerto con Miguel en dirección a una pequeña casa dentro de la finca y él les siguió hasta que vio como el francés le dio a Miguel en la cabeza dos golpes con una barra metálica. Se asustó y se marchó de allí corriendo y fue cuando el vecino pudo verle pero por si fuera poco, todos los cadáveres tenían lesiones en la zona parietal del cráneo.
El francés estaba en paradero desconocido pero su familia si volvió a la finca, siendo detenidos su mujer e hijo así que al enterarse de todo lo que había dicho el Borrego y sabiendo las detenciones, él mismo se entregó a la policía.
Allí lo que dijo distaba bastante de lo anterior, ya que según él si es cierto que se hacían timbas clandestinas en su casa y que normalmente, los viajantes eran los desplumados pero al saber que estaban haciendo algo ilegal,no denunciaban por miedo a que les salpicase a ellos.
Pero que el que mataba a los viajantes era el Borrego, que él solo era el encargado de hacer las tumbas en su huerto y que si no había denunciado era porque le tenia muchísimo miedo no por lo que le podía hacer a él sino a su familia.
Fotograma de la peli de Paul Naschy
El juez, viendo que no se ponían de acuerdo, hizo un careo entre los dos que no tuvo ningún éxito así que el juicio comenzó el 5 de marzo de 1906. Tras tres huelgas de hambre, el Borrego no andaba para declarar y el francés reiteró su inocencia todo el rato pero los dos fueron condenados a muerte por garrote vil el 13 de ese mes y efectiva el 31 de octubre de 1906 en el la Cárcel del Pópulo de Sevilla donde a día de hoy esta el mercado Arenal.
Este caso dio lugar a una película de la década de los 70 dirigida y protagonizada por Paul Naschy junto a Maria José Cantudo aunque esta vez, se tomaron ciertas licencias respecto a la historia real. Ya me diréis si la habéis visto.
¿Os ha gustado?¿lo conocíais? ¿soléis jugar en timbas apostando? ¿o sois como yo y os tienen que explicar los juegos de cartas 80 veces?

4 comentarios:

  1. <en este caso, se descubrió a los culpables. Lo que no pasa en todos los casos que nos contás.
    Parece que el tal Miguel, como los otros asesinados, se metió en un lugar, del que tendría que haber desconfiado.
    Besos.

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    1. Jejeje, a veces elijo casos abiertos porque me resultan mas interesantes, sobretodo el saber qué pensáis vosotros.
      Miguel la verdad que no tuvo una gran idea en irse al huerto tan alegremente, pero gracias a él se descubrió todo el percal.
      Besosss

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  2. Esto enlaza un poco con lo que decías el otro día respecto a las cámaras. En aquel mundo tenía que ser dificilísimo hallar culpables y estoy seguro de que más de uno echó la lengua sin haber matado una mosca. Yo no conocía el caso y no soy de películas españolas (aunque me enganchó una el otro día en la 2 en blanco y negro), pero respondiendo a tus preguntas: yo no apuesto, si tal echo alguna bonoloto cuando me siento pueril y lo de las cartas lo dejaré para el último año de mi vida si resulta que en el 2060 no puedo caminar :-P

    Un besote!

    PD- Joder, la Cantudo, qué buena estaba...

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    1. Es que de jovencita la Cantudo era muy guapa aunque siempre que la evoca alguien, me acuerdo de Josema Yuste imitándola no se porque.
      Yo creo que a mas de un@ le dieron garrote de regalo sin haber hecho nada, la suerte que aquí había pruebas para parar un camión y el caso quedó concluso.
      Yo tampoco juego y apuesto,como mucho a los rascas.
      Besos!

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