Hoy volvemos de nuevo a Japón donde manejan el terror como nadie. La leyenda urbana que os traigo es cuanto menos curiosa pero hasta el final no sabéis porqué es una leyenda urbana aunque bueno...si queréis saber mas poneros guapos y coger el pasaporte que nos vamos.
Iemon era un samurái bastante malo que estaba casado con Oiwa. Entre que en su trabajo era un cenutrio, tanto como para quedarse sin amo y que encima le gustaba perderse por los burdeles gastándose lo poco que tenían,imaginar qué tipo de vida le daba a la pobre Oiwa.
Un buen dia, su suegro harto del trato que le daba a su hija le amenazó con anular su matrimonio y buscar a Oiwa un mejor partido cosa que enfureció a Iemon hasta el punto que mató a su suegro en un callejón para luego decirle a Oiwa que él mismo se ocuparía de encontrar al asesino de su padre y darle venganza.
Sin amo, comenzó a hacer sombrillas para sacarse un dinerito que se gastaba en sus vicios, pasando de su mujer a la que comenzó a odiar por conformarse con lo poco que tenían y encima intentar hacerle feliz,no entendía porqué ella era feliz y él vivía avergonzado por la vida que llevaban.
A pesar de que Iemon era de aquella manera,físicamente debía de llamar la atención ya que Oume, hija de un acaudalado medico, se fijó en él. El padre de la chica en cuanto se enteró de que era un samurái sin amo le dio trabajo de lo mismo pero se dio cuenta de que Oume sentía algo por él y que Iemon la correspondía.
DEVIANTART |
Iemon le administró a Oiwa el veneno poco a poco, una dosis cada día con la excusa de que era un tónico que la ayudaría a recuperarse del parto que acababa de pasar. Al ser tan pobres no tenían espejo y Oiwa sabia que algo pasaba pero no era consciente de la magnitud, solo veía que su pelo se caía a mechones.
Como su vida iba mejorando poco a poco, consiguieron contratar un sirviente que tenia orden de no poner espejos en la casa;Iemon, nervioso porque Oiwa no moría, comenzó a aumentar sus desprecios y malos tratos hacia ella, siendo tan cruel que el sirviente se apiadó de Oiwa y le dio un espejo para que se viera a la par que le contó el plan que tenia su marido.
Oiwa se desesperó al ver su rostro totalmente desfigurado por el veneno así que cogió la katana de su marido y se cortó el cuello, usando su ultimo aliento para maldecir a Iemon.
Este feliz de haberse quedado viudo, mató al sirviente, clavó los cuerpos en unos tablones y los tiró al rio para luego dejar a su hijo en un orfanato,quedándose totalmente libres.
Se casó con Oume pero en la noche de bodas, quien le esperaba en la cama no era ella, sino su mujer Oiwa con el rostro totalmente desfigurado.Sin pensarlo sacó su espada y mató a Oiwa para darse cuenta de que el cuerpo inerte que cayó de la cama era Oume.
Salió corriendo de la habitación para ver que Oiwa le esperaba al final del pasillo volviendo a matarla para después darse cuenta de que había asesinado a su suegro.
En pleno ataque de pánico, se fue de la casa y huyó a las montañas donde veía todo el rato a Oiwa reflejada en el agua de los ríos,la escuchaba en el viento y sentía su respiración helada tras él. Un día pescando, vio reflejados en el rio los cadáveres de su sirviente y de Oiwa que le recriminaban sus acciones pero Iemon no quería confesar sus crímenes.
Con quien nunca contó fue con el hermano de Oiwa,que se había enterado de todo y acudió a buscarle para retarle a muerte.Iemon al ser samurái jugó con ventaja y cuando tenia acorralado a su ex-cuñado, Oiwa se le apareció sonriendo cosa que le paralizó y el hermano de Oiwa, aprovechó para vengarse haciendo que su hermana pudiese al fin descansar en paz.
Bien, esto es una leyenda urbana ya que a pesar de que muchos creen que el fantasma de Oiwa es autentico y que los hechos ocurrieron como tal, parte de una obra de teatro escrita por Tsuruya Nanboku IV en 1825 siendo englobada dentro del teatro kabuki.
Es cierto que el autor se inspiró en dos crímenes reales de la época: uno en el que unos sirvientes mataron a sus amos y el otro el de un samurái que averiguó que su mujer había tenido coyunda con el criado por lo que les clavó a una tabla de madera para luego tirarlos al rio.
Aun así, es cierto que los actores que han a representarla en teatro dicen que es muy normal padecer accidentes, sobretodo los que hacen el papel de Oiwa por lo que no está de más pedirle permiso para poder representarla libre de cualquier maldición.
Es una de las obras que mas adaptaciones al cine o series han tenido aunque el argumento lo van cambiando para ir adaptándolo a los tiempos, en ocasiones existe el bebé al que dejan en el orfanato y en otras, el matrimonio no tiene descendencia pero la esencia siempre es la misma.
Un personaje indefendible. Al final, Oiwa fue vengada por su hermano.
ResponderEliminarEs para ver esa adaptación.
Creo que saben del tema.
Besos.
A mi me encantaría verla en teatro, tiene que ser alucinante ya que ese tipo de teatro usa efectos muy básicos y maquillaje para marcarlo todo,lo que hace que asuste mas. Jo podrían adaptarla...
EliminarBesos Demiurgo