Aprovechando que hoy en fiesta ¿te parece que nos demos un paseo por Madrid? por lo menos con este blog podemos olvidarnos de los cierres perimetrales aunque sea por un rato. Hoy nos vamos a la calle Fuencarral que como sabrás,no es la primera vez que la pisamos...
La condesa de Arcos en 1724 estaba un poco desquiciada porque en su palacio de la calle Fuencarral, había fenómenos inexplicables: puertas que se abrían y se cerraban solas, candelabros que se apagaban, golpes que no se sabia de donde venían...de un tiempo a esa parte, los criados de la casa dormían juntos del miedo que sentían.
Debido a eso, el capellán de la condesa intentó buscar ayuda en Diego de Torres Villarroel, que escribía sobre temas paranormales a parte de investigarlos. Diego se fue a cenar una noche al palacio con otras damas y caballeros importantes; lo curioso es que tras el banquete, cada uno se retiró a su habitación pero en la madrugada, los criados tuvieron que improvisar un dormitorio comunitario en uno de los salones ya que nadie quería dormir solo por los ruidos y gritos que estaban oyendo en el palacio.
Lo que no tuvieron en cuenta, es que a pesar de dormir todos juntos cual campamento de verano, los gritos y ruidos los siguieron hacia el dormitorio que se situaba encima del comunitario, haciendo que los invitados se abrazasen unos a otros presas del miedo así que Diego cogió un candelabro y su espada, yéndose él solito a la planta de arriba.
Examinó casi toda la casa sin encontrar nada a pesar de que él mismo oía los ruidos y los gritos de ultratumba, incapaz de dar una explicación a ese fenómeno. La cosa se alargó unas semanas y se cuenta que en las viviendas que estaban pegadas a ese palacio, también se comenzaron a oír cosas, así que el palacio se quedó con la fama de embrujado y la condesa se traslado a otra de sus viviendas dejando el edificio completamente vacío.
¿A qué altura estaba?¿sigue en pie? no he sido capaz de encontrarlo,por lo que he visto sospecho que estaría a día de hoy entre los números 31 y 39 así que tenlo en cuenta si vives en esa calle o si planeas hospedarte en algún hotel de los que hay por la zona, no sea que en mitad de la noche oigas cosas raras...
En esas ocasiones, no se trata de tener o no miedo, sino desear tener una buena suerte de a quien toca a abrazar.
ResponderEliminarTodo un fracaso el supuesto investigador. Y eso que se atribuye a ciertos seres sobrenaturales, el temor a las espadas.
Besos.
Bueno, lo cierto es q esa calle tiene mucha leyenda en Madrid a posterior y quien sabe si fue influencia de estos supuestos espíritus... O como dices, aquella noche al dormir en modo campamento, la compañía no fue precisamente la esperada!
EliminarBesos Demi
Morella
ResponderEliminarque bella entrada tu imaginación no tiene límites
No conozco Madrid solo de imágenes pero me pude meter adentro de esta historia. No solo escribes bonito
comentas claro lindo
me gustaria conocerte
Sos un ser humano que vale la pena
un abrazo querida escritota
Mucha
Me alegro que puedas meterte dentro de mis entradas! es un piropazo eso.
EliminarMuchas gracias por hacerme engordar 20 kilos con tus palabras, gustosa me tomaba yo un café contigo.
Muaka!