Tener mas orgullo que don Rodrigo en la horca

Nuestro protagonista por Rubens 

Madrid, 21 de octubre de 1621. Media villa anda en la Plaza Mayor pendiente de la ejecución del día, la de don Rodrigo Calderón de Aranda, noble e influyente de la corte de Felipe III.

El tío tenia tal altivez, que cuando era llevado entre el populacho al cadalso, parecía que estaba en un desfile de modelos, con una altiveza y orgullo que pocos se esperaban que tuviese un condenado y allí que se fue a la horca. 

Ahora, esto es a medias verdad y mentira. Vamos a verlo...

Conde dique de Olivares por Velazquez 

 Rodrigo Calderón de Aranda fue dejado al cargo del marques de Denia con 15 años por su padre, un capitán que peleó en la guerra de Italia. Con el marques comenzó a trabajar de paje pero era tan inteligente que pronto se convirtió en el hombre de confianza del marques que pasó a ser también un personaje conocido en este blog, ni mas ni menos que el duque de Lerma, mano derecha y manipulador especial del rey Felipe III.

Llegó a ser ayudante de cámara del rey, secretario de Estado, nombrado marques de Siete Iglesias y conde de la Oliva; junto al duque de Lerma y conde de Lemos, cogieron todo el poder habido y por haber del Imperio español de la época.

Corrupto como pocos, la reina consorte Margarita de Austria no podía ni verlo y claro, él a ella tampoco así que cuando murió dando a luz a su octavo hijo, se empezó a correr el rumor de que don Rodrigo había hecho trabajos de brujería para poder quitársela de en medio ya que era la única que plantaba cara a estos tres prendas.

Pero no todo dura para siempre y fue encarcelado en 1619, antes de que muriese el rey Felipe III, acusado de complot, corrupción y de estar detrás de algunos asesinatos. A pesar de los cargos, solo estuvo en presidio un par de años pero en cuanto el rey murió, coronaron a Felipe IV y dieron puerta al duque de Lerma para que entrase su némesis, el conde duque de Olivares, este ultimo fue a por don Rodrigo con toda su fuerza cabreado como una mona por la forma en la que nuestro protagonista se había hecho tan rico.

Con deciros que uno de los múltiples cargos que tenia, como dije eran de asesinato pero uno de ellos fue a Francisco Xuara que al parecer iba diciendo por ahí que quería algo con la esposa de Rodrigo y este soltó que como era plebeyo, no le iba a retar a duelo así que mandó a un amigo. Por este asesinato consiguió ilegalmente una cedula exculpatoria.

Casa de la Panadería

A pesar de las torturas que le dejaron prácticamente lisiado, negó muchos cargos, esperando su condena que llegó el 21 de octubre de 1621,donde se haría efectiva su sentencia a muerte pero no por ahorcamiento sino por degollamiento frente a la casa de la panadería en la Plaza Mayor.

Todas las sátiras se convirtieron casi en lastima, pues se rumoreaba que se había abrazado a la fe católica y en su paseo de la vergüenza por Madrid, a pesar de caminar con el orgullo que se aprende al ser noble, se le notaba la torpeza de quien había sido torturado y sobrevivido para contarlo. 

Se cuenta que cuando subió al cadalso ayudado por el cura que le había confesado, besó al verdugo y pidió que cumpliese con su obligación a lo que el hombre respondió que sentía lo que iba a hacer. Pero lo que más remató al publico, fue que cuando el verdugo le fue a cortar el cuello por detrás, don Rodrigo dijo que lo hiciese por delante por ser noble, cosa que hizo el verdugo dejando en silencio la Plaza Mayor. Me atrevo decir que los de la primera fila, un poco salpicados también.

¿El motivo de decir "tener mas orgullo que don Rodrigo en la horca"? pues quizás porque muchos madrileños por abreviar, decían horca a todo lo relacionado con el cadalso ya que también estaba ahí colocadita pero según la sentencia, el verdugo manejaba un aparejo u otro. Además, con los años, la historia como fue de tradición oral mas o menos, pudo haber dado origen al refrán.

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