Lo cierto es que lo de la muerte crea un poco de tensión y mas después de tener este blog. Ya no es solo por si uno va a sufrir o no, es mas por si vas a cometer alguna metedura de pata que hará que te recuerden por bocazas como le pasó a nuestro protagonista de hoy...
John Sedgwick nació en Connecticut el 13 de septiembre de 1813. Militar por tradición y vocación participó en la Guerra de la Independencia a las ordenes de George Whasington, se graduó en la academia militar en 1837 siendo nombrado teniente de Artilleria, participó en la invasión a México, la guerra seminola, la rebelión Mormona en Utah (no sabia yo esto) y en las Guerras Indias. Con este curriculum, no era de extrañar que en la Guerra Civil americana, ya fuese coronel y no tardase en ser ascendido a general aunque fue baja un tiempo ya que en una de las batallas, fue alcanzado en el hombro, la muñeca y la pierna.Volvió al campo de batalla a darlo todo en mayo de 1864 durante la batalla de Spotsylvania, un área lleno de matorrales entre este condado y el de Orange. Aquí estaba nuestro general colocando a sus hombres y preparándolos para la ofensiva cuando el ejercito confederado que estaba a unos 900 metros o como ellos dicen, 1000 yardas, empezaron a disparar.
Todos empezaron a lanzarse cuerpo a tierra y esto cabreó bastante a Sedgwick que les dijo poco mas que como se atrevían a esconderse y que qué pasaría cuando toda la linea comenzase a disparar; ese discurso avergonzó a los soldados pero ninguno se atrevió a mover el peluquín a lo que el general se cuenta que dijo:
"Me avergüenzo de todos vosotros, escondiéndoos así. A esta distancia no podrían acertarle ni a un elefante".
En el momento en el que Sedwigck acabó la frase o al menos dicen que la terminó, un disparo le alcanzó bajo su ojo izquierdo atravesándole el cráneo y dejándole seco en el acto. Se dice que sus soldados sintieron mucho su muerte porque le tenían bastante aprecio pero no se yo que le parecería haber pasado a la posteridad mas por bocazas que por sus habilidades en el campo de batalla.
¿Conocíais este caso? ¿Qué os parecen las frases pre mortem?
Alejandro Dolina ha escrito en forma crítica sobre las frases post-morten, en el capítulo Últimas palabra, de El libro del fantasma. Incluye una frase de Karl Marx, en su lecho de muerte, negándose a decir una frase final: "Las últimas palabras son para los tontos que no han dicho en su vida lo suficiente".
ResponderEliminarDolina imagina a un moribundo, que ha sufrido una larga enfermedad, rodeado de médicos, de parientes, con la mujer que llora, empezando un largo de discurso de de despedida. Hasta impacientando a la muerte personificada, que tiene que esperar que termine el discurso.
Ese general tenía todo un curriculum, habiendo peleado a las ordenes de Washington. Aunque a veces tal vez le haya tocado estar en el bando equivocado. Por suerte, a los Seminolas les ha terminado por ir bastante bien. Siendo dueños de casinos y de la franquicia de Hard Rock Café.
El tal general parecía estar más para la imagen heroica, épica, que para la estrategia. Siendo muy entendible que sus hombres. incluyendo seguramente a oficiales subalternos, hicieran cuerpo a tierra. Algo, que incluso, debiera de haber sido parte del entrenamiento.
Tiene sentido que haya quedado como su frase póstuma, sobre todo siendo un militar de Artillería. Y como su afirmación, fue contundentemente desmentida por un disparo.
No conocía este caso. Gracias por contarlo.
Besos, Morella.
Es que lo de las frases póstumas es complicado porque luego también averigua si esa frase ha sido dicha o no.
EliminarYo hubiese hecho lo mismo que los hombres de Sedwigck, me hubiese tirado al suelo y ya habría valorado la tactica.
Un besazo Demi!
No conocía este caso, pero el ambiente me recordó aquella historia de cómo empieza "El Renacido", no se si has visto la película en la que trabaja Leonardo di Caprio.
ResponderEliminarBesos
Si y lo cierto es que no me importaría darle una vuelta a esa peli. Eso si, creo que tuvo mejores para darle un Óscar pero bueno.
EliminarUn besazo Frodo!
john sedgwick se formó como soldado en una época, diríamos romántica, donde en la batalla el soldado avanzaba caminando, disparando hacia adelante al enemigo sin protección alguna. su honor como persona y militar no le permitía mostrar temor ni ir a buscar refugio aunque las balas silbaran por su cabeza.
ResponderEliminartodo esto acabó cuando las armas se sofisticaron tanto que se hicieron demasiado letales y el soldado terminó pensando más en salvar su propia vida que en matar la del enemigo.
durante la guerra de secesión (1860-1865), por ejemplo, se inventó la ametralladora en 1862 y el revólver colt fue mejorado, de tal manera que fueron más letales.
sabiendo lo anterior, el general john sedgwick murió por negligente al no aceptar que los viejos tiempos románticos de honor y gloria ya habían pasado.
esto me hizo recordar cuando los turcos enviaron prácticamente al sacrificio a un regimiento de caballería a luchar en la primera guerra mundial.
incluso en la actualidad ya se está viendo que los tanques, por lentos y pesados, ya nada pueden hacer contra un dron muy bien equipado con misiles.
besos.
Con los drones ya esta todo prácticamente hecho. Uno bien manejado y equipado y creo que no hace falta ni llevar soldados de forma física.
EliminarSedgwick estaba entrenado a la antigua y en esa epoca en las guerras, empezó todo a cambiar como bien dices, eso ya no era correr con la espada y el mosquete.
Un besazo Draco!
¡Hola! Pues no conocía esta historia, me ha sorprendido bastante la verdad :O
ResponderEliminarLo cierto es que para frase póstuma, nada mal.
EliminarUn besazo Likur!
Nah la frase esta muy genial y se le podría dar varias interpretaciones 😉
ResponderEliminarUn beso More desde Plegarias en la Noche
Lo cierto es que menuda tensión, ya no es solo que una va a morir el dia de mañana, es que encima hay que pensar una frase épica para ello.
EliminarUn besazo Tiff!
No estuvo muy afortunado, la verdad. Existen muchas buenas frases cuando llega la Amiguita de La Guadaña; pero yo siempre me acuerdo del misterio de Poe, que cuando agonizaba en el hospital cuando lo recogieron alcoholizado y medio muerto por la ingesta, él sólo, llamaba a Reynolds, el marinero misterioso que en la infancia le contaba historias sobrecogedoras en las cuales se basó para escribir su única novela "Las Aventuras de Arthur Gordon Pym"
ResponderEliminarUn Abrazo y Feliz Estío!!!!!!🪷
A mi me gusta mas la supuesta frase póstuma de Oscar Wilde: " o se va ese papel pintado o me voy yo". Lo cierto es que me parece de las mejores junto con la de Bram Stoker "Strigoi".
EliminarUn besazo Juan! feliz verano y cuidado con tu bici!
No conocía la historia, pero me pareció interesante. Te mando un beso.
ResponderEliminarUn besazo J.P!
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