Apaga la chimenea, haz el favor!

Felipe III por Bartolomé González

Felipe II dejó varios dichos sobre sus hijos para la posteridad, entre ellos sobre su hijo Felipe III , el protagonista de hoy. Al ser el único varón que le quedaba vivo para poder reinar, lo primero que dijo fue "me temo que me le van a gobernar" y no se equivocó ni un ápice; vamos a ver la leyenda que rodea a su muerte...

Felipe III por Pedro Antonio Vidal

Felipe II  también dijo con todo su cuajo "Dios que siempre me ha dado tantos reinos, no me ha dado un hijo capaz de regirlos", ahí vemos la consideración que tenia sobre su descendiente. Tuvo cinco hijas con Isabel de Valois, su mujer favorita pero tanto parto con solo 22 años, acabó  con su salud, falleciendo tras dar a luz a su hija prematura Juana con solo cinco meses de gestación; la niña vivió una hora y media, Isabel solo aguantó unas horas mas pero pidió bautizar a su niña porque veía lo que iba a pasar. Las dos están enterradas en el Escorial y se dice que fue la única vez que Felipe II lloró a mares ya que realmente si que se llegó a enamorar de su mujer, algo muy raro en la monarquía de la época.

Aunque antes de ese matrimonio, había tenido a Carlos de Austria que no estaba ni para reinar ni en el baño de su casa como os conté en esta entrada, el rey se casó de nuevo con su sobrina, Ana de Austria, a ver si le daba una alegría teniendo un varón y bueno, digamos que le dio cuatro niños y una niña. De los cuatro niños, Felipe III era el cuarto pero acabó siendo rey cuando murieron todos sus hermanos, ninguno llegó a pasar de los siete años, incluida su hermana pequeña María.

El rey vista la salud de todos los niños que había tenido con Ana de Austria (que lo mismo influía que fuera pariente directo, cosa que me da que no habían pensado) pasó de educar a Felipe como rey por si las moscas había que hacer otro viajecito al Escorial. Además el niño era un poco abúlico y para el psiquiatra Francisco Alonso que tiene un libro super interesante llamado "Historia personal de los Austrias españoles"  , tenia una dotación mental mediocre por no decir escasa.

Margarita de Austria por Juan van der Hamen

Pero mira tú, milagros de la vida, que Felipe III llega a rey y ya. Fue de los pocos reyes que no fue a batallas, dejó todo el poder en el duque de Lerma que le hizo trasladar la corte a Valladolid  y después Francisco Sandoval de Rojas le convenció para traerlo a Madrid. 

Digamos que el rey pasaba de todo y se daba a las fiestas, siendo reconocido a día de hoy como un rey ludópata que gustaba de apostar a todo, pasando a la historia como el rey apodado "el Piadoso" mas que nada porque no destacó mas allá de la devoción religiosa, siendo lo mas importante que hizo la firma del decreto que expulsaba a los moriscos. 

Su mujer Margarita de Austria Estiria intentó por todos los medios que no le usasen como un títere, llegando a dejar al duque de Lerma en calzoncillos ya que con ayuda del clérigo Luis de Aliaga y el apoyo del duque de Uceda, consiguió destapar todos los tejemanejes del duque de Lerma llevando a su hombre de confianza, don Rodrigo Calderón a la horca como os conté por aquí y condenando al ostracismo al Duque de Lerma que se ordenó cardenal para que no pudiesen condenarle. Lo malo es que ella empezó la operación para destapar todo esto pero no llegó a verlo ya que murió después de unas complicaciones al tener su octavo hijo siete años antes. 

Duque de Lerma por Juan Pantoja de la Cruz

Muerta su mujer, el rey había caído en depresión o melancolía como se llamaba en esa época, tampoco volvió a casarse y es aquí cuando comienza la leyenda de su muerte: el hombre murió a los 43 años por unas fiebres muy raras provocadas por una erisipela o infección de la dermis por estreptococos que pueden entrar por un corte por ejemplo. 

Pero su leyenda dice que un par de meses antes, fue a visitar a su tía Margarita de Austria, conocida como sor Margarita de la Cruz, monja del monasterio de las Descalzas reales, quien había convocado a su sobrino ante su presencia para comunicarle algo. La mujer era menuda y ciega pero con un carácter que imponía y así sin miramientos, le dijo a Felipe que se fuese preparando para la muerte que no acababa el año 1621 vivo, cosa que a Felipe le dejó bastante chafado. La verdad es que la señora acertó porque la visita fue en enero y el rey murió el 31 de marzo de ese año, fue breve la cosa.

Felipe III por Velázquez

Ahora viene la otra leyenda que rodea su muerte y es que al parecer, estaba el rey sentado al lado de una chimenea bastante humeante y potente pero la etiqueta impedía que el rey se levantase para llamar a alguien y nadie de los gentiles hombres de guardia podía osar a entrar donde estaba el rey tan alegremente hasta que entró el Marques de Polar al que el rey le pidió que bajase un poco el fuego pero el marques dijo que eso lo tenia impedido por protocolo, que mandaría llamar al duque de Uceda que a saber donde andaba.

Total, que cuando llegó el duque de Uceda a bajar el fuego, el rey estaba ya frito como un pollo sin rebozar y al día siguiente, le apareció la erisipela y murió. Espero que sea leyenda porque anda que no levantarse e irse directamente...aunque ya hemos visto en algunos casos varias muertes por etiquetas absurdas. 

¿Qué pensáis?¿leyenda o realidad?¿le quisieron dejar mal en la historia o para eso se bastaba él solito?